Encerradas
James está modo cariñoso y me resulta tan raro, nunca había conocido ese lado tan hermoso y atento de él. Me alegro mucho tenerlo ahora mismo a mi lado.
―Qué caballeroso, Señor Evans ―le digo mientras cojo mi desayuno perfecto y me voy con una sonrisa seductora. James me devuelve media sonrisa de las suyas que provocan hasta morir, y me sigue hasta la mesita del salón, donde coloco la comida y me siento para disfrutarla.
―Quería hacerte algo de comer. Por cierto, ¿has dormido bien? ―me pregunta mirándome a los ojos buscando una respuesta sincera. ¿Se refiere por anoche? Porque después de un exquisito orgasmo se duerme una muy bien.
―Sí, creo que hacía mucho tiempo que no dormía tan bien ―James asiente satisfecho con la respuesta―. James ―me mira de nuevo―, ¿se sabe algo de Aaron?
―Ahora mismo está detenido a espera de juicio ―dejo mi comida en el platón y miro a James con los ojos y la boca abiertos.
―¿Por qué no me has dicho nada? ¡Sabes que estoy muy preocupada, James! ―le grito para levantarme del asiento y ponerme frente suya para imponer más.
James me coge de la cintura con sus manos y me atrapa entre sus brazos fuertes. Tengo sus piernas alrededor de mis caderas y siento como la temperatura va subiendo por todo mi cuerpo. Estoy peor que una adolescente hormonada.
―Quería decírtelo cuando estuviera preso definitivamente ―me dice dándome un beso en el cuello.
―No es excusa... ―suelto un pequeño jadeo.
―Bueno, te tendrás que conformar ―Se levanta y me da un beso casto en los labios, para después coger su chaqueta de la silla de al lado y alejarse de mí. Le miro alzando mi ceja derecha―. Tengo que irme. Te hablaré por el móvil, ¿de acuerdo?
―¿Estás hablando en serio? ―James asiente con media sonrisa mientras abre la puerta y se marcha por ésta.
―¡Estaba hablando en serio el capullo de mierda! ―Grito para la puerta―. ¡Maldito! ―le chillo a la puerta cerrada, pobre, ella no tiene la culpa de que James sea estúpido.
¿Cómo puede dejarme así? Justo acaba lo malo y ya se marcha, ¿no quiere saber más de mí? Imposible, sino no hubiera hecho todo esto. Aunque bueno si lo pienso ―mi mente es muy maligna―, perfectamente podría haber sido por su propio bien, ya que realmente a quien le afectaba era a él y a su hermano.
Creo que es mejor que deje de pensar tonterías.
Voy a mi habitación y cojo el móvil con la esperanza de que me llegue un mensaje suyo, pero nada. No llega nada.
Me tumbo en la cama resignada a que no me va a hablar.
[...]
Estoy con las chicas dando una vuelta para despejarnos de toda la mierda de estos últimos días. Han pasado ya tres desde que Aaron fue arrestado y James no me habla.
Estoy muy cabreada con él y quiero saber por qué no me habla, pero también soy muy orgullosa así que tampoco le he hablado yo. Estoy muy enfadada.
―Me acaba de llegar un mensaje de Rodrigo ―Inna está con el móvil en las manos mientras teclea algún mensaje para Rodrigo.
―¿Qué te ha dicho? ―pregunta Lizy.
―Me está hablando de Aaron ―ponga toda mi atención en Inna―. Parece que va a tener juicio dentro de cuatro días, mientras si le pagan una fianza, podrá estar en la calle ―me pongo pálida a escuchar lo último―. Dice que es mejor que estemos en la casa y cerremos todo bien con llave para antes de las cinco de la tarde.
ESTÁS LEYENDO
Ardiente Deseo I [+18]
Romance¿Será buena idea...? Una invitación a una sesión de fotos en un hotel de cinco estrellas puede cambiarte la vida para bien o para mal. ¿Quién iba a saber que el dueño del nuevo hotel iba a ser así? Tan... arrogante, calculador, maniático del contro...