Bonito Hotel
Nos dirigimos rápidamente Lizy, Inna y yo al autobús que, por segundos casi lo perdemos. Ya estaba cerrando sus puertas y nos íbamos a quedar en tierra.
El hotel no está muy lejos de Cádiz capital, está en Tarifa, y allí nos alojaremos en el Hotel Evans. Por la información que me dio Erick, es una franquicia de hoteles de toda la costa andaluza. Desde que empezaron con su principal hotel, en Málaga, han subido tan rápido que han tenido que expandirse.
Nunca he ido a Tarifa, pero espero que sea un bonito lugar, por lo que me han contado, los días en los que no hace levante, se está muy agusto. Pero cuando hace ese viento tan fuerte... la cabellera, ¡se te va volando! También he buscado lugares a donde ir y pasar el rato. He podido apreciar algunas fotos de sus playas y rincones en los que me emociona bastante poder ir.
Me costó bastante convencer a Erick, y que Erick convenciera a su, por ahora, jefe. Tal vez no es un cabrón viejo amargado, y por eso le dijo que sí a Erick.
Flashblack
Llamo a Erick rápidamente después de hablar con las chicas.
—¿Qué quieres ahora, renacuaja? —Me dice molesto, pero en realidad sé, que le encanta mi presencia.
—He estado pensado, en vez de un mes de caprichos, quisiera poder llevar a mis amigas allí, tenemos que estar varios días, ¿no? Entonces podemos aprovechar para unas minis vacaciones y así empezamos el verano de fábula.
—Estás... ¡estás completamente loca! Pero veré qué puedo hacer, ¡adiós! —Sin más me cuelga y manifiesto una gran sonrisa.
Fin del Flashblack
Después de casi dos horas en el apestoso y caluroso autobús, bajamos. La temperatura es mucho más baja que en Cádiz, incluso hace fresquito. Hace una pequeña brisa refrescante. La parada de bus no es como la de allí, es solo un pequeño edificio de una planta en donde está la recepción, baños y una pequeña cafetería. En la entrada hay un gran porche con paredes de cubitos de cristal, para la iluminación, supongo, porque por estética no quedan muy bien.
Saliendo de la entrada justo te encuentras con amplio espacio para los autobús, aunque solo caben dos o tres como máximo, a la izquierda hay otro porche más pequeña y destinado para hacer sombra a los taxistas. Detrás de los taxis se encuentra una gasolinera, la típica de todos los sitios.
Decidimos salir de ese rincón y buscar el hotel, ¿dónde carajos estará? Decido que la mejor solución será llamar a Erick. Así que cojo el teléfono y lo marco.
—¡Alexa! ¿Ya estás aquí?
—Sí, bobo, ya estoy aquí, pero estoy más perdida que una aguja en un pajar. Dime, ¿a dónde coño voy? —le pregunto mientras me fijo en una bazar o comúnmente llamado "El Chino".
—No moverse de allí que os recojo para traeros al hotel, no está lejos de por allí pero, seguro que con vuestra magnífica orientación, os perdéis. —Bufo y el ríe.
—De acuerdo, te estaremos esperando aquí o... dentro del bazar que acabamos de ver, enfrente de la estación de bus, ¿de acuerdo?
—Sí, sí, por ahí puedo aparcar sin problemas, pero no vayáis más lejos, u os abandono. —Me río por lo bajo y escucho como cuelga el teléfono sin ni siquiera decirme adiós. Creo que estos días que esté aquí, van a ser muy cansinos para él. Pero bueno, eso le pasa por engatusarme mientras andaba borracha.
Camino hacia las chicas, que están esperándome al lado del paso de cebra.
—¿Viene a recogernos? —Yo asiento y ellas sonríen. Cogemos nuestras maletas y las llevamos adentro del chino, aunque las dejamos en la puerta para no tener que ir cargando con ellas todo el rato.
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Ardiente Deseo I [+18]
Romance¿Será buena idea...? Una invitación a una sesión de fotos en un hotel de cinco estrellas puede cambiarte la vida para bien o para mal. ¿Quién iba a saber que el dueño del nuevo hotel iba a ser así? Tan... arrogante, calculador, maniático del contro...