Suspiré y traté de seguirle el juego como si Gran no me estuviera hablando en privado.
—Bien —solté y miré a Donald y sólo a Donald—. Esto no ha terminado, para mí o la Vidente
Tragó enojadamente, pero asintió una vez en concesión. Salí de la habitación y me dirigí de vuelta a la sala dorada. Echaba humo, pero también trataba de procesar lo que había sucedido. Gran claramente intentaba enviarme un mensaje que necesitaba para tomar las riendas, pero no sabía cómo o por dónde comenzar.
Me preocupaba Harry. Me preocupaba cómo iba a enseñar o guiar a estas personas. Sólo estaba preocupada. Y cuando los candelabros de gas comenzaron a temblar por mi preocupación, me cansé.
Puse mi frente contra la pared fría y rogué. Rogué a quien sea o lo que sea que controlaba todo esto que me diera una pequeña señal, una mano, una pequeña pista, algo. Estaba perdida. Flotaba en un mar de propias dudas e incertidumbres. Tenía el deseo de hacer lo que fuera necesario, pero no me sentía como si tuviera las herramientas. Fue entonces cuando lo sentí.
La sensación de agua fría se precipitó sobre mí, tocando todos mis sentidos, por dentro y por fuera. Me estremecí al darme cuenta de que esta era la respuesta a mi plegaria. Tuve una sensación como la que había sentido el día que me enteré que era la Vidente. Una ola de calmado conocimiento, pero intensa emoción me invadió. Ahora sabía para qué estaba aquí.
El Consejo tenía que golpear el camino polvoriento. Esa era la número uno.
La número dos, era que tenía que detener a los Maliks. Durante demasiados años, jugaron con las brechas en las leyes Virtuosas, por lo que prácticamente podían hacer lo que quisieran, porque las leyes humanas no tenían consecuencias para ellos. Habían lastimado a los humanos durante años, y aunque parecía que mucha gente sabía que algo extraño pasaba, nadie saltaba arriba y abajo para hacer algo al respecto.
Y eso tenía que cambiar.
Tan pronto como reconocí la tarea y dejé que se aferrara a mí, me sentí comenzar a calentarme otra vez. Mi mente se despejó, tan fina y ligera, y todo simplemente parecía más abierto a mí. Podía oír a todo el mundo, casi al mismo tiempo, mientras reían y bromeaban sobre su cena. Podía descifrar y saber quién era quién y qué era qué. Era muy diferente a la manera como era antes, donde tenía que esforzarme mucho y concentrarme para captar vistazos. Esto...
Era como si un mundo nuevo se hubiera abierto para mí.
¿Era esto lo que había estado mal conmigo todo el tiempo? Había luchado contra la Vidente y no la acepté. Gemí y me quejé cuando debería haber entendido la magnitud de este don. Podía ver cosas. ¡Podía ver el futuro! Había estado totalmente contenida desperdiciando eso para ir tras ser una adolescente normal. Pero no, no podía. ¿Y sabes qué? No quería. Ya no. Tenía un hambre después de ver a los de la especie de Harry; la gente buena, feliz, que sólo quería paz e imprimaciones para poder tener sus vidas de vuelta y un futuro que esperar.
Antes, ¿entendía plenamente siquiera que esta habría sido su última generación si las imprimaciones no volvían? Supuse que lo harían, en el fondo lo supuse, o lo esperaba. Y por muy enojada que estuviera con los Malik, ellos estaban desesperados al igual que todos los demás y en lugar de sentarse, intentaban tomar la iniciativa. Sí, eran crueles y sádicos, pero por lo menos hacían algo. Y el resto de los Aces sería mejor que se pusieran a hacer algo también así podíamos alcanzarlos. Necesitábamos contrarrestar a los Maliks, aprender de su inteligencia y expulsar su odio y amargura de la gente en conjunto.
No necesitábamos que nos gobernara algún sistema complicado con un montón de personas que no tenían nuestros mejores intereses en el corazón. Y yo tampoco quería gobernarnos. Nuestra gente era fuerte y capaz de llevarse a sí misma. No era tan difícil.
¿Por qué todo el mundo no podía simplemente seguir la Regla de Oro? ¿Por qué no todos podían simplemente vivir sus propias vidas y luego encontrarse de nuevo una vez al año para una reunión? ¿Era tan difícil? Tal vez sea ingenuo pensarlo, pero por ahora, iba a concentrarme en eso. Conseguir que estas personas se dieran cuenta que tenían poder y aunque puede que lo hubieran olvidado porque las imprimaciones parecían dejarlos sin esperanzas, estaban lejos de eso.
Así que los observé. Me paré en la puerta de la gran sala dorada y los observé a todos sin anteojos coloreados en rosa, sin anteojeras, sin nociones. Simplemente los observé, y sonreí. Realmente eran buena gente. Sólo dejaban que las cosas se les fueran de las manos. Me reí en mi puño cuando María lanzó una uva al aire y la atrapó con su boca. Jen estaba con la boca abierta de asombro por ello y se rió mientras le pedía que lo hiciera de nuevo.
Peter y Rachel eran los mismos de siempre, una imagen perfecta del ejemplo del aplomo y preocupación. Discutían en sus mentes uno con el otro sobre esta noche cuando tomaran a Harry; acerca de cómo reaccionaré y cómo voy a estar en retiro por la mañana. Harry y yo lo haremos.
Estaban tan preocupados por mí como por Harry. Me molestaba eso. Y Rodney, sentado con Harry, Liam y Lynne, soñaba sobre la visión que yo había tenido de su boda. Mis ojos se deslizaron pasando a Harry, que me había estado mirando todo el tiempo con su característica sonrisa, e intenté no reír, de Liam y Lynne. Él frotaba su muslo y Lynne lo regañaba por ser tan descarado, aunque su risita probablemente no solidificaba su argumento.
ESTÁS LEYENDO
Cambios (Harry Styles y tu)
Fanfiction________ y Harry están en las garras de un nuevo enemigo; el Consejo Virtuoso. No sólo tienen que lidiar con las consecuencias de tomar las vidas de los Malik, el Consejo intenta llevarse a ________ lejos para mantener su precioso Visionario a salvo...