Él
James.
No puedo creerlo, él está aquí. Me mira con la mandíbula tensa, la respiración agitada y lo poco que veo de sus ojos puedo saber que los tiene dilatados al máximo. Me empieza a faltar el aire y necesito salir del agarre y del pasillo, se me está volviendo muy pequeño, pero tampoco puedo moverme, no soy capaz de moverme.
Nos quedamos así durante los minutos más largos de mi vida. ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué juego es este? No me atrevo a hablar y él tampoco dice nada, ni siquiera muestra un poco de interés por hablar.
Sin aviso ninguno acerca sus labios agresivamente a los míos y me obliga, prácticamente, a que abra la boca entrando así su lengua y llegando a cada esquina de ésta, sin dejarse un lado. Me siento muy abrumada, le sigo el beso, necesitaba este beso. ¿De dónde salió? Joder, es la primera vez que deseo que un hombre me debore sin importar qué.
Estoy cayendo al abismo en picado, sin frenos y sin importancia. Deseo tanto a este hombre en estos momentos, sé que no debo dejarme llevar, que hay muchas dudas e incógnitas. ¡Ni siquiera nos conocemos de verdad! Es imposible que en tan solo cuatro míseros días podamos sentir algo del uno al otro que no sea solo atracción física.
Es lo que es, idiota.
Me estoy quedando sin oxígeno e intento con todas mis fuerzas separarme de él, pero es imposible. ¿Se puede morir por un beso? Se acaba apartando, estrechándome más en la pared y apoyando su frente en la mía con los ojos cerrados. Las manos las tiene a ambos lados de mi cabeza, no tengo ni siquiera espacio para mover una pierna.
Mientras que no sé qué pretende hacer James, respiro agitada cogiendo todo el aire que me hacían falta en los pulmones. Y de repente abre los ojos y me mira directo a los míos. Ahora comienzo a ponerme nerviosa, es imposible saber qué quiere si no me habla.
—Quiero que te quede claro una cosa, nena. —Dice entre dientes, apretando tanto su mandíbula que parece que se fuera a romper y a caer en pedazos—. No quiero verte con ningún otro hombre, ni besos, ni caricias, ni abrazos, me da igual si es o no solo tu amigo.
Parpadeo un par de veces. ¿De verdad acabo de escuchar lo que está soltando por esa hermosa boquita? ¡Qué cojones!
—Esta noche te vienes conmigo —se separa de mí y me coge del brazo, empieza a caminar y cuando soy consciente me paro en seco casi cayendo si no fuera porque él me agarra y se vuelve, apretándome la cintura.
—¿Qué mierda te pasa? —consigo al fin decir algo.
—¿Quieres saber lo que me pasa, Alexa? —Se acerca tanto a mi cara que siento su aliento salir con cada pronunciación de sus palabras. No me atrevo a hablar así que asiento—. Me tienes jodidamente loco, Alex —mueve su mano desde abajo de mi cintura hacia arriba, apretándola bien a mi cuerpo. ¡Esto está siendo una tortura!
—James... —intento detenerlo pero en vez de sonar autoritaria, suelto un suspiro que parece un gemido.
—¿Si, nena? Dime, dime qué quieres. —Acerca su cabeza a mi cuello y empieza a acariciarlo con la punta de su nariz.
—Quiero... —no puedo dejarme llevar—, quiero que pares, por favor.
Él se separa unos centímetros y le miro a los ojos, no sé por qué pero me entran ganas de llorar. Tal vez sea la gran impotencia que está creciendo en mi interior. No quiero estar con Erick, no quiero estar con James, ¡no quiero estar con nadie! Lo único que quiero es tranquilidad y paz en mi vida. Quiero trabajar y tener una casa, vivir con mis gatos y leer hasta hartarme, no necesito estar con un hombre para ser feliz. ¡James es mi deliciosa y esquisitas perdición! No puedo caer en él, sino convertirá mi vida en un caos.
—No. No puedo hacer eso. —Me intenta besar pero alejo mi cabeza.
—Vete.
—Alexa, no me hagas cogerte y llevarte en el hombro, hagamos las cosas bien. —Coloca sus manos en mis mejillas.
—Hacemos las cosas bien si me dejas en paz y te vas, no tengo motivos ni ganas para irme contigo, no somos nada. —Le digo consiguiendo alejarme un poco, pero rápidamente pone sus manos en mi cintura atrayéndome hacia él—. Por favor, James. —Le digo con la voz casi rota. No puedo aguantar mucho con la tormenta de sentimientos encontrados en mi interior.
—Nena... —va a poner su mano derecha en mi mejilla para quitarme una lágrima, que no sé cuándo salió, y aprovecho para zafarme totalmente de su agarre y salir corriendo a la puerta y llamar al timbre.
—¡Vete, James! Y por favor, no vuelvas.
—¡Alexa ven aquí ahora mismo! —Me exije acercándose a mí, no estamos lejos, solo a dos o tres metros como mucho.
—Las chicas me van a abrir y si te sobrepasas llamarán a la policía. ¡Quiero que te vayas y me dejes en paz! —El perro del vecino empieza a ladrar y la puerta de la casa se abre. Inna sale asustada al escuchar los gritos y me ve a mí temblando con lágrimas en los ojos para después ver a James echo una furia con el pecho subiendo y bajando rápidamente.
—Vamos adentro. —Me agarra del brazo y me entra a la casa lo más rápido que puede. Cuando estamos adentro me abraza y Lizy se acerca corriendo de la puerta de su habitacióna nosotras para abrazarnos las tres. Damos un brinco cuando escuchamos golpes en la puerta.
—¡Alexa quiero hablar contigo! —Me grita.
—¡Es mejor que te vayas, James! —Grita Inna. Ya no escuchamos más golpes, pero sí unos pasos yéndose de la puerta.
Nos sentamos en el sofá. Lizy me trae un vaso de agua y yo intento entrar en tranquilidad y armonía conmigo misma, pero me cuesta bastante.
¿De dónde salió? Y, ¿por qué cojones se puso así? ¿Vio mi beso con Erick? Cierro los ojos para luego abrirlos lentamente.
—Voy a dormir. —Digo sin más para levantarme e irme a mi habitación y tirarme en la cama dejando a Inna y a Lizy intranquilas, supongo, en el salón.
Esto es demasiado en un solo día.
30/04/2020
¡Buenas!🤭 Hoy estoy emocionada pues tengo una sorpresita que pondré dentro de poquito.
¡Espero que os guste y le deis mucho amor!😍
Hadala09❤️
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Ardiente Deseo I [+18]
Romance¿Será buena idea...? Una invitación a una sesión de fotos en un hotel de cinco estrellas puede cambiarte la vida para bien o para mal. ¿Quién iba a saber que el dueño del nuevo hotel iba a ser así? Tan... arrogante, calculador, maniático del contro...