Capítulo 31

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Cayendo en James

James y yo estamos en su cocina, ambos de pie mirándonos y sin decir nada. Él espera que le responda pero yo no sé qué decirle, estoy perdida y muy confundida. Sé de sobra que estas cosas acaban mal, no es una historia de libros y películas que acaba el hombre enamorándose de ti, ¿o si? A lo mejor si acepto llegue a sentir algo por mí en un futuro, ¿pero eso es lo que quiero realmente? Un hombre que me esté pagando todo y que me resuelva la vida. No, no es lo que quiero, la verdad. Quiero marcar mi ritmo y mi vida, quiero ganarme el dinero, sufrir la experiencia desesperada de encontrar un trabajo, el ahorrar para llegar a fin de mes. Sí, me gustaría tener esa experiencia.

—Yo... James, tengo que pensarlo —aparto la mirada y me alejo un poco de él.

—No, no tienes que pensar nada, es sencillo, te lo doy todo, solo tienes que dedicarme algunas horas al día —se vuelve a acercar a mí para agarrarme de la cintura.

—Ya te he dicho, necesito pensarlo —intento soltarme de su agarre pero no me deja—. James, lo que me propones es una locura, yo necesito la experiencia de estar desesperada intentando conseguir dinero para pagar mis cosas.

—Pues ya está, yo te las pago cuando estés desesperada, cuando no lo consigas yo te doy lo que te haga falta —pongo los ojos en blanco—. No me gusta que hagas eso.

—No lo entiendes, James.

—No me pongas los ojos en blanco y dime, ¿cuánto tiempo necesitas? Quiero una respuesta —me sigue insistiendo.

—No sé, comamos y descansemos, creo que será lo mejor que hagamos en lo que queda de noche, ¿vale? —él asiente de mala gana y se aleja de mí cogiendo la comida y poniéndola en la mesa con cubiertos y platos.

Empezamos a comer los dos en silencio, estoy bastante incomoda y tensa pero me he decidido que lo mejor ahora mismo es no darle más vueltas. Ambos estamos en un punto que lo que quiere él no es lo que quiero yo exactamente. Tal vez si aceptara pero poniendo yo las condiciones, estaría mejor, incluso es capaz de empezar a sentir sentimientos que no sean solo sexuales. Se supone que ya lo tengo loco, a lo mejor el siguiente paso es que se enamore de mí, ¿pero cómo aceptar a un hombre que te quiere obligar a darte de todo en la vida? Además, también tendría que conocerlo más. Sí, es muy guapo. Sí, es caballeroso. Sí, en la cama será lo mejor. Pero hay más que un físico y una buena cualidad, debo saber más su personalidad, su pasado, qué planes tiene para su futuro. Necesito saber mucho más, y la única manera de conocerlo y saber si es un hombre que quiero o no es aceptando su petición, con modificaciones claramente.

Terminamos de comer y me levanto para dejar los platos en el fregadero. Al volverme James ya se está yendo a su habitación. Ahora que lo pienso, ¿a dónde duermo yo? Se supone que vamos a darnos espacio esta noche, ¿no? Entonces, ¿qué hago?

Me quedo en el salón específicamente en el sofá sentada y pensando en qué coño hacer, James se fue y me ha dejado aquí, estoy muy pero que muy molesta y tengo ganas de patearle los huevos. Saca todo la malo de mí este hombre, ni siquiera tengo mi móvil para poder entretenerme viendo Instagram o alguna red social, o incluso las noticias, es importante saber algo del mundo.

—¿Qué haces ahí? Te estoy esperando —me entra un escalofrío por el cuerpo cuando escucho su voz.

—No sé, no me has dicho dónde tengo que dormir —frunce el ceño y viene directo hacia mí para cogerme del brazo y tirar de él.

—¡Oye! —me quejo pero no hace caso, al revés lo que hace es cogerme por las piernas y colgarme como saco en su hombro—. ¡James!

Llegamos otra vez a su habitación y me acuesta en la cama. Él se sube también a ella y se queda a mi lado.

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora