Capítulo 41

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Llegamos a la casa de James, ni siquiera me da tiempo a soltar el bolso cuando lo tengo pegado a mí llevándome hacia la pared para acorralarme. Comienza a besarme desesperado y con lujuria.

Sus besos son únicos, los labios que tiene atrapan como telarañas. Pasa sus manos por mi cintura bajando hasta mi culo que empieza a apretarlo contra su cadera, de momento noto un bulto procedente del vientre bajo, su hermosa polla. Me coge por el cuello pegándome más a su sus labios, intensificando más el beso. Esto es una maravilla.

—¿Cómo lo quieres hoy, nena? ¿Duro? —sus palabras me excitan, tanto que siento palpitar mi clítoris.

—Te deseo ardiente sobre mí —le susurro sin vergüenza alguna.

—Muy bien —me coge por las piernas para que lo rodee por su cintura, cosa que hago de momento. El vestido se sube dejando a la vista un poco de mi culo.

Me lleva al sofá más cercano y me tumba en él quitándome por completo el vestido, se da cuenta de que no llevo sujetador y sus ojos se oscurecen.

—Nena, eres muy traviesa —se agacha para empezar a lamer mis pezones que al instante de sus roces se ponen erectos.

Muevo mis caderas hacia él, lo que provoca un gruñido. Sé que quiere estar dentro de mí. Con sus manos que van viajando por toda mi barriga las empieza a bajar hasta llegar a mi intimidad, que por encima de las bragas me aprieta el clítoris.

—Estás húmeda, nena —susurra entre mis pechos. Sus manos deciden todavía no quitarme la braga sino colarse dentro de ella y acariciar los labios de mi vagina, provocando una lenta y deliciosa tortura.

—James, por favor —le suplico para que deje de jugar con mi intimidad y le dé el placer que tanto anhela.

Agarra por fin mi braga y me las quita con agilidad y rapidez, apenas he tenido que moverme. James como siempre es el último en desnudarse así que me incorporo y comienzo a besarle la mejilla para bajar hacia su cuello y mientras le doy besos comienzo quitándole la camisa, botón por botón lentamente. Yo también sé jugar al juego de impacientar.

James pone sus manos en mi espalda, acariciándola. Cuando por fin he logrado quitarle todos los botones de la camisa, se la abro viendo sus pectorales bien tonificados y formados. Todo su cuerpo es perfecto para mí. Bajo mis labios rozando su piel hasta llegar a su pezón que le doy una lamida, él aprieta sus manos en mi cintura y doy un pequeño gemido.

Puedo ver en los pantalones un enorme bulto con muchas ganas de salir, así sin pensarlo dos veces le quito el cinturón para después bajarle hasta las rodillas el pantalón. Con los bóxer su miembro se hace más visible, como si no lo fuera ya. Meto mis manos por dentro rozando por fin su polla hinchada y la saco de su escondite

Muevo mi mano desde abajo hacia arriba lentamente. Veo que James cierra los ojos echando un poco para atrás su cabeza, tiene los labios entreabiertos y su pecho empieza a agitarse por su respiración cada vez más acelerada.

—¿Te gusta, nene? —le pregunto susurrando por encima de sus jugosos labios.

—Yo soy el dominante en el juego, nena —me agarra de los hombros para empujarme y caer en el sofá, se coloca entre mis piernas una vez que se deshace del pantalón y bóxer—. Vas a gritar del placer que te voy a dar esta noche —Sin poder responderle me penetra rápido y profundo.

[...]

Noto las caricias en mi cabello que hacen que abra los ojos poco a poco, la luz me molesta por lo que decido volver a cerrarlos. Me he dado cuenta que estoy abrazada al cuerpo de James.

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora