Capítulo 18

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Sonreí una sonrisa genuina. -Eso planeo. Gracias.

Se enfadó ante mi bondad y se acercó a la barra de café.

-¡Mátalos con bondad, hermana! -dijo Lynne triunfantemente. Ella me recordaba mucho a Eleanor. La extrañaba. Asentí y luego miré a mi izquierda mientras nos uníamos a las otras parejas.

-Philippe, ¿cierto? -pregunté. Él y su esposa lucían sorprendidos.

-Sí. Y ella es mi amada esposa, Marcella -dijo, su acento era marcado y áspero como el azúcar negra. Sonreí ampliamente cuando ella saludó y se fue de vuelta a su desayuno. Cuando se volvió hacia su esposa y dijo algo en francés, ambos bajaron sus cabezas hacia mí y agradecí que al menos ellos escucharon ayer y no hicieran un show completo.

Bajé mi cabeza en respuesta y vi un brillo en los ojos de Philippe, pero se recuperó rápidamente.

Ella es tan humilde es tan humana

Presioné mis labios juntos.

-¿Estás leyendo mis pensamientos, Vidente? -preguntó, la esquina de su boca elevándose-. Está bien. No trataba de avergonzarte. No debería importarle a nadie que no tenga nada que ocultar si la líder, la que va a ayudarnos a todos, puede leer sus pensamientos o no, ¿correcto?

-Mmh -murmuré-. Dudo que la mayoría de las personas en esta habitación estén de acuerdo. No estoy tratando de leer tus pensamientos -le dije-. Es como que elige a quien leer o no cuando estoy así de abierta.

-Entiendo. No te preocupes, tienes un aliado en mí -susurró conspirativamente y luego se inclinó hacia delante-. ¡Harry! ¿Cómo estás?

-Estoy bastante bien, Frenchy -lo pinchó Harry y puso un brazo alrededor de mi hombro-. Bastante bien.

-Ah, ustedes americanos. -Philippe negó con la cabeza-. Tan alegres y felices -Harry se rió y chocaron puños. ¿Alguien hacía eso por aquí?-. Marcella no habla mucho inglés, pero dice que le encantaría tomar un té luego.

-Uhm claro -respondí-. Eso suena genial.

-¡Todos, por favor, su atención!

Nos volvimos para ver al tipo grande y corpulento del Consejo. Su pelo gris estaba enrollado en un peinado perfecto y sus ojos eran iguales de grises. Sus ojos pasaron por todos y se detuvieron sobre mí antes de moverse rápidamente y seguir con algo en la pared de atrás mientras tragaba saliva.

Oh ¿Está leyendo mi mente en este momento? ¿Va a tener una visión para mí? Qué si descubre sobre aquella vez que aposté mi sueldo en Nueva Zelanda y le mentí a mi familia diciendo que fui asaltado. ¡Oh, mierda! ¡Acabo de decirle! ¡Puede leer mis pensamientos! Vidente, por favor, perdóname. No me condenes a una vida de soledad por mis pecados.

Me rogaba, hablándome directamente sabiendo que podía escucharlo y todos los demás lo miraban, esperando a que termine su anunció. Agarré la mano de Harry por un segundo y luego me levanté. Los ojos del hombre estaban inquietos mientras hacía mi camino hacia él.

-¿Cuál es tu nombre? -pregunté suavemente una vez que llegué a él.

-Paulo -respondió en voz baja-. Paulo, mi Vidente.

-Bueno, Paulo, soy ________. -Extendí mi mano. La tomó, pero no la movió. Yo tuve que moverla-. Sé que soy la Vidente, pero no estoy aquí para juzgarte. Estoy aquí para cambiar las cosas que hacemos a partir de ahora -dije para que sólo él pudiera escucharme-. Tuve una visión de tu gente

Luego me di cuenta que todos necesitaban ver, no sólo Paulo. Me volví hacia la habitación y empecé a decir algo, pero la mirada en la cara de Waliyha me detuvo. Tenía algo bajo la manga dada por su sonrisa alegre. Tenía que ser inteligente sobre esto. Me concentré en la habitación.

Cambios (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora