CAPÍTULO 5

564 43 11
                                        

Lee Jieun

Salí de la tienda casi corriendo del nerviosismo y el miedo que me causo toda esa escena. Jamas en mi vida había sentido tal temor. Claro, ¿como no voy a sentir miedo? Tenia un arma apuntando a la cabeza. Tenia que buscar la manera de defenderme, tirar potes de comida enlatadas era lo único que podía hacer. Aun siento mi brazo molestarme un poco. Ese hombre me agarro tan fuerte cuando me levanto que había jurado que me había quedado sin brazo. Pero algo extraño paso. ¿Por que sentí una electricidad recorrer todo mi cuerpo, cuando ese hombre se me quedo mirando a los ojos?

—Jieun, quítate eso de la cabeza. ¡Ese hombre te apunto con un arma!— me dije a mi misma caminando de vuelta al apartamento.

Tal ves parecía una loca por la calle hablando sola, pero cuando tengo mucho miedo, me suele pasar esto de hablar sola.

—¡Ya, Jieun, ya!

Estaba llegando al apartamento, pero me detuve un segundo. Recordé que había dejado a Chae Yeon sola en la tienda de ropa de al lado de la tienda donde yo estaba. Rayos! Busque mi teléfono y le marque. Después de esto creo que no me perdonara haberla dejado olvidada.

—Yeon...

—¡Me dejaste! ¿Se te olvida que estabas conmigo? ¿Como se te ocurre dejarme? ¡Eres la peor amiga!

—¡Lo sé! Perdóname, no sabes lo que acabo de pasar hace un rato, aun tengo los nervios de punta.

—¿Que? ¿De que hablas?

—¡Presencie un asalto a mano armada!

—¿Qué? ¿Estas bien? ¿No te hicieron nada?— se altero atraves de la llamada.

—No, gracias a Dios, no. Pero sí me apuntaron con un arma en la cabeza.

—¡¿Que?!

—Si, pero luego te cuento mejor necesito ir a relajarme y verificar a Hanah.

—Esta bien, si necesitas algo avísame, por favor.

—Si, no te preocupes.

—Bien, nos vemos luego.

—Adiós.

Camine hasta el ascensor y pulse el botón. Espere parada allí unos segundos hasta ver al puerta abrir. Entre y luego de unos minutos ya estaba en mi piso.

—Ji, al fin llegas— dijo mi hermana al yo entrar al apartamento.

—Perdón, tenia que hacer algo.

—Señorita Jieun, le sucede algo? Esta pálida.

—S... sí, estoy bien.

—¿Segura? Por que no lo parece, esta pálida y temblando.

—Si, tranquila, solo es que me esta bajando un poco el azúcar.

Hanah solo me miraba como si quisiera que le dijera algo, pero ella no entiende nada de esto.

—Iré a ducharme, por favor hágame algo dulce, lo necesito.

—Claro— respondió la señora Kim.

—Hanah tienes permiso de ir a comer las galletas que quieras, sé que estabas esperando que llegara para pedirme eso.

—Si!— grito de alegría.

Lee Donghae

—¿Donghae que demonios fue eso?— me pregunto Yesung enojado.

—¿Que? ¿Acaso, ahora que eres el que das ordenes? Que yo sepa no tienes ese derecho de pedir explicaciones.

Enlazado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora