Capítulo 31

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—Y aquí estamos —dijo, se llevó un dedo a los labios y susurró—: Tienen guardias aquí abajo con él, sin duda.

—Guardias —me burlé—. ¿Te refieres a alguien que ha sido asignado a ser un guardia nocturno y en realidad sólo quiere volver a su habitación?

Movió su cabeza de lado a lado. —Principalmente.

—Yo me encargo de ellos —dije con confianza, pero realmente no sabía lo que iba a hacer. Me estiré y entré en la baja escalera de piedra que nos llevaría a ellos. Le oí balbucear detrás de mí, tratando de detenerme, pero no queriendo gritar. Seguí adelante.

—Oye, ¿quién está aquí abajo? —oí a alguien preguntar y un metal raspándose, como una silla moviéndose.

________, joder, ¡saca tu culo de aquí!

No, Harry. Ya estoy aquí. Puedo ver los alojamientos.

Suspiró entrecortadamente en mi mente.

—¡Oye! He dicho, ¿quién está aquí abajo? —repitió el hombre justo cuando di la vuelta en la esquina. Palideció y se inclinó—. Vidente, lo siento, no sabía que eras tú.

—¿Hace alguna diferencia ahora que sepas que soy yo? — pregunté sarcásticamente.

Me dio una sonrisa triste. —Lo siento. Sé que esto no te parece correcto, pero nuestras leyes y tradiciones son todo lo que tenemos.

Estaba harta de reglas y tradiciones. Me metí rápidamente en su mente, sabiendo que ahora que había reclamado y aceptado mi destino, también había aceptado mi poder. Sus recuerdos pasados eran normales. Su familia era hermosa, y era un padre realmente bueno. Era paciente y cariñoso, les mostró el camino correcto. Explicó porque algunas cosas no se pueden hacer, y la forma en la que lo hizo no fue diciendo porque lo digo yo.

Su hijo mayor tenía casi veintidós años y el hombre estaba preocupado de que no se fuese a imprimar como el resto de ellos, de que nunca tuviese su propia familia, que nunca supiese lo que era estar unido a alguien; cuerpo, corazón, alma.

—No —le dije y cuando abrí los ojos supe que vio todo lo que había visto en su mente—. No, te equivocas. Reglas y tradiciones no son lo único que tienes. ¿Esas cosas en tu mente? ¿Esos recuerdos? Eso es lo que tienes. Esas son las cosas que todo el mundo aquí debería tener. No estoy tratando de entrar y tomar el control, estoy tratando de devolver la única cosa que significa todo para todo el mundo; su futuro. Si las imprimaciones no vuelven, nuestra especie no tiene futuro. Esta generación será la última. Eso no puede ser lo que todo el mundo quiere.

Sus ojos se humedecieron y cayó de rodillas moviendo su cabeza.

—No, no quiero eso, pero desde que nacimos nos han dicho que un camino es la única manera. Hemos seguido las leyes establecidas por el primer Consejo todas nuestras vidas y para ti romperlas abiertamente y desafiar al Consejo es una violación directa de la ley. Yo simplemente no sé lo que hacer.

Vi destellos de cosas en su mente mientras rápidamente procesaba todo.

Reglas para elaborar un trabajo; sólo había ciertos oficios que podías realizar y tenía que ser uno de respeto y riqueza.

Reglas para la familia; nadie tenía permitido casarse/ser amigable con un miembro del clan rival, donde no habían tenido cualquier tipo de conflicto porque eso podía causar un distanciamiento de la raza.

Reglas para el colegio; todo el mundo iba a la universidad, sin importar si querías o no, porque la universidad criaba a gente de buenos modales y de alta sociedad.

Reglas para el Consejo; la asamblea manda sobre todos los asuntos y su palabra es definitiva y se rigen únicamente por la ley Virtuosa.

Reglas para la salud; los padres deben vigilar de cerca lo que comen sus hijos, porque la obesidad no era permitida en alguien joven que no había sido imprimado. Dando por hecho la curación entre sí una vez estés imprimado por lo que no era un problema, porque se curaran entre sí incluso de eso.

Se me ocurrió que Gran era la única que estaba en el lado pesado de toda la gente que había visto.

Había reglas para todo en su vida. Quienquiera que sea el que escribió todas esas reglas, no tenía el mejor interés de los de su clase en el corazón. Pueden haber pensado que lo hicieron, que limitándolos tan firmemente los moldearían y les formarían, pero las reglas sólo abordan cosas superficiales. En cuanto al carácter y la moral y y ¡felicidad! Eso no era una preocupación.

—Déjame pasar. Voy a sacar a mi pareja fuera de aquí y mañana me voy a dirigir al Consejo para hacerles saber que las cosas tienen que cambiar.

—Yo —sacudió su cabeza—. Desearía poder ayudar.

—Puedes —le dije y sonreí—. No le digas a nadie que me has visto en pijama —bromeé y ahogó una risa de sorpresa.

—Eres tan diferente. Siempre dijeron que serías así de hermosa, regia, y una magnifica mujer. Y lo eres —dijo rápidamente—, no pensamos que serías humana, y definitivamente no pensamos que te imprimarías. La última Vidente no lo era. Era simplemente una de nuestra clase y la marca del Vidente apareció un día, así como su don. Simplemente asumimos que serías igual.

—Lamento decepcionar —murmuré.

—No, no, no, no es una decepción en absoluto. Es un milagro. Si vas a tener un lugar en el Consejo, entonces es mejor que seas verdaderamente uno de los nuestros, una pareja imprimada que sea capaz de reflejarnos.

—Estoy de acuerdo. Y esta pareja imprimada ya está en retirada

—gemí y presioné mi mano en mi estómago—. Por favor. Déjame ir.

—Iré contigo. Creo que el Consejo se imaginó que podrías intentar esto —sonrió tímidamente—. Pusieron ocho guardias allí con él.

—¿Ocho? —grazné y miré atrás hacia Rodney, quien lucía muy aterrorizado en el momento—. Bueno, no tenemos otra opción. Vamos.

Cogió una linterna de camping y nos llevó por las escaleras de piedra. Cuando llegamos al final, soplé una respiración de disgusto por el olor. ¿Qué había allí abajo aparte de gente?

—¿Quién anda ahí? —retumbó una voz profunda y luego sus ojos se abrieron de par en par—. ¿Qué estás haciendo trayéndola hasta aquí?

—Vine a buscar a Harry. —Miré a las celdas de detrás del hombre, pero se movió para bloquearme la vista. Le miré con furia, dio un paso atrás y tragó saliva.

Estaba confundida. Tenían miedo de mí, pero también les asustaba el Consejo. No lo entendía. Era como si el Consejo y yo no estuviéramos del mismo lado y todo el mundo lo supiese.

—Déjala ir —dijo Rodney con exasperación y se acercó a mi lado—. ¿De verdad tenemos que pasar por todo el rollo individualmente con cada persona?

—¿Qué rollo? —resopló.

Rodney cruzó sus brazos. —El rollo de _________ siendo tu maldita Vidente y mejor que muestres un poco de respeto o freirá tu trasero.

Cambios (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora