Capítulo 25

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Recuerdos

Mentir nunca fue lo mío, pero creo que hoy seré una gran actriz, porque incluso voy a fingir con mis amigas de que estoy mala para que no se levanten sospechas. No es que me agrade la idea de pasar todo el día en la cama, pero una vez James se vaya a su casa, un milagro del cielo hizo que me pusiera bien.

Ya son más de las una pasada de la tarde y sigo en la cama, estoy con el móvil mirando las redes sociales para entretenerme un poco, empiezo a tener hambre... Qué mal lo voy a pasar. Madre mía. Parezco una adolescente huyendo de los problemas. Escucho que llaman a la puerta y me acurruco en la cama como si estuviera durmiendo.

—¿Alexa? —pregunta Lizy—. Es muy raro que sigas en la cama.

—Mmm... —finjo intentar responderle.

—¿Estás bien? —se acerca a la cama y se sienta en ésta.

—Me duele muchísimo la cabeza, tengo fatiga y estoy súper lacia —digo susurrando con un poco de jadeos.

—Te habrás puesto mala, llevas dos días acostándote tarde y comiendo mal, aunque eso último llevas más tiempo. —Me pone la mano en la frente—. Lo que es fiebre no tienes.

—A lo mejor me dio en la noche, porque tuve bastantes escalofríos... —tengo hambre.

—Pues entonces le diré a James que se vaya.

—¿Cómo? —pregunto intentando no alarmarme.

—Sí, está en el salón con un ramo de flores hermoso y diciendo que te va a llevar al mejor restaurante de todos... —pone una media sonrisa—. Es una lástima. También trajo tus bolsas, allí están en el salón.

—Vaya... no me ha llamado, pensaba que me llamaría. —Saco el móvil y lo enciendo, no tengo ni un mensaje ni llamadas pérdidas de él.

—Habrá venido por sorpresa. —Se ríe. Ahora me es algo tentador aceptar su invitación, ¡pero no! Seré fiel a mi decisión.

—Dile que muchísimas gracias por la invitación, que si podemos cancelarla y atrasarla a otro día que esté mejor, ¿vale? —ella asiente—. Gracias.

Lizy sale de la habitación y vuelvo a acurrucarme en la camita a mirar otra vez las redes sociales, hasta que escucho que abren de nuevo la puerta y me vuelvo otra vez a hacerme la medio dormida enferma. Me causa un poquito de risa, pero debo aguantarme.

Siento como la cama se hunde a mi lado y una suave y gran mano me acaricia la mejilla. Entre cierro los ojos y veo a James mirándome fijamente con los labios formando una línea gruesa. Es tan guapo, dios mío.

—Conque estás mala, eh. —Me susurra mientras me das una pequeña sonrisa. Yo no le contesto solo le hago una mueca con los labios—. Que sepas que está muy mal que te hayas puesto mala, teníamos una cita.

No puedo evitar ponerme nerviosa y sentir que mi corazón vaya a mil por hora. Acaba de decir una cita, ¿verdad?

—Bueno... ¿te dijo Lizy que la pospongamos? —susurro intentando que suene pesada mi voz.

—Sí, y he decidido que aparte de eso, me voy a quedar aquí contigo, cuidándote todo el día o al menos hasta que vea que te encuentras mejor. —Me da una sonrisa diabólica. Mierda. Mi plan no está funcionando como yo quería.

Le doy una sonrisa y cierro los ojos para fingir que me voy a dormir. Siento que él se levanta de la cama para después con los ojos un poco abiertos verlo quitarse los zapatos y la chaqueta, dejándola encima de mi escritorio. Viene otra vez a la cama y se sube encima de ella, yo vuelvo a cerrar el ojo completamente. ¿Qué mierda está haciendo? Se tumba a mi lado abrazándome.

Pasan los minutos y no soy capaz de moverme, madre mía, madre mía. Al ratito lo escucho levantarse un poco para sentir su respiración en mi cara. No sé si voy a aguantar estando así tanto tiempo.

—¿Estás dormida? —pasan unos segundos sin yo contestar y escucho un leve risa por su parte—. Cuando estás dormida pareces un angelito en comparación a aquel día que te vi por primera vez —susurra. Me está hablando mientras duermo, ¿qué tierno?

Recuerdo que el día del hotel cuando lo conocí estaba echa una furia, lo odié. Era un asqueroso orgulloso.

—Estabas tan hermosa en la discoteca, bailando sin querer que ningún hombre te rozara... —sí, la discoteca... un momento, ¿qué? No nos conocimos en una discoteca, ¿en serio me está confundiendo con otra?—. Solo me dejaste a mí que me acercara, te quedaste mirándome fijamente a los ojos y yo a los tuyos. Me dijiste que tenía unos hermosos ojos y no pude evitar no separarme de tu lado...

Mierda.

Flashback

Me encuentro locamente bailando sola en la pista, la música está buenísima y no puedo parar de mover mis caderas. He bebido bastante pero aun así me encuentro cuerda para rechazar a todos los chicos que se intentan acercar a mí.

—Hola guapa. —Me dice un rubio de ojos azules.

—Piérdete, encanto.

Y me muevo en la pista para otro lado y dejarlo allí plantado. En eso me doy cuenta que hay un hombre alto, musculoso, tremendamente cañón y con unos hermosos ojos grises que parece que me pudieran hechizar. ¡Qué momentazo! Me da una media sonrisa a la que yo sin tapujos correspondo.

Lentamente se va acercando a mí, y yo sin esperarlo también me voy acercando a él. Lo primero que me sale decirle:

—Tienes unos hermosos ojos, guapo. —Lógicamente el alcohol lo tengo bien subido en la cabeza.

—Y tú tienes el cuerpo más sexy que jamás haya visto en mi vida, nena. —Me susurra al oído lo que provoca un escalofrío por todo mi cuerpo. Uff, soy virgen pero por ti perdía la virginidad esta noche.

Le doy una sonrisa y me pongo a bailar pegada a él, lo que hace que me corresponda agarrándome de la cintura que la muevo bien pegada a su miembro, restregando todo mi trasero. Noto como le sube la erección.

—Creo que vas a tener que bajar los humos, nena, porque me estoy poniendo bien cachondo con tu trasero. —Me susurra al oído y me giro para verle la cara.

—Vaya... —me acerco a su cara pero sin llegar a rozarle—. Me parece que nuestro hermoso encuentro acaba aquí.

Él me mira frunciendo el ceño y se pone serio. Vaya, al hombrecito le sentó mal el rechazo. Le doy una sonrisa amplia y me alejo de él. En realidad, me voy porque uno, voy a cometer una locura si sigo provocándole y dos, empiezo a encontrarme un poco mareada.

Salgo a la calle a donde me da el aire y me alivia un poco hasta que siento que me cogen de la cintura.

—¿Sabes que está mal dejar a los chicos con una erección? —intento sonreírle, pero empieza a dolerme la cabeza y a ver nubloso. Se avecina desmayo.

Fin Flashback

Me cago en la putísima madre que me parió.

Me cago en la putísima madre que me parió

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10/05/2020

¡Buenas! Nuevo capítulo con mucho mucho amor.🤭

Espero que os guste.😍

Hadala09❤️

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora