Capítulo 33: Una pequeña tienda dentro de la fuerte lluvia

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El sonido de la lluvia cayendo sobre el sombrero de lluvia de bambú. Jun Xie salió rápidamente de la Residencia Jun a través de la puerta lateral y se dirigió a la calle principal. La calle principal, que había estado llena de actividades y peatones, estaba vacía debido al fuerte y repentino aguacero. Las tiendas de ambos lados sin embargo estaban repletas de multitudes de gente. De vez en cuando, se escuchaban los sonidos de las risas o las maldiciones saliendo de las tiendas.

Bajo el fuerte aguacero, el ruido clamoroso parecía haberse fusionado tanto con el Cielo como con la Tierra. Jun Xie caminó solo bajo la fuerte lluvia, viendo como la lluvia se transformaba en una cortina entre el Cielo y la Tierra. A medida que la lluvia picoteaba su sombrero de lluvia de bambú, Jun Xie sintió su propia insignificancia y soledad.

¿Y que si fue el asesino número uno del mundo en su vida pasada? ¿Y qué si se le había concedido una gran oportunidad para trascender la muerte, transmigrando a un mundo diferente? ¿Y qué si consiguió el tesoro inmensamente misterioso, la Pagoda de Hongjun? Entonces, ¿Qué pasa si él tiene la oportunidad de practicar el misterioso “Arte de Desbloquear la Fortuna del cielo”?

Al final, no era más que una gotita de agua en medio de un océano entre el Cielo y la Tierra. Tan diminuto, tan solitario, tan solo…

“Los predecesores nunca conocerán a sus antepasados; Los sucesores nunca conocerán a sus descendientes. Estudiando tranquilamente el Cielo y la Tierra, y sin embargo solo e inferior.” Jun Xie rió amargamente mientras sacudía la cabeza. Pensó que debía haber escrito este poema. Nacido en otro mundo, era verdaderamente un hombre sin precedentes y sin descendientes. ¡El verdadero descendiente de Yan y Huang en este mundo no era otro que él!

(N/T: “El descendiente de Yan y Huang” representa a los Chinos Han de hoy)

La fuerte lluvia y la niebla que la acompañaba eran extremadamente pesadas, el agua cubría cada centímetro del suelo. La lluvia y la niebla oscurecieron los cielos, haciendo que todo se volviera ilusorio y nebuloso. Incluso el aguacero circundante parecía haber perdido su sonido… Jun Xie de repente sintió como si todo fuera un sueño, cada persona y cada asunto ya no existía. Sólo estaba él, caminando solo a través de la fuerte lluvia…

Jun Xie sintió de repente que era un fantasma, o tal vez simplemente era un sonámbulo, sus fuertes pisadas resonaban bajo la lluvia y sin embargo sonaba tan lejos. Este sentimiento incompleto hizo que Jun Xie, un asesino de sangre fría, se sintiera vulnerable y débil.

De repente se encontró frente a un lugar oscuro y se dio cuenta de que había abandonado inconscientemente de la calle principal a un estrecho callejón. En medio de la lluvia, un poste de bambú estaba inclinado de una tienda, señalado mientras colgaba visiblemente. De adentro provenía el olor del vino.

¡La única manera de ahogar las penas era cerrarlo!

¡La única manera de hacer desaparecer las preocupaciones era el vino! Jun Xie vaciló un momento antes de entrar en la tienda de vinos.

La tienda no tenía a nadie dentro. Tenía quince mesas, pero todas estaban vacías. Teniendo en cuenta la intensidad de la lluvia, era natural que los negocios de la tienda se vean afectados. Especialmente cuando se considera lo pequeña que era esta tienda. Pero, en una esquina de la tienda, una persona se sentó. Con una cara agotada que ocultaba el sombrero de bambú de lluvia, él se sentó y sirvió a sí mismo. Parecía entretenerse, pero parecía más bien sentirse solitario y aislado.

Jun Xie ordenó al azar dos platos de acompañamiento y una jarra de vino. Luego se sentó en silencio en una esquina, sirviéndose a sí mismo también.

Estaba solo en una pequeña tienda bajo la fuerte lluvia.

Con esta copa brindo por los que he matado en mi vida pasada. Perdónenme, porque no tienen oportunidad de tomar venganza. ¡Gulp!

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