Capítulo 21

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La bilis subía justo cuando Harry corrió de regreso a la habitación. Apenas podía pensar, pero pronto comprendí que mi corazón latía a mil por minuto. Presioné mi mano contra mi pecho mientras Harry me tiraba de la mesa poniéndome detrás él. La mujer mayor de cabello canoso y el hombre que aún no había movido un músculo, no resultó ser lo que me causaba terror.

Se volvió hacia mí, mientras mantenía un ojo en los otros dos. —

¿Qué pasa, ________?

Tuve que ignorarlo por ahora. Tuve que entender lo que ella decía. Me moví alrededor de Harry hacia ella y me di la vuelta para mirarlo. Sentí el rápido latido de su corazón en mi pecho, y sabía que primero tenía que calmarlo. —Estoy bien. Está bien.

—¿Qué sucedió? ¿Te hizo algo?

—No, sólo me dijo algo que no me gustó. —Asentí hacia ella—.

Tengo que terminar con esto. Estoy bien —le aseguré.

—Estoy aquí —dijo, mientras me daba la vuelta—. Y no me voy a ninguna parte.

—Uh ¿Cuál es tu nombre? —le pregunté antes de ir más lejos.

—Ruth —respondió ella en un susurro.

—Ruth, ¿qué te hizo él? —le pregunté y sentí a Harry sacando las respuestas de mi cabeza por detrás de mí. Gruñó cuando vio de lo que hablábamos y agarró mi mano como si nunca la hubiera dejado ir.

—Al principio él no hacía cosas estúpidas. Trataba de intimidarlos hasta conseguir una reacción en sus cuerpos, como si ellos lo escogerían sobre el dolor o la muerte, pero no funcionaba de esa manera. Y cuando nos imprimamos las cosas cambiaron. Él ya no era capaz de dar su sangre.

—¿Por qué no? —pregunté con embelesada curiosidad.

—Porque estaba celosa —dijo y sonrió—. Más que eso, porque su imprimación le exigía ser sólo mío.

—¿Así que realmente se amaban?

—Sí —respondió con cuidado—. Estábamos obligados, estábamos juntos y nos pertenecíamos el uno al otro. Pero no era lo correcto. No era lo mismo que los demás.

—Ruth —le dije con exasperación—, estás dándole muchas vueltas al asunto y me pone un poco loca. ¿Podrías por favor, no hacerme sonsacarte todas las respuestas?

Suspiró y asintió. —Es sólo que nunca le he contado esto a nadie. No se me permitió cuando Sikes estaba vivo y ahora todavía se siente como una traición. —Empecé a preguntarle por qué pero levantó la mano—. Estoy llegando a eso, señorita impaciente.

Luché por no rodar los ojos y le hice señas para que continuara. Me hundí en el pecho de Harry, sintiendo la necesidad de su calma y tranquilidad. Tenía la sensación que guardaba lo mejor para el final. Ella continuó—: No se me permitía ir contra él. No por mi propia voluntad. Prácticamente pertenecía a Sikes y no en el sentido romántico en el que ustedes se pertenecen. Él me controlaba, si quería o no. Mi cuerpo era sometido a su voluntad subconsciente. Su sangre en mis venas hizo algún tipo de conexión que me permitió imprimar con él, pero no era real. —Nos miró a ambos y frunció los labios un poco—. Sikes nunca me miró del modo en que ese chico te mira.

—Pero dijiste que se amaban —discutí.

—Y así fue, pero era porque no tenía otra opción. Ya sabes, es como si tuvieras un familiar que te ha herido. ¿Todavía los amas, pero no te gusta? —trató de explicar. Asentí. Sí, sabía lo que se sentía, demasiado bien—. Desde el momento en que imprimamos, sabía que las cosas eran diferentes para nosotros, éramos únicos en la especie.

—Espera —dijo Harry bruscamente detrás de mí, su aliento sobre mi oído—. La imprimación seguía funcionando entonces. Sikes se habría imprimado de forma natural si sólo hubiera esperado. ¿Qué intentaba lograr?

—Los Malik comenzaron a perder la imprimación mucho antes que los otros clanes —respondió y sentí el tirón de Harry—, pero no le dijeron a nadie. Se avergonzaban y no querían parecer más débiles para ustedes. Sólo eran unos pocos al principio, y el clan lo encubrió. Escondieron a esos hombres y no dejaron que nadie lo supiera. Cuando Sikes llegó a la edad de imprimarse y se dio cuenta de que iba a ser uno de lo que iba a estar atrapado lejos en el recinto, se negó a someterse a eso. Así que empezó sus experimentos secretos. Nadie nunca bajó al recinto. Estaba viejo y desgastado. Él sabía que no sería atrapado, y no lo fue.

—Todo este tiempo, cada vez que te he visto, ¿estás diciendo que tu imprimación no ha sido real? —dijo Harry lentamente.

Cambios (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora