¿Coincidencias?
Después de mi desagradable charla con James, me fui directa a buscar casas de alquiler que estuvieran dentro de mi presupuesto mensual. Aunque en realidad debería ir por orden y encontrar un trabajo. Por ahora tengo dinero ahorrado para vivir más de seis meses sin trabajo, claro contando que el alquiler fuese de unos trecientos euros aproximadamente. También tengo que comprar comida, además de otros gastos que tiene una casa o simplemente si quiero salir una noche con las chicas a bailar o beber, la vida adolescente.
—Hola, buenos días —hablo con mi móvil en la oreja.
—Buenos días, ¿quién habla? —me pregunta una voz grave. Me suena bastante.
—Me llamo Alexa, estaba llamando por la casa de alquiler que he visto en la... —no me deja seguir.
—¿Alexa? ¿Cómo has conseguido mi número? Se supone que no te di el mío —No puede ser.
—Perdona, ¿quién eres?
—Aaron, nena. Parece que el destino quiere que nos conozcamos —¡Madre mía!
—Esto es muy fuerte, o sea, es que no me lo creo, ¿cómo puede ser? —empiezo a reírme junto con él.
—Bueno al parecer no soportabas esperar a que yo te llamara —un poco engreído, pero encantador.
—Me sorprende bastante, no te voy a mentir. Realmente quiero alquilar tu casa, por las fotos que has subido se ve fantástica —le confieso sin rodeos.
—Oye, estoy libre esta noche, ¿te gustaría tener una cena conmigo? Podríamos hablar de mi casa que alquilo y también conocernos más.
—Bueno, me parece bien, ¿a qué hora te viene bien? —Tengo una sonrisa tonta en la boca.
—Si quieres puedo recogerte sobre las nueve y media, dime tu dirección —lo escucho animado y sé que estará mostrando una sonrisa amplia y llena de satisfacción.
—De acuerdo, te la paso por WhatsApp, chico de alquiler —me río y no dejo que se despida de mí, ya que cuelgo la llamada.
Encuentro a las chicas en el sofá como de costumbre. Están con sus móviles ignorándose una a la otra. Qué buen plan de día.
—Chicas, ¿así vais a pasar el día? —me miran—. ¿No es mejor si salimos a merendar por ahí?
—Como quieras, aunque tengo cita esta noche con Rodrigo, así que tendré que venir temprano para prepararme —dice Inna.
—Oh, vaya, no eres la única.
—¿Cómo? —pregunta Lizy.
—Pues un chico mono, Aaron, me ha dicho de cenar juntos esta noche, además tiene una casa para alquilar a buen precio y vamos a hablar de ello —muevo mis cejas hacia arriba y hacia abajo.
—¿En serio alquila casa? Eso es señal de que tiene más. Es adinerado seguro —suelta Inna, espero que bromeando.
—Ya bueno, yo lo único que quiero es que hagamos un contrato de alquiler y pueda empezar a vivir allí el mes que viene —las chicas me miran mal.
—No quiero que te vayas, Alex —empieza diciendo Inna.
—Te preocupas demasiado por el dinero, sabes que no tienes deudas con nosotras —finaliza Lizy.
—Lo sé, pero qué clase de amiga sería si me aprovecho de vuestra bondad conmigo —me acerco a ellas y les doy un abrazo— Sois las mejores amigas del mundo, y os prometí que cuando encontrara un trabajo empezaría a pagaros lo que os debo.
[...]
Es por la noche, falta media hora para que Aaron venga a por mí y hace tiempo que no siento los nervios por mi cuerpo. Inna ya se fue con Rodrigo y Lizy está en el salón esperándome a que salga de mi cueva y le enseñe mi vestimenta. Creo que es adecuada para la ocasión, no es muy formal y tampoco es informal, simplemente sencillo.
Cojo ánimos y salgo de la habitación viendo a Lizy girarse para verme. Se le hace una amplia y blanca sonrisa en los labios. Junta sus manos para aplaudir mientras da unos pequeños saltitos de emoción.
—Estás preciosa con el vestido azul marino. Y los zapatos son lo mejor —Sus zapatos... se empeñó a que me pusiera unas plataformas color negro a juego con el cinturón del mismo color para remarcar mi cintura.
—Estoy nerviosa, espero que no haga tonterías —se ríe.
—En tu genética viene hacer tonterías a todas horas, cielo —me dice dándome un beso en la mejilla y justo llaman al timbre.
—Oh por dios, es él —digo separándome de ella e intentando coger la respiración. Se nota que cuando vas con alcohol en el sistema te da igual las cosas.
—Tranquila, ve y ábrele —asiento y voy hacia la puerta.
Abro despacio y me encuentro con Aaron y un enorme ramo de flores rosas y rojas precioso. No puedo esconder mi asombro. Tengo la boca abierta.
—Son preciosas, Aaron. No tendrías que haberte molestado —las cojo en mis brazos y me acerco a él para darle un beso en la mejilla.
—Tú también estás preciosa —siento mis mejillas acalorarse.
—Gracias... —Alza su mano para que la abrace con la mía, pero antes me giro para despedirme de Inna que está con la boca abierta por el ramo de flores. Yo se lo dejo en sus manos y me voy con Aaron.
Es algo incómodo estar agarrada a su antebrazo, parecemos una pareja y en realidad no quiero hacerle creer que quiero una. Es cierto que es bastante atractivo y llama bastante mi atención. Aunque no le llega a la suela de los zapatos a James, él sí es único.
¡Basta! No debo de pensar en James y menos cuando estoy con un bombón como éste. Estaba muy tranquila, superando poco a poco el no estar con James y tiene que llamarme el desgraciado para decirme tonterías como si yo le importara algo, además de ser un egoísta y machista. No soy un objeto y debo de hacerme valorar, Aaron me valora, James no. Y no se puede cambiar a una persona de la noche a la mañana —y mucho menos cuando se va a casar—. Maldita sea.
—¿Estás bien? Te noto algo pensativa.
—Sí, perdona. Es solo que intento mantener la mente calmada para no ponerme nerviosa, ya sabes, eres un chico bastante atractivo —Primera tontería, si es que lo llevo en la genética.
31/07/2020
¡Holaaa! Nuevo capítulo para mis amores. Si os gusta ya sabéis, darle mucho amorcito para que yo lo sepa.🥰
Gracias por todo.😍
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Ardiente Deseo I [+18]
Romance¿Será buena idea...? Una invitación a una sesión de fotos en un hotel de cinco estrellas puede cambiarte la vida para bien o para mal. ¿Quién iba a saber que el dueño del nuevo hotel iba a ser así? Tan... arrogante, calculador, maniático del contro...