La Guia del Corazón

Paliza

Las horas, tras llegar, pasaron rápido por lo que por fin era de noche y eso significaba una cosa para todas las chicas ¡La hora de un buen baño!

Este tipo de acto, es permitido en la nobleza, siempre y cuando sean del mismo genero o si ya están casados, lo último por razones obvias, compartir el mismo lugar para bañarse es cuando todos, no importa el rango, son iguales.

En mi casa, mi Madre y yo, a veces nos bañamos juntas y ella me ayuda a lidiar con mi cabello, pero en este caso, igual tendré a la mano las Pulceras Convocatorias...Nunca me han espiado en cuanto estoy en el agua, pero teniendo en cuenta lo que dijo Lady Anneliese y la naturaleza de los chicos, mas vale tener un arma cerca mío...Creo que tengo dagas en estas cosas, la puntería de Lia será una gran ventaja para nosotras, ella es una de las mejores que conozco si se trata de lanzar cosas a distancias bastante largas.

-Estoy nerviosa- comento Lumi con un enorme sonrojo en su rostro.

-No te preocupes, tanto Rin como yo, estamos a tu lado...¡Ningún Idiota se acercara a espiarnos!- dijo con convicción Lia.

-Tengo mis Pulceras conmigo...Te prometo que les daré una golpiza sin controlar mi fuerza- dije con una sonrisa angelical en mi rostro, cosa que puse nerviosa a las personas alrededor.

Sonrisa angelical igual a que cumpliré mi amenaza.

-Rin...Quita esa sonrisa de tu rostro, das miedo- Lia me dijo con un resoplido bastante divertido.

-Como si no quisieras escuchar a los chicos gritar- no pude evitar comentar mientras mis ojos miran al techo.

-Señoritas...¿De qué están hablando?- pregunto una de las supervisoras.

-De que Lady Emilia y Lady Rinne no dudaran en golpear a los Pervertidos si se atreven a espiarnos- Lumi explico como si fuera la cosa más normal del mundo.

Lumi...Creo que te influencie de mala manera.

Solo pude asentir al mismo tiempo que lo hizo Lia, no iba a mentir de que realmente tenia todos los ánimos de golpear a los chicos, de paso, les serviría para que no me subestimen y la otra para que sepan de que las mujeres, al igual que ellos, podemos defendernos cuando recibimos un buen entrenamiento en el uso de armas.

Conversamos un rato mientras nos dirigimos al enorme baño, ahora podremos relajarnos un rato pero...No puedo quedarme tranquila, puedo escuchar algo que me trae un enorme enojo, al punto de que estoy aplastando mis puños y siento que las uñas están enterradas en mis palmas.

-Rin, vamos a bañarnos- me dicen mis Amigas pero me niego un poco.

-Saben, mejor me quedo aquí, me tardo muchísimo lavando mi cabello, por lo que creo que será mejor que este vigilando- digo mientras intento sonreír como siempre, pero esta vez siento que es un poco forzado.

-Si tu lo dices...Cualquier cosa, por favor, préstame la daga...Menos mal que sabes contener tu rabia, los idiotas, la sufrirán en cuanto aparezcan- fue el comentario de Lia mientras le paso la daga.

Esa daga es una de mis creaciones, cuando no se utiliza, tomara la forma de un accesorio que será cómodo y fácil de trasportar, en este caso, adopto la forma de un collar el cual Lia puede usar tranquila y podrá tirarlo para que vuelva a su forma original y lanzarlo hacia su objetivo.

-Rin, cuando los traumatices, entra al baño con nosotras, te ayudaremos a lavar y secar tu pelo- Lumi fue la última en hablar mientras entraban al baño con las demás chicas.

Solo puedo asentir mientras me quedo afuera de la puerta para vigilar, estoy intentando contener la rabia que esta hirviendo en mi interior, en cuanto sienta la mas pequeña presencia de esos malditos pervertidos, se las verán conmigo y mi látigo ...Recientemente, comencé a experimentar con paralizantes bastantes potentes que, si estoy bien, podrían dejar noqueado a un guerrero experimentado por mínimo unos 3 días.