Capitulo 3

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Harry suspiro a mi lado y lo mire para comprobar que entendió también que la asamblea no tenia ninguna intención de dejar que me siente en silencio. Me armé de valor. Tenía la mano de Harry en la mía, su sangre y amor corriendo a través de mis venas y su corazón en mi pecho. Podía hacer esto.

Apuesta tu bonito trasero a que puedes.

Intenté no reír ante sus palabras en mi cabeza. Apreté su mano y giré mi cara hacia toda la sala, un ramillete de diferentes personas y colores.

No esperé. Sólo seguí con ello. —Sólo quería decir que es realmente bueno conocerlos a todos. Espero que podamos llegar a conocernos bien esta semana. —Y como estaba en una posición para que todo el mundo me escuche a la vez—: Y por favor, no tienen que inclinarse ante mí. Soy igual que ustedes. Sé que están ansiosos por mi presencia aquí, y lo que podría significar, pero vamos a resolverlo todos juntos. Me doy cuenta de la importancia de esto y prometo que lo estoy tomando en serio, pero mi nombre es ________, por favor llámenme así.

—Y entonces sonreí.

Miré alrededor de la habitación. Algunos sonreían, algunos sólo observaban, y unos cuantos estaban en absoluto estado de shock. Pero no me miraban. Seguí sus miradas por encima del hombro para encontrar a un Donald con la cara roja.

—Vidente —dijo claramente y entendí el significado de ello. Nadie iba a llamarme ________—. Sé que eres joven, pero tienes una obligación con nuestro pueblo, por ser lo que eres. No puedes permitir que te traten como a algún plebeyo, porque no lo eres. Y tampoco eres más un mísero humano —se burló alto y claro.

—Entiendo —dije—. No voy a eludir mis deberes, pero soy la Vidente y no siento la necesidad de que me traten como a otra cosa que no sea como... a uno de ustedes. Planeo tratar de averiguar qué es lo que tengo que hacer mientras estoy aquí.

—Perdóname, Vidente, pero sabemos exactamente lo que se supone que debes hacer. —Se acercó a la mesa y se puso delante de todos—. ¡Bienvenida a casa! —resonó el eco fantasmal en la sala grande—. Eres bienvenida para estar aquí, para siempre. La regla de nuestro pueblo de vivir con el Consejo ha sido prevista desde hace siglos.

—Yo... —¿Qué se supone que tenía que decir a eso? Peter tocó mi brazo. Me miraba fijamente. Me concentré en él, asumiendo que tenía algo que decir.

Supuse que iban a tratar de hacer esto, ________. Por mucho que amo a mi pueblo, pueden ser inflexibles y francamente obsesivos acerca de la tradición y la formalidad. Sólo... no te pongas nerviosa.

Vamos a aclarar todo esto juntos. No voy a dejar que te intimiden, lo prometo.

Asentí mientras Peter se giró hacia Donald y sonrió con esa misma sonrisa de antes. La que decía estás seriamente lleno de mierda. — Donald, ________ tiene sólo diecisiete años y era un ser humano. Tiene vínculos humanos. Un padre y su hermano, amigos. No puedes esperar que arranque sus raíces completamente y venga a vivir aquí. Sin mencionar a Harry

—¿Qué pasa con Harry? —dijo Donald con suficiencia—. No extendí la invitación de vivir con nosotros a Harry.

—Es su pareja —respondió Peter con fuerza.

—Y si ella decide mantenerlo aquí, puede quedarse. Pero es a discreción de la Vidente cómo maneja esa situación... —Mis cejas se fruncieron por la confusión, pero siguió adelante—: Entiendo que ella necesita su toque para sobrevivir, pero la Vidente es demasiado importante y distinguida para ser consumida por un pequeño amor adolescente y el uso insignificante de su tiempo. —Harry gruñó a mi lado y me agarró el brazo por instinto. ¿Qué es lo que el Consejo está tratando de hacer?—. Por lo tanto, si la Vidente así lo desea, puede mantener a Harry aquí en los cuartos comunes, ya que no sería apropiado quedarse con ella en su sección del palacio.

—¡Y una mierda! —gruñó Harry.

Cambios (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora