Capítulo 38

10.8K 560 41
                                    

Sobrepasando límites

Me levanto del sofá, Erick me coge de la muñeca y me da una mirada de “no la vayas a liar que te estoy viendo las intenciones”, mientras que yo le echo una mirada de “tranquilo que todos los del bar van a presenciar la muerte de James Evans”. Estoy muy furiosa.

—¿Qué mierda te has creído James? —me enfrento a él acercándome y poniéndome todo lo recta que puedo, con la barbilla hacia arriba.

—No deberías de haberte ido de mi casa.

—A lo mejor deberías de esconder mejor tus móviles de las exs, ¿no? Así sería la tonta Alexa, ah sí, y puta —James pareciera que echaba humo por las orejas, incluso noté que se le puso la cara con un leve rojizo.

Sin poder reaccionar me coge de las piernas y me coloca como un saco de patatas en su hombro. Oh madre mía que yo a este tío me lo cargo.

—¡Suéltame, estúpido! —le grito. Soy consciente que todos los de la cafetería están mirando, algunos les parece la escena divertida así que levanto mis hermosas manos y les hago un corte de manga a todos. Capullos.

Veo que Erick se levanta del asiento y viene detrás nuestra y disculpándose con todos. ¡Qué les den!

Cuando llegamos a la calle, gira hacia la izquierda metiéndose en un pequeño parque rodeado de árboles que apenas es transitado por las personas. Está mal cuidado y se nota por las hierbas grandes e incluso arbustos salvajes.

James me suelta y casi caigo de culo si no fuera porque me agarra por la cintura, pero con mi mal genio le empujo alejándolo levemente. Erick viene por detrás nuestra y James sin ningún miramiento levanta su puño y gira hacia atrás con todas sus fuerzas impactando en la cara de Erick, justamente en el pómulo. Lanzo un grito de horror junto con un pequeño bote que me sale inconsciente.

Voy corriendo hacia Erick pero James me coge de la cintura llevándome hasta su pecho donde me agarra con más fuerza. Intento con todas mis ganas poder soltarme pero no lo logro ni siquiera unos centímetros como antes.

—¿Qué mierda te pasa, James? ¡Es mi amigo, capullo! —le doy una guantada que le mueve un pelín la cara hacia el lado izquierdo. Vaya, no sabía que tenía una buena delantera, pero creo que fue un error porque veo su cara moviéndose lentamente hacia la mía y mirarme con sus ojos oscuros, siento miedo.

Tengo miedo de James.

De un momento a otro me siento muy indefensa, pequeña e intimidada, pérdida y desesperada. Tantos sentimientos a la vez me abruman que empiezo a llorar. Mi cara tiene que ser todo un mar de sentimientos horribles y James lo nota porque afloja su agarre y pone un rostro más suave.

—Yo no quiero estar con alguien, ni siquiera solo de sexo que sea así, no quiero yo no... —gimoteo mientras lloro y James no me deja terminar. Pone su frente en la mía.

—Shh tranquila, nena —Es bipolar, lo es, seguro que lo es—. Ven conmigo.

—No quiero ir contigo, James —intento volver a separarme de él pero aun así no lo consigo—. Por favor, James...

—No —me abraza poniendo su cara en el hueco de mi cuello—. No.

Me duele hasta respirar. Erick está detrás en el suelo con la mano en la cara, le sale sangre por la nariz y se nota que se le está hinchando. Joder.

—Hay que llevar a Erick al hospital —le digo a James pero él no reacciona—. James por favor, lo llevamos, que lo curen y le mire si tiene algo mal, después lo dejamos en su casa y vamos a la tuya para hablar, ¿vale? —James se mueve de su escondite para mirarme—. No me voy a ir, ¿si? Vamos al hospital y después a tu casa juntos.

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora