Capítulo 62

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Entre tus brazos

James me agarra por las piernas elevándome hasta su cintura en donde me enrosco. Nuestro beso calmado se ha convertido en uno desesperado, agresivo y apasionado. Sus músculos tensos y él excitado me están volviendo loca. No sé si voy a poder controlarme para lo que va a venirse, pero aun así intento separarme un poco de James.

—No deberíamos —le digo en un susurro.

—No veo cuál es el impedimento —vuelve a juntar nuestros labios y me lleva hacia la cama donde caigo tumbada y él se coloca encima de mí sin dejar caer todo su peso.

Sus caricias suaves por toda mi piel, es una bendición exquisita. Necesito de James al igual que él necesita de mí. Sus manos viajan por mi estómago hasta llegar a la parte superior de mis pantalones, en donde introduce su mano por debajo de éstos hasta llegar a mi feminidad. Siento una carga eléctrica por todo mi cuerpo. Lo quiero a él, solo me imagino sintiendo todo este placer con él.

―Te necesito ―me susurra en el oído.

Introduce un dedo en mi interior y no puedo evitar gemir mientras cierro mis ojos. Yo también lo necesito. Empieza a moverlo mientras con su boca va dejando un sedero de besos hasta llegar a mi pezón erecto debajo de la tela, le da un bocado y pego un pequeño brinco. Llevo mi mano hasta el bulto de sus pantalones y lo agarro apretando con delicadeza, James suelta un gemido que me hace sonreír. Sus labios van directos a los míos, con agresividad y deseo.

―Te gusta jugar, ¿verdad? ―me pregunta con su voz ronca y sensual, yo asiento con una pequeña sonrisa a la que él me corresponde de la misma manera.

Se pone de rodillas y con sus dos manos me quita los pantalones junto a las bragas en un segundo, después va hacia mi camiseta y hace lo mismo. Quedo totalmente desnuda ante él.

―Veo que nadie te ha tocado, nena ―Miro hacia donde él, y veo mi intimidad con vello púbico. Inclino mis rodillas de la vergüenza y James me coge las piernas y me las estira―. No, nena. Me encanta.

Pone su cabeza en mi vagina y empieza a acariciar su nariz con mis vellos, empiezo a reírme flojito por las cosquillas que me está haciendo, hasta que mete mi clítoris en su boca y lo succiona provocando que de la sorpresa grite, James me aprieta el muslo indicando que me controle. Esto es muy excitante.

Empieza un peligroso y sensual juego con mi clítoris y su lengua. Esto es pura maravilla. Echaba de menos poder sentirme yo misma, libre, sexy, salvaje. Me gusta esta yo, y aunque tuviera planes de mi futuro, creo que quiero incluir a James en ellos.

"Perdónalo".

M grita mi subconsciencia mientras siento espasmo de un próximo orgasmo. Aumenta la velocidad de sus lamidas, haciendo que en pocos segundos llegue agarrándole del pelo y mordiéndome el labio para no soltar ningún gemido, incluso me he hecho sangre.

James sale de su escondite con una sonrisa victoriosa y se eleva hasta mi cara, posa sus labios en los míos mientras me acaricia el brazo.

―¿Te ha gustado? ―me pregunta lamiendo mi herida de los labios.

―Sabes de sobra que sí ―pongo mis brazos alrededor de su amplio y fuerte torso―. Te echaba mucho de menos ―susurro escondida en su pecho.

―¿Cómo? ―No sé si me ha escuchado o está sorprendido, pero decido mantenerme callada. Siento su mano volver a mi brazo para acariciarlo de nuevo. Es una sensación bastante agradable y relajante, tan así que empiezo a sentir sueño. Cada vez me cuesta más mantener mis ojos abierto hasta que me duermo entre los brazos de Morfeo.

[...]

Abro los ojos con una sonrisa al recordar lo que ocurrió apenas unas horas en mi habitación, y sobre todo en mi cama. Me sonrojo levemente. Busco a James con mi mano pero no está por ningún lado de la confortable cama de dos personas.

Me siento en la cama y veo que no está en toda la habitación. Me desilusiona que no se haya despertado conmigo, pero también debo ser consciente que estamos hablando de James Evans, un hombre complicado de entender...

Me levanto sintiendo un leve dolor en la entrepierna, lo que provoca que me ría flojito. Debo de asearme un poco, aunque haya tenido una plácida noche, no debo olvidar del problema que hay ahora mismo por mi culpa.

Decido que unos pantalones vaqueros de licra negro serán cómodos para el día de hoy, junto a una sudadera negra y las Converse del mismo color. Parece que hoy fuera de luto, cuando en realidad debería ir de rojo intenso y sensual.

Tengo ganas de seducir a James.

"Pervertida".

Mi conciencia lleva desde anoche comunicándose conmigo para que perdone a James por todo lo que me ha hecho y le dé una oportunidad. Si analizo, realmente no tengo ningún rencor, es más, si lo pienso creo que es algo meramente normal.

Un magnate de los negocios que tiene que contraer matrimonio por intereses, que conoce a una chica que lo cambia todo y decide no casarse.

Hasta ahí es bastante entendible. El problema es cuando me ha estado ocultando que tenía una mujer con la que iba a casarse, pero no es que solo sea eso, sino que también estaba metida en los juegos que se traen los Evans, y que además querían incluirme en ellos, como una amante. Me dolió bastante saber que James solo quería eso conmigo, inconscientemente pensaba que él estaba desarrollando algún tipo de sentimiento por mí, como yo por él.

Ahora parece que es así, ha dejado a Carol y quiere una oportunidad conmigo, ¿pero qué clase de oportunidad? ¿Solo sexo? Vuelvo a tener muchas dudas, y no sé si estoy preparada para que James me vuelva a destrozar el corazón.

Salgo de mi habitación para encontrarme a James solo en la cocina y sin nadie en el salón o por ninguna otra parte de la casa.

Esto promete.

―¿Dónde están todos? ―le pregunto mientras abro la nevera para coger zumo de mandarina.

―Liz e Inna están durmiendo todavía, mi hermano Rodrigo se fue hace un rato y Erick no lo he visto desde anoche ―me dice mientras termina de preparar el desayuno.

―Oh, por cierto, tu desayuno tiene buena pinta ―le sonrío―. Creo que te voy a copiar.

―No hace falta que me copies, esto es para ti ―me da una media sonrisa mientras me guiña el ojo―. Lo que pasa que te has adelantado a los hechos. Te lo iba a llevar a la cama.

Me derrito ante sus palabras.

Me derrito ante sus palabras

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02/10/2020

¡Holaa! ¿Cómo están? Yo estoy alrededor de unos proyectos con esta novela, y espero que todo salga bien y sea guay. 

¡Muchísimas gracias por todo su apoyo y amor!

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