· POCHE se removia a mi lado, con el cinturón de seguridad casi a limite de romperse.
CALLE: Estas bien? -Ella soltó un suspiro echando la cabeza hacia atrés en el asiento.
POCHE: Si tu hijo no deja de clavarme los pies en
las costillas lo voy a sacar con mis propias manos. -Era demasiado radical cuando estaba embarazada, eso también.
CALLE: Te duele mucho?
POCHE: No, CALLE, me hace cosquillas POR ESO QUIERO ARRANCARME LAS ENTRAÑAS. -Y agresiva también. Habia vuelto a ser la POCHE que era en el embarazo de Adriana, por lo que era un cambio constante de personalidad. Lo mismo me queria, que me tiraba a patadas de la cama mientras dormia.
CALLE:Puedo hacer algo? -Giré el volante escuchando a Adriana mover los brazos de uno de sus juguetes.
POCHE:No. -Y entonces me quedé en silencio.CALLE: ¿Te gusta eso? -Llevaba a Adriana en brazos con su pequeña tacita para beber zumo, y apretaba mi mejilla a la vez con aquellos menudos dedos, que besé una y otra vez para hacerla reir. -¿Dónde está mami? ¿Vamos a buscarla?
ADRIANA: Mi -Repitió la última sílaba de mami, que me hacía reír y me enternecía el corazón. En aquellos momentos entendía perfectamente por qué POCHE quería ser madre, y que valia la pena.
CALLE: ¿POCHE? -Pero POCHE no contestó, quizás estaba en la ducha, aunque ella no me habia dicho nada. -¿POCHE? -Volví a preguntar, pero como antes, POCHE no respondió. -Vas a quedarte aquí un momento. -Susurré a Adriana, dejando un beso en su cabecita antes de dejarla en la cuna, y subi las escaleras hasta nuestra habitación. Cuando la abrí, POCHE estaba tumbada en la cama una de las manos en los laterales del vientre, y la otra tapándose los ojos. Parecía retorcerse de dolor, pero no como en el coche. - ¿POCHE? ¿Qué te pasa? -Casí corrí hasta acercarme a ella, quitándole el brazo que tenía puesto en la cara. Estaba llorando, y justo al verme apretó el cuello de mi camiseta tirando de esta.
POCHE: Me duele mucho. -Susurró a duras penas, volviendo a cerrar los ojos y apretó aún más los dedos en la telaCALLE: ¿Qué tienes? ¿Estás de parto? ¿Qué puede ser? -La mirada de POCHE se fijó en la mía mientras apretaba los dientes.
POCHE: SI LO SUPIESE NO ESTARÍA AQUÍ, JODER. -Gritó apoyando de nuevo la cabeza en la
almohada, y yo estaba realmente asustada por ella. Simplemente me quedé a su lado, sujetándola de la mano y le pedí a VALENTINA que viniese a cuidar de Adriana. Pero yo, ayudé a POCHE a que se levantase de la cama, que casi se colgó de mi cuello y bajamos hasta el coche con cuidado. Los quejidos y gruñidos de dolor de POCHE eran insoportables hasta para mí, desde lo más profundo de su garganta, casi incontrolables.
CALLE: ¿Estás segura de que no estás de parto? -Pregunté mirándola rápidamente mientras conducía, acelerando un poco más al ver cómo POCHE curvaba la espalda en el asiento.
POCHE: CALLE SE CÓMO DUELE UN PARTO Y ESTO NO LO ES. -Asentí rápidamente tragando saliva e intentando mantener la calma. Aparqué en el hospital, y dejé a POCHE dentro para buscar una silla de ruedas. Una vez Ia consegui, me apresuré para llegar al coche y la levanté como pude hasta sentarla de nuevo. Cuando los médicos nos vieron entrar, instantáneamente se quedaron algo petrificados porque POCHE no tenía pensado dar a luz hasta dentro de un mes, pero sin embargo se estaba retorciendo de dolor. No me hizo falta explicar ni decir nada, porque simplemente se llevaron a POCHE y yo me quedé allí sola, sin una explicación coherente para aquello que estaba pasando.
