Capítulo 52

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—Está bien —asintió—. Sé que está preocupada por María. Porque se quede sola, pero tengo plena confianza en ti. —Me miró y pasó el brazo por encima de mis hombros mientras caminábamos por el pasillo—. Has cambiado tanto en tan poco tiempo. Por lo que he visto, no estoy seguro de que haya muchas cosas que no puedas hacer.

Me mordí el labio con fuerza.

—Gracias. —Vi a Zayn paseando tranquilamente al final del pasillo y me di cuenta de que un altercado se avecinaba. Zayn no sería capaz de mantener la boca cerrada—. Y Harry... —dijo Bish e hizo un ruido molesto— dejó que ese tipo se fuera después de toda la mierda que te hizo.

—Bueno, Harry trató de estrangularlo cuando llegamos aquí, pero todo el mundo lo detuvo. Son muy estrictos en las normas, sobre todo si los demás pueden verte.

—Huh —dijo y sonrió—. Bueno, no hay nadie alrededor en estos momentos. —Se giró, al mismo tiempo que Zayn comenzaba a decir algo inteligente, y lo golpeó en la boca. Sacudió el puño mientras yo me quedaba boquiabierta ante su movimiento instantáneo.

Se encogió de hombros. —¿Qué? Supongo que no he cambiado mucho en eso.

Me reí en mi puño y acepté su brazo cuando empezamos a caminar de nuevo por el pasillo. Sin embargo, María corrió a nuestro encuentro. —¿A dónde... van? —Se detuvo cuando vio a Zayn en el suelo, inconsciente. Luego sacudió la cabeza y continuó—: ¡Yo quería bailar contigo!

—¿Conmigo? —le pregunté.

—No, tonta. Contigo —le dijo a Bish y tendió su mano con una seguridad infantil—. Todos los demás chicos ya están bailando. ¿Por favor?

Él le dirigió una sonrisa de príncipe azul y se inclinó mientras tomaba su mano. —Muy bien, vamos a bailar, pero me tienes que enseñar cómo.

—¡Claro! —Pasaron al lado de Zayn para volver a la sala de baile. Caminé a su alrededor y lo dejamos dormir mientras volvíamos a entrar. No era una danza íntima, como ya había dicho anteriormente, era un círculo en el que sólo se tocaba el brazo de la persona que estaba a tu lado.

Rachel y Peter se encontraban al lado de Gran y Harry, obviamente había sido ella quien lo había sacado a bailar, dado su ceño juguetón. Los observé durante un rato. Bish estaba siendo un chico realmente dulce, dejando que María le enseñara cómo hacer los movimientos y riendo con ella. Cogí a Jen mirándolos varias veces con una mirada aturdida. Ella no quería pensar en las posibilidades o consecuencias, por lo que sólo los miró inexpresivamente.

Finalmente, alguien se acercó y me tocó el hombro suavemente. Me volví para ver al Malik que había sido nombrado nuevo miembro del Consejo.

—Haddock, ¿verdad? —le pregunté.

—Eso es correcto —dijo con una voz profunda y rica—. Y tú eres ________ —dijo a sabiendas.

—Sip. Y gracias por no llamarme Vidente.

Asintió una vez. —¿Quieres dar una vuelta conmigo?

—Claro —le dije.

Decidí que tenía que parecer diplomático, así que lo dejé. No llevaba guantes, que había notado que la mayoría de los Malik usaban, y él debía tener la misma sangre que yo, porque estaba completamente ciega a su mente.

Nos metimos a un círculo. No estaba segura de qué camino debían seguir mis pasos así que tropecé un poco.

—Sólo sígueme, ________ —dijo, y sentí una extraña calma, como si pudiera confiar en que él no me engañaría. Así que dejé que me guiara y pronto, caminaba con el resto de ellos. Y eso fue muy divertido.

La risa se oía por todas partes y cuando la música por fin se detuvo, estaba un poco sin aliento. Haddock me sonrió de una manera extraña, pero no espeluznante.

—Gracias por eso —le dije

—Realmente fue un placer —dijo y se inclinó—. Espero muchos más en los años, Vidente.

—Claro —le respondí y le sonreí.

Algo me pareció muy extraño en él. Me volví para buscar a Harry y casi tropecé con Waliyha y un hombre. Ella sonreía y parecía muy orgullosa de sí misma. El hombre, que no era un Malik, pero del cual no podía escuchar sus pensamientos, sólo me miró.

—¿Qué? —ladré, aunque incluso pretendía ser amable con ella.

—Tengo alguien que quiero que conozcas, pero primero me gustaría decirte esto en alguna parte privada.

—No voy a ninguna parte contigo —le dije.

—Trae a tu precioso Harry, no me importa, pero tienes que escuchar lo que nosotros tenemos que decir. —Agarró el brazo del anciano, indicando que él era importante.

—Está bien, está bien. Vamos a la azotea.

Cambios (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora