· Tres meses después
POCHE: CALLE, ¿dónde están los pañales? -Preguntaba POCHE con el armario abierto de Adriana, que estaba tumbada en el suelo encima de una alfombra de colores. Cada vez que presionaba uno de los distintos colores, emitía un sonido diferente de animal.
CALLE: No lo sé, cariño. -POCHE se dio la vuelta, mostrando aquella voluminosa tripa que se le había vuelto a poner.
POCHE: ¿Te acuerdas de la dependienta aquella que no queria venderme la camiseta rosa porque decía que era de niña? Preguntó mientras doblaba los vestidos de Adriana y sus pequeños pantalones.
CALLE: Bueno, no fue exactamente asi, sólo te dijo que no tenían de niño... -Murmuré, y POCHE se dio la vuelta casi indignada.
POCHE: ¿Cómo? Esa chica no quería vendérmela. -Dijo con las cejas fruncidas.
CALLE: Claro, cariño. -Le di la razón sin más, odiaba pelearme con ella estando embarazada porque al final, acababa llorando sin razón aparente y la culpable era yo.
POCHE: Pues antes de salir me dijo que podía influenciar mal al niño. ¿Sabes? Me pareció curioso. -Puso una de las camisetas en el estante, mientras yo olía las nuevas colonias de bebé que POCHE había comprado.
CALLE: ¿Por qué te pareció curioso? -Adriana pulsaba el color verde, en el que sonaba un pequeño gatito.
POCHE: Porque tú has intentado ponerle camisetas de béisbol a Adriana, ya sabes... Camisetas que no son realmente de niña. Y ella las odia. -Rodé los ojos, ya empezaba a pasarme por la cara que era 'su niña' y no habia conseguido lo que yo quería.
CALLE: Si GERMAN no me deja ponerle mis camisetas me divorcio, me mudo a Australia y adopto a un bebé canguro.
POCHE: Eres una dramática. -Respondió cogiendo uno de los vestiditos, quedándose mirándolos un momento.
CALLE: Me llama dramática la que dice que la dependienta no le quería vender una camiseta... _Murmuré para mis adentros cogiendo a Adriana en brazos.
POCHE: ¿Qué dices? -Dijo mirándome fijamente, casi enfadada.
CALLE: Nada, nada cariño, que hoy estás preciosa. ¿A que mamá hoy está preciosa? -- Adriana se me quedó mirando sin entender nada, soltando una risa y dándome algunos golpes en la boca con las manos abiertasADRIANA: Ami. -Comencé a darle besitos en las manos poniéndola luego en el suelo.
POCHE: CALLE ven aquí. -Me acerqué a ella algo preocupada, poniendo las manos en sus mejillas.
CALLE: ¿Estás bien? --No quería que volviésemos a como estábamos hacía unos meses, no podíamos volver a eso. Pero al contrario de mis pensamientos, POCHE se levantó la camiseta, y señaló uno de los laterales de su tripa. Su piel, estirada, tersa y tostada, mostraban las marcas de un pequeño pie, que presionaba su vientre.
CALLE: ¿En serio? ¿Es su pie? -Cuando POCHE asintió, y pude ver que estaba llorando. --¿Por qué lloras? POCHE, no llores.
POCHE: No me digas cuando llorar. -Hizo un puchero dándome un golpe en el hombro. Volvía a ser la misma POCHE de siempre.
Pasé la yema de mi dedo por el piececito del pequeño, que retiró rápidamente al notarme.
En ese momento supe, que dentro de lo malo, iba a seguir siendo maravilloso.CALLE: ¿Recuerdas la primera vez que estuvimos aquí?
Aquél restaurante me traía muchisimos recuerdos de mi vida antes de POCHE. Solía venir con Cristina, aunque bueno, al final no era Cristina . Organizaba cenas de empresa que terminaban con el restaurante cerrado sólo para nosotros y fiestas que no terminaban hasta el amanecer.
POCHE: Sí, sí que la recuerdo porque me invitaste a comer y luego me partiste el corazón.
Pero el recuerdo que me venía a la mente cuando pensaba en aquél restaurante, fue la primera vez que vi a POCHE después de salir del hospital. Me enamoré de una voz, que resultó ser la mujer de mi vida.
CALLE: ¿Qué te partí el corazón? -POCHE removía el tartar de atún para integrarlo con el wasabi, y asíntió sin más.
POCHE: Me dijiste que tenías novia. -Respondió ella. No pude hacer nada más que rodar los ojos y mirar a Adriana, que tenía varios granos de arroz alrededor de la boca y masticaba lentamente.
CALLE: Dejé a mi novia por ti, cariño. Eso no es romperte el corazón. -POCHE suspiró llevándose un poco de tartar a la boca, pero ni siquiera yo entendía cómo podía comer tal cantidad de picante sin inmutarse. -¿No te arde el alma?POCHE: ¿Qué? -La imagen de POCHE, con la tripa tan enorme que la separaba de la mesa, chupándose el dedo de aquella pasta verde era bastante graciosa.
CALLE: Te estás comiendo wasabi con atún. -No debía haberle dicho eso, POCHE embarazada era algo demasiado susceptible como para intentar hablar con ella de una forma civilizada. -Pero si te gusta...POCHE: Mi padre come picante amor. Además, el picante puede adelantar el parto. -Y esas eran las cosas que yo no entendía tampoco.
Salimos del restaurante y tras varios intentos de correr hacia la carretera tuve que coger a Adriana en brazos. Apenas era un bebé que caminaba y se caia sobre el pañal al parar. Cuando íbamos en el coche como era el caso, se quedaba mirando la pantalla del iPad, donde reproducía capítulos de Peppa Pig. Yo odiaba esos malditos dibujos.
HOLA MIS BELLOS LECTORES, LES QUERIA HACER UNA PREGUNTA FALTAN MUY POCOS CAPITULOS PARA ACABAR ESTA NOVELA, ENTONCES LES GUSTARIA QUE YO SUBA TODO LOS CAPITULOS HOY, O CADA DIA UN CAPITULO EN EL TRANSCURSO DE ESTA SEMANA. ESPERO SUS RESPUESTAS SALUDOS DESDE MEXICO.
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CASUALIDAD DE AMOR
FanfictionNOVELA DE AMOR QUE PASA POR MUCHAS COSAS, LA LUCHA QUE HACE QUE SU AMOR SEA MAS FUERTE.