· NARRA CALLE
SEIS MESES DESPUES
Con el teléfono en la mano y una taza de café encima de la mesa del despacho, pasaba la mañana. Conversaciones tras conversaciones con empresas, reuniones por Skype y un montón de papeleo encima de la mesa. Me dolía la cabeza, y la verdad es que aquella mañana lluviosa en Los Ángeles no ayudaba para nada.
AMANDA: CALLE. - Amanda abrió la puerta y yo levanté la mirada con la taza de café en la mano. -Tienes visita.
CALLE: No quiero visitas ahora mismo. -Dije negando, dejando la taza en la mesa y removiendo los papeles.
AMANDA: Es tu mujer.
CALLE: Oh, entonces que pase. -Dije asintiendo, volviendo a coger la taza para darle un gran sorbo de café, observando que la puerta se abría y me levanté del asiento.
POCHE llevaba puesto unos jeans negros con unos botines del mismo color y una blusa blanca con el pelo ondulado por encima de sus hombros, y dejó a Adri en el suelo, de pie, sosteniéndola por los lados.
POCHE: Mira quién es. -Me señaló, y Adriana no dejaba de mirarme con una sonrisa y la boca abierta. -¿Quién es? -La pequeña dio una patada al suelo apretando las manitas con una risa mientras me miraba. -¿Quieres ir con mamá? -POCHE se levantó y la cogió de las manitas, guiándola un poco, y Adriana daba pasos torpes, largos, descoordinados, y POCHE la soltó un momento, justo cuando iba llegando a mí y yo tenía los brazos extendidos, y la atrapé cuando llegó a mis brazos, dándole un besito en aquél pelo fino y castaño.
CALLE: Hola Adri . -Me levanté cogiéndola en brazos, dándole un besito haciéndola reír. Sin duda, estaba entregada a aquella pequeña, pero aún más a su madre. -¿Vienes a salvarme? -Pregunté con una cara de súplica, poniendo una mano en su cintura para atraerla hasta mi, dándole un beso lento, suave, con una sonrisa entre medias.
POCHE: Vengo a que me lleves a comer y me digas cosas bonitas. -Apretó mi mejilla y me dio un nuevo beso más suave mientras Adriana tiraba de la solapa de mi chaqueta.
CALLE: Yo las llevo donde quieran.
Y así, en un restaurante cerca de casa, acabamos comiendo.Adriana sostenía un trozo de pollo frito en la mano y lo mordía apenas y se lo comía mirando el móvil apretando los dedos en la mesa. -¿Qué es esto de venir a buscarme al trabajo? ¿Mmh? -Me acerqué a POCHE para darle un beso en los labios que respondió acariciándome la nuca.
POCHE: Comes muy mal allí, seguro que tienes anemia, colesterol, triglicéridos y todo altísimo. -Arrugué la nariz negando, separándome de ella.
CALLE: Y yo que creía que la doctora Garrzón se quedaba en el hospital... -Suspiré cortando un poco la carne que tenía en el plato con una sonrisa burlona, esperando la reacción de POCHE.
POCHE: Bueno... Quizás la doctora se escape un poco del hospital a veces. -Comí y suspiré, girándome hacia ella con una sonrisa más pícara esta vez.
CALLE: Pues si se escapa que me haga un chequeo intensivo, ¿no? -POCHE puso la mano en mi cara para darme la vuelta y provocó mi risa, dándole un beso en la palma de la mano. -Te quiero, y estoy bien, ¿quién te hizo esta niña tan guapa? ¿Eh? -Le acaricié la mejilla a Adriana que miraba los dibujos y apretaba las manitas, mientras mordía el pollo.POCHE: Sí, tú la hiciste cariño, y te salió muy bien. -Asintió ella riendo, y levanté el puño en señal de victoria.
CALLE: ¿Dónde quieres ir ahora? -Pregunté comiendo un poco más, aunque en el fondo no me apetecía nada salir, la llevaría a cualquier parte.
POCHE: A casa, estoy destrozada. Además, Adri tiene que dormir la siesta, ¿verdad? -La pequeña miraba el móvil y hacía ruidos con la garganta, apretando el trozo de pollo con la manita.
