XXIII "Respuestas"

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Lucía POV

--Lucía...-- me llamo Carlota sacandome de mi ensimismamiento.

--¿Si?.

--¿Que está pasando entre Valentina y tu?.

Al instante baje la vista al piso, queriendo por todos los dioses que nunca se hubiese presentado esa pregunta en nuestra conversación.

--¿Porque lo preguntas?.

--Ambas se rebajan con la mirada a veces y en otras ocasiones parece como si quisieran comerse--contesto sonriendo y negando.

--¿"Comerse"?.-- susurré para mi. --Nada...-- respondí dispersando mis pensamientos.

--Lucia, ¿Que está pasando?.

--Es algo de lo que no quiero hablar...

--A veces, hablar es el mejor y único remedio.

Suspire resignada y asintiendo.

--F-fue en la fiesta... la del sábado pasado... tuvimos una pelea... yo estaba... celosa...., ella me hablo mal... di-dijo palabras que me lastimaron... yo no tuve otra reacción que cerrar la boca y volver al departamento... no se si fue el alcohol o era realmente lo que ella siente por mi... supuestamente "los ebrios no mienten".

Carlota paro el auto a un costado de la ruta y me agarró las manos.

--Continúa-- dijo sonriendome.

Yo agradecí el gesto y continúe.

--No se si sea masoquismo, o el hecho de que quiero caerle bien a toda costa, pero necesito hacerla sonreír cuando estamos solas, quiero tenerla cerca y oler la fragancia a Jazmín que tiene en la piel, quiero que... quiero que me quiera, y cada día que pasa sin que nos dirijamos la palabra es otro día que me siento desgastada o desanimada, pero se que no es bueno, no está bien que ella me trate así, estando ebria o no.-- termine cerrando los ojos.--Y lo peor de todo, es que nunca sentí esto, con nadie, ni siquiera con Mónica que fue lo más cercano a una "Novia" que tuve, con Mónica era atracción sexual, con Valentina... no se que mierda me pasa...

Tomó mi barbilla he hizo que la viera.

--Lo que te pasa con Valentina no es una atracción sexual, Valentina no te gusta... tu estas enamorada de Ella.-- hablo sonriendome.-- Tu amas a Valentina porque quieres poner a toda costa su felicidad sobre la tuya, pero eso no siempre es algo bueno, y está bien que estén distanciadas, así puedes pensar, pero llegará el momento en el que ya no podrás ni querrás seguir pensando, y ahí, tendrás que hablar con ella sobre tus sentimientos.

--Pero hace dos semanas que estoy acá, no me puedo enamorar en dos putas semanas.

--El amor no conoce de tiempos.

--El amor es una mierda.

--No, no lo es.-- contesto palmeando mi cabeza y riendo.

Regresó al camino poniendo el auto en marcha, verdaderamente la charla con Carlota me saco un gran peso de encima... ups, se me olvidó decirle lo del beso.

--He... Ota.-- hablé dudando.

--Dime Lucy.

--Valentina me beso en Navidad.-- contesté rápido para luego sentir como el auto frenaba de golpe y si no hubiese sido por el cinturón de seguridad, estaría dándo la vuelta al mundo.

--¿¡QUE VALENCIA HIZO QUE!?.

Ya en la Mansión...

Ambas llegamos a la fiesta, llevábamos ropa casual e informal, igual que todos, nos sacamos las camperas y se las entregamos al mayordomo que esperaba en la puerta.

--Buenas noches señorita Marchesi, espero que tenga una linda noche-- hablo el mayordomo.

--Hola Héctor, buenas noches para usted también, la Mansión está tan perfecta como la semana pasada, espero que la jornada no se le haga tan larga-- respondí amablemente haciendo que el hombre me sonriera, todos los empleados de la Mansión eran muy amables.

--¿Tratas de caerle bien a sus empleados para conquistar a Valentina?-- preguntó Carlota con picardia.

--¡No!, me gusta tratarlos así porque son buenas personas, nada más.

--Vale, vale.-- contestó riendo.

Ella y yo pasamos al gran salón divisando varios grupos de personas ya armados, la música se escuchaba despacio y la gente conversaba animada.

Tardamos un poco pero al final pudimos encontrar a las chicas.

--Ey, bella dama, ¿que tal estais?-- pregunto la rubia llegando con Lidia.

--Demasiado ataviada de cosas, las bebidas no llegan y Valentina tuvo que hablar unas seis vecese con los vendedores.-- contesto nerviosa.

--Las bebidas están en un bar, dicen que no tienen con que traerlas, y que supuestamente tenem...

Al escuchar la voz de Valentina me gire para verla haciendo que conectarán nuestros ojos, estaba... estaba simplemente hermosa, jeans negros ajustados y una camisa rosa pálido suelta eran las prendas que tenía en su cuerpo, acompañados de unos tacos de altura media color piel, ella me observó por unos momentos barriendome de arriba a abajo para luego ignorarme y seguir hablando.

--Supuestamente tenemos que ir a por ellas-- termino suspirando.

--Vale, puedes ir tu con Lucía y yo me quedo aquí a ayudar a Lidia, ¿que os parece?-- hablo Carlota sonriendo, quiero matarla.

Tanto Valentina como yo asentimos de mala gana.

--Lucía ¿tienes licencia?-- pregunto Lidia. Yo asenti.-- Bien, ten mis llaves, así podrán traer las bebidas, no te enfades Valencia pero tu carro no tiene mucho espacio-- hablo la morocha tirandome las llaves del auto haciendo que mis ojos brillaran.

--Gracias-- contesté sonriendole. Una tos forzada intervino haciendo que dejará de mirar a Lidia, era Valentina, me pareció raro.

Ambas, la gallega y yo, salimos de la casa rumbo al auto de Lidia, al llegar por fin pude ponerme en el lado del piloto.

Empecé a conducir con las coordenadas que Valentina cargo en Google Maps, la tensión que habia en el auto era mucha, estaba demasiado nerviosa.

--¿Estas segura que es esa la dirección?-- hablé mirando el camino de forma seria.

Ella dejó de mirar por la ventana y poso su vista en mi, soltó una carcajada que me descoloco asustandome.

--Y luego la de la "Bipolaridad" soy yo.-- hablo cínica.-- pensé que no me volverías a hablar.

--Mira, yo estuve mal hoy, lo reconozco, tendría que haber aceptado tus disculpas.-- hice una pausa-- pero no voy a aceptar que cada vez que quieras hablar conmigo me tengas que inmovilizar de esa incomoda forma sobre el sofá.--Ella soltó una risa.--y no, no me parece nada gracioso, ya que si tenes un mínimo de respeto por los demás, hablarias las cosas que te molestan de forma madura y no asi, espero que dé ahora en mas, hablemos bien las cosas, no necesitas tirarte arriba mío para que te escuche, y todavía tenemos dos charlas pendientes.-- termine llegando al lugar en el que vendían las bebidas y dejándola completamente callada.

Bajamos del auto luego de estacionar y observamos el local, lo descriviria como un bar de mala muerte, algo así como el "Cabeza de puerco" en Harry Potter, si saben a lo que me refiero.

El cartel de Neón sobre el local dictaba el nombre de "Las siete cabras" y la imagen de un 7 con cuernos.

Ambas entramos, dentro de el bar había gente de todo tipo, mujeres, hombres, borrachos durmiendo, algunos parecian motociclistas, al momento de poner un pie dentro todos voltearon a nosotras, parecia que teniamos un iman en la cara o algo parecido, algunas miradas eran lascivas y se dirigian a Valentina o a mi...

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