CAPÍTULO 24

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Lee Jieun

Desde que recibí la llamada de Donghae, estoy sumamente nerviosa. Nunca debí de encender aquel teléfono. ¿Por que lo hice? Ni siquiera yo misma entiendo.

"—Hasta que por fin me respondes el teléfono, hermosa.

—Que...

—¿Por que no me respondías?

—Donghae yo...

—¿Donde estas viviendo? Quiero verte.

—No. No te puedo decir, por favor no sigas insistiendo en vernos. Eso no sucederá nuevamente.

—Jieun, ¿que demonios hice mal?

No respondí a ninguna de sus preguntas, no podía hacerlo.

—Discúlpame, Donghae. Tengo que colgar.

—No, Jieun, no cuelgues.

—Adiós.

—Jieun ¡Jieun!"

Caminaba de lado a lado, pensado. La señora Cha había salido un momento a buscar los vestidos que usaríamos para la actividad en la que me obligó asistir junto a ella. Hace mucho tiempo no se lo que es vestirse con elegancia, aunque me causa curiosidad saber como me vería ahora, después de un largo tiempo sin usar vestidos caros, zapatos y prendas que costaban una fortuna.

Mientras pensaba que hacer con aquel teléfono, mientras seguía caminado de lado a lado, la voz de una chica me hizo detenerse.

—¡Hey!— dijo ella con el ceño fruncido. Me volví a ella y me disculpé.

—¡Oh! Disculpe no la vi— dije mirándola apenada.

—¿Se puede saber por que no me ha ido a recibir en la puerta?

¿Recibirla en la puerta? Pero ¿que se cree esta mujer? Como se atreve a... Espera ¿ella no será la hija menor de la señora Cha?

—Disculpe, realmente no la vi— hice una reverencia por respeto y volví a mi antiguo lugar.

—¿Donde esta mi madre?— dijo ella mirándome de arriba abajo.

—La señora salió hace mas de una hora, ¿desea que la llame?

—No, no la llames. Mejor sube mis maletas a mi habitación, y cuidado son muy costosas, algo que por lo que veo...— me volvió a ver, pero con desprecio—. No creo que puedas pagar ni la mitas con tan siquiera 5 meses de tu sueldo.

La señora Cha tenia razón. La chica es demasiado de mal educada, todo lo contrario a la señora Cha. Hice lo que me pidió, pero si fuera por mi, se quedaría todas sus maletas afuera mojándose.

Dieron eso de las 7:30 de la noche y ya la cena hacia sido servida. La señora me invito a cenar junto a ellos, pero mentí diciéndole que me sentía mal y que mejor me iría a descansar. Sabia que era la única manera de  hacer que ella me dejara irme. Claro, tampoco me fui a la  habitación y quedarme sin comer, claro que no. Sin que ella se diera cuenta, tome algunas frutas de la nevera y me las lleve para comerlas allí tranquila.

Lee Donghae

11:30 de la noche. Por fin había llegado. Hace tanto tiempo que no venia por esta área, que hasta me perdí en un momento dado. Baje del auto y me percato que mi padre esta parado frente a la puerta junto con mi hermana, quien reía de no sé que cosa. Lo mas seguro haciende cuentos, como siempre. Mi padre al verme, dejo de reír de inmediato. Cambiando su rostro risueño a uno más serio. No le cayó para nada bien que haya venido aquí.

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