Capítulo 39

11.6K 563 14
                                    

Tregua de paz

Hemos llegado al paseo y hay una agradable brisa marina que refresca bastante. Nos sentamos en un banco manteniendo un poco de distancia. Estoy muy enfadada para estar tranquilamente a su lado.

—Espero que tengas unas buenas excusas para la que has liado en tan pocas horas —le comienzo diciendo, pero en realidad ni siquiera debería de darle la oportunidad a que lo perdone.

—Creo que debería explicarte desde el principio para que entiendas mejor las cosas —asiento indignándome a mirarle a los ojos—. Esta mañana recibí una llamada bastante importante sobre una expansión que deseaba hacer desde hace mucho tiempo. Me han dado el terreno y la aprobación de los planos de un nuevo hotel en Cádiz, lo mejor de todo es que en el terreno ya hay una vieja mansión enorme que puedo reparar y hacer un hotel estilo rústico en vez de moderno.

»Para mí es muy importante porque realmente deseo que se lleve acabo el proyecto, lo he estado esperando con mucha ansía —da una breve pausa, la verdad es que me alegra bastante que pueda conseguir sus objetivos.

—¿Qué tiene que ver eso conque me llamara tu ex? —le pregunto para que no se desvíe del tema.

—Ella es mi socia, el padre mejor dicho era mi socio con el que hice el planteamiento de reformas y el hotel, firmando así un acuerdo de beneficios y responsabilidades para ambos. El problema fue que el padre de Carol se ha tenido que jubilar dejando a la hija como heredera, algo que es normal y lo sé desde hace tiempo, lo que no sabía que sería tan pronto y justo cuando más tenemos que estar hablando del negocio, cómo lo vamos a plantear todo, el presupuesto, etcétera.

—Anda, mira tú qué bien. Vas a tener que soportar a tu ex durante un largo tiempo, entonces dime, ¿cómo debo de reaccionar con ella? Porque cuando fue al restaurante ayer no veas sus intenciones de follarme —James abre los ojos como platos y me mira. Creo que nadie le contó los acontecimientos de anoche.

—¿Por qué no me has contado nada? —Le ha cambiado la cara por completo, ahora parece el James de hace media hora, furioso y tenso.

—¿Cómo te iba a decir algo? Ayer me fui a tu casa después de un encuentro chocante con Rodrigo, a la mañana siguiente no estabas y me llama tu asquerosa ex desde tu móvil, dime, ¿en qué momento hemos tenido un tiempo para poder hablar tranquilos? —James agacha la cabeza.

—Tienes razón, ¿qué pasó?

—Nada, solo me molestó. Lo único es que se acercó a tu madre cuando ya estaba por cerrar y apenas quedaban clientes, y fue muy grosera con ella, ¿cómo has estado con una mujer que solo sabe echar veneno por la boca? Además tiene intenciones de hacer un trío los tres, ¡está loca! —me llevo los dedos a la sien para darme un pequeño masaje—. No te voy a juzgar, porque ni siquiera somos algo —aparta sus ojos unos segundos y vuelve a mirarme—, pero realmente deberías hablar con ella para que no se acerque a tu madre, no está en condiciones para soportar a víboras.

—Sí, debo de hablar con ella y aclarar algunas cosas. ¿Te habló algo de mí? —Pregunta de manera demasiada curiosa.

—No... —solo siguió llamando suegra a tu madre y esta mañana cuando escuchó la palabra «ex» le extrañó.

—Está bien, maldita arpía.

—¿Puedo preguntar qué pasó entre vosotros dos? —me acerco un poco más a él apoyando mi mano en su rodilla. Si quiero sacarle información tendré que ponerme algo coqueta.

—Creía que era la mujer de mi vida, realmente la he querido pero empezó a actuar de manera muy extrañas entonces empecé investigando y al parecer se acostó con mi hermano alguna vez y tenía un amante —Vaya con la zorra.

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora