Capítulo 18

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Error

Estoy preparándome con la ropa para ir al trabajo. La vestimenta de las camareras es sencilla y bueno, algo llamativa para que, sobre todo hombres vayan, en realidad no es un restaurante sino más bien un bar de noche, por lo que se intenta contratar a mujeres sobre todo que tengan un aceptable físico y vayan atendiendo a los clientes.

Unas leggins —me costó encontrar unas cómodas, baratas y que no se transparente nada— negras, por su puesto, una camiseta negra de tirantes con el logo del bar en rosa y, siendo elección mía, unos tenis negros que se amoldan bien a mis pies y me vienen perfectos para todas las horas que tendré que estar de pie.

Salgo de la habitación poniéndome una blusa negra fina. Por la noche hace un poco más de fresco por tener el mar a la vera.

Inna y Lizy están en el sofá con sus móviles y ni se miran.

—Oye chicas, ¿no vais a hacer nada?

—Pues... —empieza Inna.

—Meh —contesta Lizy.

—Ya veo, qué emocionante. —Voy a la nevera a coger un vaso de agua fresquita—. ¿Por qué no os venís al bar? Así estaré más entretenida.

—Mmm... no es mala idea, ¿no Lizy? —Ella asiente y me miran por encima del sofá.

—¿Ya te vas? —Asiento—. Pues vamos en un rato, vamos a ir preparándonos. La verdad es que necesitamos un poco de marcha.

—Sí, no salimos desde el día anterior que nos fuimos de Tarifa. —Doy una media sonrisa y dejó el vaso limpio en su sitio.

—Os veo en un rato, entonces —me despido con la mano y salgo por la puerta de la casa.

[...]

Llego al bar y entro por la puerta de los empleados. El cambio de temperatura se nota cuando cruzo por la cocina hacia las taquillas. Allí dejo mis pertenencias y vuelvo a la cocina.

—Hola, ¿qué tal las vacaciones por Tarifa? —me pregunta la dueña del bar, Lorena. Nunca me olvidaré de cuando la conocí y me ayudó ofreciéndome trabajar aquí.

Flashback

Estoy en el parque sentada en uno de los columpios. Estoy deprimida, todo es una mierda, nada avanza y parece que todo va a peor. Derramo algunas lágrimas. ¡Esto es una porquería! Me las quito con la manga.

—Tienes una carita muy bonita como para estar llorando, cielo —me dice una mujer de edad algo avanzada, diría que unos cincuenta y siete u ocho.

—Vaya, gracias. —Le doy una sonrisa mientras me pongo colorada por la vergüenza. Realmente no me gusta nada que me pillen llorando.

—Dime corazón, ¿qué te tiene tan triste? A lo mejor puedo ayudarte —dice la mujer sentándose en el otro columpio al lado mía—. Perdona por entrometerme, solo... te vi saliendo de aquel restaurante llorando y el dueño gritando.

—Oh, vaya, no sabía que había armado tanto escándalo. —Digo encogiéndome en mi sitio.

—Mi niña, claro que no. Te fuiste al peor restaurante a pedir trabajo, el dueño es un testarudo sin cabeza, solo sabe gruñir y decir tonterías. —Me dice ella riéndose y yo le acompaño.

—Sí, eso parece —le digo con una pequeña sonrisa.

—Podríamos hacer una cosa —dice levantándose—. Los fines de semana tengo mucha clientela, y me sería de buena ayuda que fueras, y no te preocupes porque solo vayas uno o dos días a la semana, te pagaré bien. —Me dice la mujer regalándome una amplia y hermosa sonrisa.

—¿Está usted bromeando? —No puedo casi contener las lágrimas.

—Claro, cielo.

Fin Flashback

—Pues en realidad ha sido bastante hermoso, lo siendo por quedarte sin mí un fin de semana. —Le digo acercándome a oler lo que está cocinando.

—Me alegro muchísimo. A mí me encanta ese lugar, he ido muchas veces por allí en verano a bañarme en las esquisitas playas que tiene. —Me dice mientras echa el limón en unas copas. —Uno de mis hijos está ahora mismo por allí. Hace un tiempo que no lo veo, lo echo de menos, debería de llamarlo. —Me guiña un ojo y yo le sonrío.

—Bueno, iré a servir. —Cojo una bandeja y las copas que ella acaba de hacer, me dice a qué mesas debo entregarlas y voy directa a ello.

[...]

En toda la noche no aparecieron Inna y Lizy, me dejaron bien plantada. Ya son las cuatro de la mañana y estoy apunto de salir del bar. Fue una noche bastante agetreada, parece que todo el mundo le interesaba venir hoy, aunque es normal siendo fin de semana y vacaciones para muchísimas personas.

Salgo por la parte de los empleados con un par de bolsas de basura que tiro en los cubos y me voy hacia mi casa. O al menos ese era el pensamiento que tenía hasta que vi a Erick esperándome afuera con su coche. Está tremendamente sexy con el pantalón vaquero apretado y la camisa azul claro. Tiene gomina en el pelo y está para comérselo.

—¿Qué haces aquí? Me has sorprendido —le digo con una media sonrisa.

—Bueno, creo que te debo otra vez otra disculpa por la llamada de la tarde, me pillaste algo estresado con el trabajo. Ya sabes, la fotos que te hice en Tarifa... —me da una media sonrisa.

—Me gustaría que me avisaras cuando estén listas. —Le digo mientras me acerco a él con una sonrisa.

No puedo aguantar más y le doy un abrazo, lo noto tensarse pero después me agarra por la cintura y me estrecha contra su pecho muy fuerte.

—Debo de decírtelo, Alex, aunque me rechaces, pero tiene que salir... —separamos nuestras caras unos centímetros.

—Erick... —él niega y me da una media sonrisa. Apoya su frente a la mía.

—Alexa, estoy perdidamente loco por ti, te amo, te amo desde hace muchísimo tiempo —hace una pequeña pausa y suspira—. Desde el primer día que te vi, me pareciste una chica hermosa e inteligente, valiente y encantadora. Cada día que ha ido pasando, cada día que quedábamos, cuando te veo sonreír, tu aroma... me tienes loco. —Acerca sus labios a los míos un poco más—. Sienta tan bien decírtelo. —Acaba uniendo sus labios a los míos y me quedo quieta, sin moverlos. Mientras él hace un pequeño intento y yo acabo accediendo.

Nos besamos, tímidos y sin lengua, pero moviendo nuestros labios lentamente.

26/04/2020

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26/04/2020

¡Holiii! Nuevo capítulo.🤭
Espero que os guste mucho y le deis amor.😍

Hadala09❤️

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora