Capítulo 11

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Pillados

En el restaurante nos ponemos en una mesa alejados de la gente, o al menos intentándolo. Como era lógico Erick y las chicas ya no están desayunando. Son más de las once.

—Buenos días, ¿qué deseáis para desayunar? —Nos pregunta una chica con una sonrisas muy amplia dedicada por y para James.

—Yo voy a querer un zumo de naranja y dos tostadas con aceite y tomate. —Digo ligera para que quite su sucia mirada de James.

—Vale, ¿y usted señor Evans? —Hija de... ni siquiera me miró cuando le hablé. Pero, ¡y a mí qué más me da! Este hombre y yo no somos nada, ni lo vamos a ser.

—Tomaré lo mismo que la señorita. —Me mira y me lanza un guiño.

—De acuerdo. Pues ahora mismo os la traigo.

Y así, la puta de la camarera, se fue.

—¿Te ocurre algo? —Me pregunta James.

—No, ¿por qué? —Digo con toda la tranquilidad del mundo. Me sorprende, pues tengo ganas de asesinar.

—No sé, te había notado algo tenso y malhumorada. —Le sonrío y le niego con la cabeza, por supuesto, fingiendo—. Mira, allí están tus amigas. —Señala con el dedo y voy a la dirección. Es cierto, ¿pero qué hacen aquí?

Me ven y se ponen a sonreírme y a saludarme. Vienen hacia mí y me levanto de la silla.

—Hola, ¿cómo es que estáis aquí?

—Pues qué vamos a hacer, Alex, desayunar. —Contesta Lizy con una pequeña sonrisa.

—Pensabamos que ibas a desayunar con Erick, nos dijo esta mañana en el teléfono antes de que tú llegaras que quería ir contigo y hablar sobre cosas. —Ahora responde Inna. No sé por qué me da por mirar a James y lo veo serio, con la mandíbula tensa y forzando una sonrisa cuando se da cuenta que lo estoy observando.

—Pero le dije que iba a correr y ya después almorzábamos juntos, y me contestó que entonces iría con vosotras.

—Pues aquí estamos, sin haber visto a Erick y sin haber desayunado. Así que os dejamos que estamos muertas de hambre. —Inna se lleva del brazo a Lizy mientras que se despiden con las manos y yo me vuelvo a sentir con James.

Su expresión no cambia, sigue serio y se le nota la vena de la frentre, ¿está cabreado? Y si lo está, ¿por qué? No he hecho nada para que se comporte así.

—¿Almorzamos juntos? —Me suelta de golpe.

—No sé si escuchaste que iba a comer con Erick. —Le digo con una media sonrisa.

—Ya veo. —Y se queda callado. ¿Pero por qué está molesto?

La camarera nos trae lo que le pedimos y lo deja en la mesa sin decir nada, solo dedicando alguna sonrisa a James y que éste ignora por completo. Cuando se va empiezo a comer, pero  apenas tengo apetito. Le doy un pequeño sorbo al zumo de naranjas y ahí me quedo.

—Come. —Me ordena.

—¿Y tú? —Le inquiero.

—No tengo hambre.

—Pues yo tampoco. —Me cruzo de brazos en la silla y dejo el plato y vaso intactos.

—Tú necesitas comer y más hoy que superastes tu récord corriendo. —Me mira, la vena se le hincha más. Le hago caso porque no quiero que empecemos a discutir en medio del restaurante—. Así me gusta.

¡Qué ganas de irme y dejarlo ahí plantado!

Me termino con todo y tengo fatiga por obligarme a comer. Creo que lo mejor es que me vaya a la habitación a descansar un poco.

—Voy a irme a la habitación, ¿vale? No me encuentro muy bien. —James se levanta de su silla y se acerca a mí. Me toca la cara, tiene las manos frías y me alivian bastante.

—Lo siento, te hice comer a la fuerza sin ganas.

—Da igual, ya está comido. —Me levanto de la silla y dejo a James ahí parado mientras voy saliendo del restaurante. Quiero irme a la habitación, necesito irme a la habitación.

Voy caminando por el pasillo y me encuentro con Erick.

—Oh, aquí estás. ¿Esa ropa es de correr? Porque no lo parece. —Me suelta con un tono de voz acusatorio.

—Erick, no estoy con ganas de aguantar tus tonterías.

—¿Fuistes a correr con James y ahora a desayunar con él? —Me alza un poco más la voz.

—Sí, ¿qué pasa? —No le entiendo y yo me encuentro fatal.

—Eres increíble Alexa, anoche te lo follastes, ¿verdad? —Vaya, eso dolió.

—¿Eres idiota? —Empiezo a cabrearme.

—Alex yo quiero que... —no termina y me giro para saber la causa. James está otra vez con la cara seria y la vena a punto de reventar.

—¿Pasa algo? Tu amiga no se encuentra bien y quiere ir a descansar —dice pronunciado la palabra amiga más despacio que las otras.

—No, ya me voy. —Erick se aleja de nosotros y yo sigo caminando hasta que por fin abriendo puertas puedo llegar a mi cama. Me tiro en ella y me acurruco, dejé que James entrara y me da igual. Ahora solo quiero dormir.

—Descansa, te sentará bien para digerir el desayuno. —James empieza a acariciarme la espalda y me recorre un escalofrío por todo el cuerpo—. Y quiero que sepas que, estuve a punto de decirle a tu amigo que anoche hice que gritaras mi nombre sin control mientras llegabas al orgasmo. —Me susurra en el oído y siento mis mejillas arder. ¿Cómo puede decirme esto en estos momentos?

—Eres tonto, James.

Recibo un sonido leve de una risa por su parte y cierro los ojos mientras me concentro en las caricias que me proporciona este hombre. Siento que cada vez se me va más el malestar y me empieza a entrar el sueño.

[...]

Estoy medio dormida y siento la cama hundirse detrás de mi espalda para después notar un brazo por mi cintura atrayéndome hacia un cuerpo grande. Me dan un beso en la cabeza y me vuelvo a dormir profundamente al poco tiempo.

Creo que estoy llegando al séptimo cielo solo teniendo a este hombre a mi lado dándome mimos. Lo conozco de hace tres días y ya siento una gran atracción hacia él.

 Lo conozco de hace tres días y ya siento una gran atracción hacia él

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12/04/2020

¡Buenos días desde España!👋🏻 Os traigo un nuevo capítulo, espero que os guste y le deis mucho amorcito.🤭

Hadala09❤️

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora