Capítulo 47

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Segunda sesión

No puede ser. Ha sido un error. La peor decisión que he tomado en mi corta vida sin experiencia en el amor. Esto da asco. Hoy es el día en el que Erick va a pasar por mí, me va a llevar a un hotel y que además de estar bajo presión otra vez ante una cámara, voy a cometer el mismo error que a principios del verano. Soy estúpida, sabía que me iba a arrepentir. Me cuesta tanto decir que no.

Tengo el corazón frenético en mi caja torácica. Me va a hacer un agujero y voy a perder la vida por culpa de tomar por segunda vez una decisión que no debería. Yo creo que de pequeña mi madre me tiró y perdí las neuronas del razonamiento.

Estoy en mi cuarto dando vueltas de un lado a otro. Estoy muy nerviosa. Ya es casi un mes que no veo a James y no estoy preparada para verlo ni de lejos. También son casi dos meses que dejamos nuestra relación estrambótica.

Siento el timbre de la casa sonar y me recorre desde la espalda baja por la columna hasta la nuca un escalofrío muy intenso. Voy caminando hasta llegar a la puerta y la abro viendo a Erick con una enorme y radiante sonrisa. Maldito, tengo que matarte por todo lo que me haces pasar.

—¿Preparada? —me pregunta el muy capullo.

—Sabes muy bien que no —estoy incluso temblando. Creo que soy muy exagerada y que debería de ser fuerte y no dejarme llevar por el miedo que me recorre por todo el cuerpo.

Salgo de la casa cogiendo todo lo necesario. Erick se ha traído su moto, supongo que tiene ya todo el equipo montado en el hotel de James. Solo espero que sea lo más breve posible.

—Toma el casco —me lo pasa.

—Gracias.

Nos montamos en la moto. En ella me siento como una chica sexy sacando culo. Me siento más segura ahora que estoy aquí subida, espero que esa seguridad no se esfume en cuanto vea el hotel.

En menos de veinte minutos estamos enfrente del majestuoso, enorme e impresionante hotel que se han montado aquí en tan poco tiempo. Debo de decir que estoy impresionado y que James tiene unas buenas manos para los negocios.

Me bajo de la moto y como era de preveer, se me fue toda la poca seguridad que tenía. Cojo aire que expulso lentamente.

—De acuerdo, allá vamos —miro a Erick y entramos en el hotel. Todavía no hay personal de recepción, así que nadie nos dice nada pero tampoco hace falta ya que mi buen amigo sabe dónde tenemos que ir.

Llegamos a un  patio central del hotel que tiene una fuente en el centro. Esto es una maravilla. Hay plantas en las columnas. Y en el suelo hay piedras blancas redondas. Todo es precioso, han hecho un excelente trabajo. Al menos en lo que llevo visto.

—Aquí haremos foros seguro. Es un sitio hermoso —Miro a Erick que tiene su típica sonrisa de tengo millones de ideas.

—En realidad me emociona volver a formar equipo, tal vez podría acostumbrarme y ser tu modelo personal —le doy una sonrisa diabla—, pero sin segundas intenciones, que quede claro —Erick se ríe mientras niega.

—Creo que tu sentido del humor fue lo que me encantó de ti, bueno todavía me encanta, no lo cambies nunca —da una breve pausa—. Pero sin segundas intenciones, que quede claro.

—Eres un perro del infierno.

—Os ha dado fuerte a ti y a las chicas con esa frase —se ríe—. Sois unas grandes amigas y novia.

—¿¡Es oficial!? —No sabía que al final dieron el paso a ser pareja—. ¡Eso es maravilloso! Me alegro muchísimo por los dos Erick, de verdad —le doy un abrazo rápido.

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora