CAPÍTULO 71

286 29 1
                                        

Lee Jieun

Miraba aquel anillo en sus manos y no lo podía creer. Juraría que estaba soñando o que todo era producto de mi imaginación, pero al ver a Hanah tomarme de la mano, me hizo reaccionar.

—¿Le vas a decir a papá Donghae que si?

Volví mi mirada hacia el nuevamente y sentí como mis mejillas ardían, mis ojos se cristalizaban y mis piernas temblaban como locas. ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué ahora no podía responder? Me sentía muy nerviosa e insegura. ¿Por qué estaba siendo así?

—Amor...— tomó mi mano y en ese momento las lágrimas salieron de mis ojos sin permiso—. ¿Te quieres casar conmigo?—preguntó por segunda ves.

Parpadeé varias veces seguidas, representativas de las lágrimas que estaba derramando.

—Yo...—no me salían casi las palabras.

—¿Estás dudando?— preguntó muy bajo Donghae, pero negué de inmediato—. Entonces... ¿si?

Asentí.

—Si...—dije con la voz un poco quebrantada.

Todos comenzaron a gritar de felicidad. Donghae puso el anillo en mi dedo, se levantó del suele y me abrazó, seguido de un beso. Sentía que me faltaba el aire de la impresión. Casi no le respondía. ¿Qué habría pensado el de mi? ¿Habrá pensado que no me quería casar con él?

—¡Felicidades! Mis pececillos hermosos. Ya era hora que me dieran esta noticia. ¡Estoy feliz!— dijo la madre de Donghae luego de darme en brazos a Ha Eun.

—Gracias mamá— respondió Donghae con esa hermosa sonrisa que me derretía.

—Gracias— respondí de igual manera con una sonrisa mientras Donghae me removía las lágrimas que había derramado antes.

¿Estaba emocionada? Pues si. Lo único que me haría más feliz, es que mi hermano hubiera estado conmigo aquí, pero no se pudo. El destino fue muy cruel con él.

—Mamá Jieun— dijo Hanah a mis espaldas. Me volvía a ella para ver qué deseaba mi pequeña hermana.

—¿si?

—¿Sabes que día es hoy?

Negué con mi cabeza. Fingiendo no saber qué hoy era un día muy especial para ella.

—No. ¿Por qué?

—Hoy es mi cumpleaños— sonrió, pero algo triste—. ¿Lo olvidaste?

—No mi amor, no lo olvidaría nunca... ¿sabes algo?— negó con su cabeza—. Pregúntale a Abuelo Yoon Ho si puede poner el inflable.

—¿Para qué?

—Por qué hoy, no solo estaba preparado esto, sino que, hoy te cantaríamos cumpleaños.

Hanah me miraba sorprendida. Una gran sonrisa se posó sobre sus labios y no pude evita que mis ojos se cristalizaran. Fue mágico ver su expresión. Hace mucho tiempo no se le hacía un cumpleaños como se debía, pero hoy eso no pasaría.

—¡Si!— salió corriendo de la alegría y gritando—. ¡Abuelo Yoon Ho! ¡Abuelo Yoon Ho!

Una carcajada se me escapó de mi boca. Era imposible no hacerlo con esta niña.

—¿Le diste la sorpresa?— pegunto Donghae pegado a mi oído en un susurro.

Ladee un poco mi cabeza y asentí feliz.

—Si... mírala, está contentísima.

—Y tú ¿estás feliz? ¿Estás contenta?

Me volví a él y rodee mis manos por su cuello. Mirándolo dijo a los ojos, entonces, sonreí.

Enlazado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora