Llamadas desesperantes
Me despierto dándome el sol en la cara. Es muy molesto así que me cambio de posición en la cama pero siento a otra persona a mi lado y me levanto de golpe gritando.
—¡Dios mío! ¿Qué coño haces aquí, Erick? —Me llevo la mano al pecho e intento tranquilizar la respiración.
—Las chicas me contaron lo que pasó anoche cuando te dejé en el portal —se sienta en la cama—. Lo siento mucho, Alex. Debería haberme asegurado más tiempo que nadie fuera a entrar en el portal. —Dice cogiendo mi mano y acercándola a su boca para darle un beso.
—Tú no tienes la culpa, ¿cómo ibas a saber que James aparecería? —Despega su cara cerca de mi mano y me frunce el ceño. ¿Qué dije?
—¿James? —pregunta con voz algo más dura.
—¿No has dicho que las chicas te han contando? —Le pregunto acomodándome en la cama y cogiendo la almohada para ponerla detrás de mi espalda.
—No, nada que ver. Ellas me dijeron que un hombre entró y te estuvo acosando en la entrada de la casa y que al final se fue porque ellas salieron y amenazaron con llamar a la policía. —Me cuenta Erick levantándose de la cama.
—Y, ¿por qué te han contado eso?
—Porque vine hace un rato y pregunté si seguías durmiendo, que era normal pues llegaste tarde —se pasa las manos por la cabello. Creo que se está poniendo alterado—. Y entonces ellas me preguntaron por qué sabía yo que llegaste tarde y entonces les conté que te recogí, lógicamente omití lo del beso.
—¿Qué beso? —escuchamos la voz de Lizy en la puerta. Me muevo hacia un lado, ya que Erick estaba en medio y no podía ver que la habían abierto. Mierda.
—¿No sabes que está mal escuchar a escondidas? —Dice Erick de forma amigable.
—No estaba escuchando a escondidas, he venido he abierto y he escuchado lo que acabas de decir. —Dice ella mirando con enfado a Erick para después verme a mí. Mierda por dos.
—¿Os habéis besado? —Suena la voz de Inna detrás de Lizy. La puerta se abre todavía más y sale ella de atrás. Nos quedamos los cuatro mirando y choco la palma de mi mano con mi frente.
—No.
—Sí —dice Erick.
—Mierda.
Erick me mira con perdón y yo lo fulmino con la mirada.
—Ah, ¡qué bien! —Lizy no dice nada de sus sentimientos por él, pero realmente se nota muchísimo que me odia en estos momentos.
—¿Estáis saliendo? —Pregunta Inna. Ella está más tomándoselo con humor que otra.
—No —decimos Erick y yo al unísono. Lizy sale de la habitación e Inna asiente con la cabeza poniendo cara de póker para después salir también.
—¡¿Qué coño te pasa?! ¿No quedamos en no decir nada? —Le grito levantándome de la cama y yendo hacia él levantado las mano.
—Lo sé, pero ya lo había escuchado y... creo que era lo mejor. —Me mira a los ojos. Noto tensión sensual por su parte y creo que ya sé por qué.
—¡¡No mires, vete!! —digo intentando taparme con mis manos. Voy en suéter con un pantalón corto.
El se gira riéndose y yo no puedo evitar también reírme. Me acerco a él y lo voy empujando por la espalda hasta que consigo echarlo del cuarto.
Debo de vestirme y salir ahí afuera a enfrentarme con Lizy y también me parece que nos ha quedado una conversación sin acabar Erick y yo que seguro y sin duda, me la volverá a sacar.
Ahora es cuando noto que tengo un dolor en la cabeza algo soportable pero molesto. Me acerca a mi mesita de noche, siempre tengo alguna pastilla de ayuda. Me la tomo con la botella de agua que tengo en el suelo para las noches cuando me entra sed.
Sin pensarlo dos veces me voy directa a la ducha y me relajo en ella hasta que James llega a mi cabeza, al parecer no puedo estar mucho tiempo sin pensar en él. Lo de anoche fue algo imprevisible. A lo que me hace pensar, ¿cómo sabe mi dirección? Eso quiere decir que es muy probable que las flores fuesen de él. ¡Tiene sentido!
Salgo de la ducha y cojo lo primero más cómodo que encuentro. Un chándal negro y una camiseta tirantes negra, fin. Cojo el móvil y me dispongo salir de mi habitación no sin antes tomar unas cuantas bocanadas de aire, pero el móvil suena y veo que me está llamando un número desconocido. Decido no cogerlo y me sale la pantalla de inicio con notificaciones del WhatsApp y cinco llamadas pérdidas, seis con la de ahora. Son todas del mismo teléfono.
Me meto en el WhatsApp para mirar los mensajes y uno de ellos es el número desconocido que me ha llamado.
Número desconocido: Contéstame a las llamadas de una puta vez, Alexa.
Coño, mierda, joder. ¡Es James! Miro su foto de perfil y sí, ¡es él! ¿Cómo cojones tiene mi número? ¿Le contesto?
Yo: Lo siento, no hablo con desconocidos.
Mi móvil vibra al momento y pego un brinco del susto. Es otra vez él, llamándome. ¡No lo pienso coger! Hace un par de llamadas más y recibo otro WhatsApp de él.
James: Alex, vas a ser mía
Me pongo acalorada. Necesito quitarme el chándal y ponerme un pantalón corto. Dejo el móvil en el escritorio y abro el armario. Escucho como vuelve a vibrar el móvil y al poco tiempo a sonar. ¡Me está llamando otra vez! Es un acosar.
Termino de ponerme el pantalón y dejo que el móvil suene mientras me hago una coleta con el pelo húmedo. Creo que debería salir a tomar el aire un rato sin el móvil y sin nada.
Antes de irme miro por última vez el móvil y me encuentro con otro mensaje suyo. Me entra un escalofrío por todo el cuerpo. ¡Este hombre es un cansino!
James: Da igual lo que tenga que hacer, da igual lo que tenga que pagar, pero TÚ, vas a ser mía.
02/05/2020
¡Muy buenas a todos y a todas! ¿Qué tal estáis? Os traigo un nuevo capítulo que ojalá os guste muchísimo.😍
Estoy de fiesta mentalmente por haber llegado en tan poquito tiempo a 1k. Si es que sois increíbles.☺️
Hadala09❤️
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Ardiente Deseo I [+18]
Romance¿Será buena idea...? Una invitación a una sesión de fotos en un hotel de cinco estrellas puede cambiarte la vida para bien o para mal. ¿Quién iba a saber que el dueño del nuevo hotel iba a ser así? Tan... arrogante, calculador, maniático del contro...