Philippe, su esposa y su joven hija arrasaban con algunas papás. Todo el lugar olía a delicioso bacalao y patatas fritas, pero a mí simplemente no me daría hambre. Estaba demasiado cargada, llena de anticipación.
Entonces observé el resto de la habitación. Todo el mundo parecía tan normal y humano; una fachada sumamente competente. Luché tanto como pude antes de obligar a mis ojos a dirigirse a los Malik. Se habían puesto en cuarentena a sí mismos con el propósito y el compromiso de ser los villanos y marginados. Miré sus espaldas mientras cruzaba los brazos y silenciosamente les decía que todos iban a caer en un exaltado choque de justicia y humillación. Y lo disfrutaría enormemente.
—¿Un exaltado choque de justicia y humillación? —Escuché a mi lado y levanté la mirada a Harry. Me encogí de hombros y volví a mi observación—. Esa es una venganza ingeniosa.
—Estoy de un humor ingenioso —dije secamente—. Y no tengo hambre, así que no, pero gracias —respondí a sus preguntas antes de que las hiciera.
—Necesitas comer, nena —ordenó suavemente y suspiró—. Va a ser una noche larga.
Sabía de lo que hablaba, pero aún así no quería comer.
—¿Vienes conmigo? —le pregunté y tendí la mano con una sonrisa tímida.
—Evasora —acusó y sonrió torcidamente mientas tomaba mi mano. Las luces se apagaron y se prendieron una vez para indicar que era casi hora de acostarse—. Como sea, prefiero llevarte a tu habitación que verte comiendo pescado, de todos modos.
Me mordí los labios ante sus palabras y le di una mirada de lado. Se rió silenciosamente y tiró de mí debajo de su brazo mientras besaba mi sien. Caminamos silenciosamente a mi habitación. La tristeza que me había plagado durante todo el día se estableció de vuelta cuando me di cuenta que nuestra noche estaba a punto de terminar, y el resultado del mañana era incierto. Lo escuché intentar calmarme.
No quiero que asumas que todo simplemente resultará a nuestro favor esta noche. Por favor no enloquezcas.
—Sin embargo, ¿cómo pueden hacer esto, Harry? Sólo no sé lo que va a lograr además de hinchar sus pechos.
Gruñó su molestia que igualaba a la mía.
—No lo sé —dijo y miró a nuestras manos entrelazadas entre nosotros—. No sé a qué juego están jugando.
—La última vez que estuvimos separados fue... —Me estremecí al pensar en estar en el recinto de los Malik. Ahora estaba rodeada de Maliks cada vez que doblaba la esquina. Simplemente no estaba bien. No se sentía bien, y el hecho de que la asamblea era una máquina de hacer sentencias a lo diente por diente me hacía sentir aún más molesta. Qué montón de vejestorios hipócritas.
—No pienses en eso —me ordenó Harry suavemente y pasó una mano por mi pelo, desde el cuero cabelludo al cuello. Me estremecí, pero no porque tuviera frío.
Harry había sido muy codicioso de mi tacto desde que llegamos aquí, como si supiera que la asamblea iba a tratar de sacar algo como esto. Él y su padre eran magníficos. Me defendieron, a nuestra familia, nuestras acciones y motivos para matar a los Maliks, todo. Pero al final no importaba y aunque me habían concedido clemencia porque era la preciosa Vidente, el destino de Harry estaba en el aire e indeciso.
Decía que no le preocupaba, me dijo que todo estaría bien y al final de nuestra noche aquí en Londres, en este hermoso castillo subterráneo que era tan siniestro como agradable a la vista, casi le creí. Pero ahora, mientras nos encontrábamos parados en el largo pasillo de habitaciones que estaban presentados en elegancia por rango entre los Virtuosos, miré a mí alrededor. El lugar estaba simplemente muerto. Si pelaba un trozo de ese bonito empapelado dorado con la uña, me preguntaba qué encontraría. ¿Hormigón?
¿Barras de la prisión? O algo mucho más vivo y malicioso, como una presencia fantasmal que parecía cubrir todo a la vista.
Las luces oscilaron en el pasillo, lo que nos dijeron que indicaría el apagar las luces. Sip. Estaba comprometida, tenía casi dieciocho, estaba en Londres con la familia de mi prometido, era la Vidente, un artefacto estimado y venerado de una antigua raza, y todavía tenía un toque de queda.
Y esta sería la primera noche de Harry y yo aquí y la verdadera primera noche separados. Respiró profundamente, sus dedos excavaron más en mi pelo y me llevó contra él. La asamblea ha hablado de la decencia, de la moral, de las reglas y regulaciones, las ceremonias y un montón de otras cosas que se suponía que Harry y yo debíamos o bien estar haciendo o haber hecho ya. Cuando habían visto nuestros tatuajes, marcándonos como pareja que había mutualizado, explotaron como una cafetera.
¿Así que qué iba hacer cuando se me colocara en una posición donde me estuvieran controlando y diciendo exactamente qué hacer, sin nada quehaceral respecto? Naturalmente, diría—: Jódete, decencia.
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Cambios (Harry Styles y tu)
Fanfic________ y Harry están en las garras de un nuevo enemigo; el Consejo Virtuoso. No sólo tienen que lidiar con las consecuencias de tomar las vidas de los Malik, el Consejo intenta llevarse a ________ lejos para mantener su precioso Visionario a salvo...