Capítulo 60

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Confío en ti


Me acaba de decir que soy más importante que toda su vida privada. Mi corazón no para de latir como loco. ¿Me emociona? Mucho. Nunca he dejado de sentir.

-Creo que es mejor que nos vayamos con los demás, deben de estar preocupados... -ni siquiera soy capaz de mirarlo a la cara. Logro ver de refilón que asiente con la cabeza y empieza a caminar hacia su coche.

Le sigo a pocos centímetros de él. Todavía sigo pensando en sus palabras. ¿De verdad me quiere en su vida? Ya apenas siento el dolor que me causó saber que me estaba utilizando como un juguete. Tal vez debería hablar con James, pero tengo miedo a que no me dé una excusa buena y verdadera. Temo a que de verdad me afirme que fui su juguete al principio de conocernos, aunque en cierta manera me alegra saber que eso cambió.

Decido dejar mis pensamientos de lado para montarme en el coche. Él está tenso y enfadado conmigo, eso se nota bastante. Cada poro de su piel echa humo.

Después de varios minutos intensos sin hablar ninguno de los dos, llegamos a la casa. Sin pensarlo dos veces decido bajarme rápido del coche e irme al piso con todos, allí me sentiré menos intimidada por James, o al meno eso espero.

Cuando llego con todos, me encuentro con Inna en el sofá desesperada como loca. Me ve directa a los ojos y sale corriendo hacia mí para abrazarme, Lizy hace lo mismo. Ambas están medio lloriqueando mientras me estrujan entre sus brazos.

-Me están asfixiando, chicas -digo con el poco aire que tengo en los pulmones.

-¿¡Por qué coño te has ido con el gilipollas de Aaron en el coche!? -me chilla prácticamente Erick. No me había dado cuenta de su presencia hasta que casi me revienta el tímpano gritando.

-Bueno, es que, yo, bueno... -no logro buscar un a explicación lógica, aunque le haya. James se acerca a nosotros y se coloca a mi lado.

-Déjala -pone una voz autoritaria muy sexy. Está enfadado conmigo también, pero aun así respeta que no quiera hablar con nadie y menos de lo que he hecho o no.

-¿Qué la deje? ¡Todo esto es por tu culpa! Por acercarte a ella, por estar jugando con ella... -No le dejo acabar ya que grito desesperada.

-¡Ya basta! Cállate la puta boca, Erick, porque no estás ayudando en nada -me voy a mi habitación y me encierro allí.

Estoy harta.

Yo solo quiero que acabe todo esto. No puedo más. Escucho la puerta abrirse y veo a James entrando. No sé si realmente quiero verlo o que esté cerca de mí.

-No te preocupes -se siente a mi lado en la cama. Está a unos centímetros de mí.

-¿Y cómo no hacer? -le pregunto en un susurro.

-¿Confías en mí? -le miro a los ojos. ¿Puedo?

-Sí...

-Entonces no te tienes que preocupar de nada, porque yo me voy a encargar, ¿de acuerdo? -asiento levemente.

-Lo siento...

-¿Por qué? -me acaricia la mejilla y me hace que lo mire.

-Porque todo esto es mi culpa, si hubiera tenido más cuidado con el diario, de guardarlo en un mejor sitio o simplemente de no escribir nada en él -Me he equivocado tanto.

-No te eches las culpas por algo que no sabías que iba a pasar. Además, ¿cómo es que Aaron ha entrado a tu habitación y te ha quitado el diario? Se supone que las chicas estaban aquí -Mierda. Ya decía yo que estaba "muy calmado" para saber toda la historia del diario.

Ardiente Deseo I [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora