Me sentía como un gran estúpido. ¿Y como no? Acababa de pedirle a el dios Jashin que acabará con mis enemigos. Le hubiera pedido ayuda cuando estuviera luchando contra Madara o el Juubi. ¿Pero como iba a saber que el dios me iba a contestar? Sólo lo había echo a modo broma. Y como peor, le debía una vida al dios del dolor.
Me sentía muy nervioso, no todos los días un dios contesta mis plegarias.
Lo único bueno era que los ninjas de la Nube estaban tan impresionados, que Samui ni se había dado cuenta que estaba tomando su mano.
-No fueron tan problemáticos esos sujetos. -les mencioné. Ellos se veían cansados y agotados.
-Estuvimos luchando contra ellos por un buen tiempo. Créeme, son muy duros. -dijo Darui de brazos cruzados.
Note que Samui ya se había dado cuenta que yo tomaba su mano. Yo enterase nuestros dedos.
-¿Qué crees que haces? -dijo ella seria.
-Creo que llegó el tiempo de se deje de jugar y me tomé esto más serio. Disculpa Samui pero no eres mi tipo. No, no importa cuanto inplores. Mi corazón ya tiene una dueña. -dije mientras usaba el sunshine para alejarme de ellos.
Quería una buena lucha épica. Pero por el momento no tendría ninguna para mi. Después algo paso por mi mente.
Olvide preguntar si sabían algo sobre Karma, Nagisa o Kaede. En este tiempo no había pensado mucho en ellos. Pero me habían caído bien. Me preguntaba si me los encontraré en la guerra. Las probabilidades era bastantes altas.
A lo lejos vi que Kurotsuchi estaba teniendo un duro combate contra unos revividos. Yo corrí hacia ella y empezar a luchar a su lado.
Por un momento pensé en una idea...
-Amaterasu. -use el jutsu contra los revividos. Ellos comenzaron a incendiarse. Después de unos diez segundos ya no quedaba nada de ellos. Eso era bueno. Significaba que tenía otra forma de acabar con los revividos sin un rollo o ayuda de un dios. Eso ya era un progreso.
-¿Y bien? ¿Como te a ido luchando contra zombis? -ella parecía algo cansada. Sonrió de una manera algo agotada.
-E estado luchando por más de media hora con los mismos sujetos. Y tú llegas y los acabas en menos de un minutos. -yo sonrió ante tal información.
-Descansa un momento. Yo te protegere, Kurotsuchi. -ella pareció reacia a aceptar mi oferta. Así que la metí en un genjutsu y quedo desmayado. Antes de que toque el suelo, yo la agarró y la cargó.
Se veía demasiado cansada. Sumado a esto de la guerra que la estaba poniendo muy nerviosa y tensa. Ella me preocupaba.
Cree un clon de sombra y le entregue a Korutsuchi.
-Llevala con su padre. Dile que cayó del cansancio o algo así. Quédate con ella y protegela. -el asintió y desapareció en un sunshine de fuego.
Mientras tanto. Yo me había quedado ayudando a los ninjas que podía. No quería que ninjas mueran, así que me encargaba de usar el Amaterasu contra los revividos. Me contenía de usar más jutsus. Por ahora quería seguir guardando chakra.
Había estado ayudando a los ninjas por bastante tiempo. Había salvado a... perdí la cuenta después de la personas nunero 68. Había salvado bastante personas, era lo mínimo que podría hacer.
Después entre al bosque. De inmediato me di cuánta que había un grupo de ninjas que estaba siendo reducido a gran velocidad. Había cadáveres de ninjas por varios lugares. No me tardé demasiado en encontrará a un pequeño grupo de ninjas que estaba dando todo de si para no sucumbir ante los revividos. Creo unos cuántos clones, después de unos minutos ya no quedaba ningún revividos. Yo tenía una ventaja contra ellos, llamada "Amatersu" los demás jutsu no afectaban de gran manera a los revividos.
-Mandale saludos a Rubí. -dije mientras usaba el Amaterasu para acabar con el último revivido, que estaba presente.
-Sasuke. -me congele en el acto cuando escuché una voz femenina decir mi nombre. Yo sabía quien era. También sabía que me la iba a encontrar. Pero no tenía la intención de que fuera el primer día de la guerra.
-Hinata. -dije volteando, lentamente. Ella tenía un chaleco Jounnin, tenía el pelo largo, la piel blanca, se veía más fuerte que nunca. Pero me di cuánta de algo. Ella tenía una cicatriz de quemadura en el cuello.
-H..Hola. -dije con muy nervioso. Yo suponía que debía odiarme por atacarla. Para mi sorpresa, ella no parecía enojada, incluso tenía una leve sonrisa en su rostro.
Me acerqué a ella. A su lado, estaba Neji Hyuga. El parecía a punto de atacar, yo pase de largo sin darle una segunda mirada.
Estaba a un paso de Hinata.
-Perdon. -dije mientras le daba un abrazo. Ella me devulvio el abrazo-. Perdón por todo, Hinata. Nunca quise lastinarte. -confese abatido.
-No tienes porque preocuparte, Sasuke. -menciono ella, mientas me abrazaba aún más fuerte.
-Fui un estúpido, Hinata.... ¿Me perdonaría? -pedi mientras sentía que una lágrima resbalaba por mi mejilla.
-No hay nada que perdonar, Sasuke. Tu siempre serás mi mejor amigo. - dijo ella dándome un sonrisa.
-Sera mejor que dejen eso para más adelante, estamos en medio de una guerra. -escuche una voz algo familiar.
-Nagisa. -dije impresionado. No tarde demasiado en reconocerlo, sólo que ahora se veía más grande y también-. Quedan bien esas dos coletas. -tenia dos coletas en su pelo azul.
-No quería cortarme el pelo. Pero me molestaba tenerlo largo al luchar, así es mucho mejor. -me acerqué a el y estrechando las manos. Quitando esa dos coletas. No había cambiado demasiado. Estaba más alto, tenía al pelo claramente más largo. Tenía una suave expresión en su rostro. Si antes el parecía una chica. Ahora incluso parecía atrayente.
-Asi que tu estrategia es hacer que el enemigo dude de tu género y después lo matas. ¿No? -me me dio una mirada molesta. El agarró su kunai y me dio una mirada sombría.
-Asesinar. -susurro con una mirada completamente sería.
-Solo bromeaba. -dije nervioso.
-Te lo dejaré pasar... -respondio el.
-Sera mejor que nos movilizemos. - dijo Nagisa viendo a las diez personas que quedan.
-Yo volveré a la batalla. Ustedes ya sabrán que hacer. -mire con indecisión a Hinata.
-Cuidate. -me pedí a Hinata. Ella sonrió.
-Tu también.
Después ellos saltaron y fueron atraves del bosque.
Hola.
Espero que les esté gustando.
Bye, bye.
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Yo soy.....Sasuke
Fanfiction[Terminada] El era en chico "comun" que estaba en su rutina diaria de cada mañana, estaba en medio de su desayuno cuando todo se oscurecio de repente y cuando por fin volvio a ver ya no se encontraba en su comedor, si no en un lugar totalmente difer...