JUANA: CALLE . -Me llamó JUANA desde el final del pasillo, y le sonreí un poco aunque en realidad no tenía ninguna gana de hacerlo. -¿Qué ocurre?
CALLE: No lo sé. -Respondi algo apagada, intentando encontrar una explicación en mi cabeza para todo aquello que estaba pasando. -Le duele y dice que no es como en el parto.
JUANA: Seguro que es una tontería. De todas formas, voy a entrar yo a ver qué ocurre. -JUANA me dedicó una sonrisa alentadora, dándome un golpecito en el hombro antes de entrar a la sala donde estaba POCHE. Pasaron quince minutos y POCHE no salia, y yo terminé por sentarme en aquellas sillas del pasillo, frotándome el cuello con la mano.Media hora, los nervios iban aumentando, y nadie salía a decir nada. Comencé a andar por el pasillo de arriba abajo mirando el suelo, intentando pensar en otras cosas, pero era imposible Pasada una hora y media, JUANA salió y alcé la cabeza para mirarla, porque estaba sentada de nuevo en la silla.
CALLE: ¿Cómo está? -JUANA metió las manos en los bolsillos de su bata.
JUANA: Creen que tiene una infección de orina y con el embarazo hace que le duela a rabiar. La van a dejar esta noche aqui para que se recupere y mañana os podréis ir. -Volví a respirar, relajé los hombros y casi me desplomo en la silla después de tantísima tensión acumulada.
CALLE: Gracias. -Ella hizo un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto, y desapareció por el pasillo como si nada.
En la habitación, POCHE estaba en la cama con los ojos entreabiertos, un gotero al lado que conectaba con la vía de su brazo. Debía de tener calmantes como para dormir a un elefante, porque de un momento a otro POCHE iba a quedarse dormida.
POCHE: Hola... -Susurró aturdida, casi abatida en la cama. Me senté al lado de ella, dándole un beso en la mejilla que la hizo sonreir un poco. Era una de aquellas sonrisas en las que POCHE mostraba sus dientes, sus pómulos subían y hacian que sus ojos también sonriesen. Esas sonrisas que POCHE odiaba, pero que sólo aparecían cuando era feliz. -CALLE-Adoraba cuando me llamaba así, sobre todo por el tono que utilizaba para ello.
CALLE: Estoy aqui. -Respondi al escuchar mi nombre, y POCHE soltó una suave risa humedeciéndose los labios.
POCHE: Le gusta tu voz. -Su sonrisa disminuyó un poco, pero seguía sin abrir los ojos y subió una de sus manos a mi rostro. Estaba cálida, tersa y suave. Giré el rostro y le di un beso en la palma de la mano, antes de que siguiese hablando. -Si algo me ocurre a mí en el parto... CALLE: No, POCHE.
POCHE: Si me ocurre algo, prométeme que lo cuidarás. -En su rostro ya no había una sonrisa.
CALLE: POCHE, dime que es broma y que no hay riesgos. -Ella negó, apretando los ojos al escucharme. Su mano acariciaba mi nuca, intentando tranquilizarme, pero aquellas palabras me habían dejado para el arrastre.POCHE: No, no los hay. Pero... -Suspiró pesadamente, ladeando la cabeza en la almohada. -Has visto que todo puede pasar de un momento a otro, ya lo has visto...
CALLE: POCHE... -Susurré preocupada, y ella volvió a sonreir un poco al escuchar mi voz, pero antes de contestar, se quedó dormida. Era demasiado para POCHE todo lo que estaba soportando,aquel embarazo la estaba matando poco a poco ,y no veía la hora en la que aquello terminarse.
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CASUALIDAD DE AMOR
FanfictionNOVELA DE AMOR QUE PASA POR MUCHAS COSAS, LA LUCHA QUE HACE QUE SU AMOR SEA MAS FUERTE.