Al llegar a casa, me hice cargo de Adriana, porque POCHE estaba dedicada todo el día a ella, y qué menos que dormirla, cambiarla o darle de comer, me sentía mal muchas veces por eso. La mecía entre mis brazos, y se quedaba casi traspuesta con el chupete en la boca y se le caía, pero yo volvía a colocárselo bien en la boca. La coloqué con cuidado en la cuna, pasándole la mantita por encima y besé su frente. El sonido de succión que hacía con el chupete me enternecía, y salí de la habitación bajando las escaleras hasta el salón.Desde ahí, se veía cómo la tormenta azotaba el mar tras el salón, y POCHE lo contemplaba de brazos cruzados hasta que me escuchó al bajar por las escaleras, sin duda, aquél era el mej or momento del día. Rodeó el sofá hasta llegar a mí, que me sujetó por la cintura a pesar de que yo era más alta que ella.
CALLE: ¿Crees que hemos caído en la rutina? -Le pregunté yo, pasando las manos por sus brazos suavemente, acariciándola.
POCHE: ¿Contigo? ¿Rutina? -Se echó a reír negando, dándome un beso en el hombro.
CALLE: ¿Por qué dices eso? -Pregunté sonriendo, achicando un poco los ojos esperando su respuesta.
POCHE: Porque cada día contigo es diferente, no sé por dónde vas a salir. Y además, después de tantos años, sigue siendo como al principio. -Ladeé la cabeza, arrugando la nariz.
CALLE: ¿Cómo al principio? -Pregunté alzando las cejas, cogiéndola yo de la cintura para pegarla un poco a mí.
POCHE: Sí. Como cuando te despiertas al lado de la persona a la que quieres la primera noche que pasan juntos, pues así es contigo, pero todas las mañanas. -POCHE frunció el ceño con una sonrisa. -Y mejor, porque muchas veces no es romántico. La mayoría del tiempo estás en mis tetas manchándolas de babas, o casi echada encima de mí. 0 yo te quito la manta, o mientras duermes te pongo los pies fríos en la espalda y tú refunfuñas en sueños, o te huele el aliento por la mañana y te doy un manotazo para que no te acerques hasta que te laves los dientes. -Solté una carcajada mirándola, dándole un beso tierno en la frente con los ojos cerrados.
POCHE: Pero es genial, y no lo cambiaría por nada. -Sonreí de forma tierna, inclinándome para besarla suavemente, bajando mis manos por su pantalón para apretar su trasero, escuchando un gemido salir de su boca, así que paré, pero no pare de besarla.
CALLE: Te quiero. -Susurré en voz baja, y ella se separó mirando mis labios con una sonrisa.
POCHE: Estoy embarazada. -Dijo sin más, y abri los ojos al momento completamente helada. Parpadeé un poco negando.CALLE:¿Vas en serio? -Ella asintió con una sonrisa y señalé su vientre. -POCHE, dimeque es verdad y que no es una broma. -POCHE negó, y yo la abracé porque había empezadoa llorar y a llorar. No era igual que con Adriana, para nada. Con Adriana todofue planeado, lo sabíamos, y sabía que iba a suceder, pero esto... Esto lohacía todo más natural. -Te quiero. -Le dije con la voz temblorosa mientraslloraba, sin dejar de abrazarla un segundo, apretando los ojos.
POCHE: No llores... Vamos a tener otro bebé. -Me separé de ella poniendo lasmanos en sus caderas mientras POCHE me limpiaba las lágrimas.
CALLE:¿Cómo?¿Por qué? -Pregunté sonriendo, mientras ella me secaba las lágrimascon los dedos.
POCHE: Cambiaste de idea hace unos meses, yo no podia esperar más... Fuí a ladoctora
y como ya tenia una de tus muestras, pudo hacerlo. Si hubiese sabido estareacción, lo habria dicho de otra forma... -Dijo ella sonriendo, y rei negando,poniendo una mano en su tripa.
CALLE: Gracias POCHE , gracias.
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CASUALIDAD DE AMOR
FanficNOVELA DE AMOR QUE PASA POR MUCHAS COSAS, LA LUCHA QUE HACE QUE SU AMOR SEA MAS FUERTE.