Capítulo 74: Recién casados.

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¡Hola, delicia! Antes de contarte a qué se debe que rompa la cuarta pared y me dirija a ti, quería desearte un feliz verano. A pesar de que pretendía que Sabrae y Alec fueran oficialmente novios en primavera, voy a tardar un poco más, pero puedo garantizarte que en esta época en la que los días son más largos y las noches, más cortas (¡sobre todo ésta!), acabaremos haciendo oficial Sabralec.

¿Por qué te cuento esto? Para que tengas paciencia. Aunque mi plan original era incluir toda la noche en este capítulo, se me ha ido un poco de las manos (como siempre), y tendremos que esperar un poco para ver a Scott en acción, y en consecuencia, a Sabralec siendo extremadamente domésticos. No obstante, tengo una "mala" noticia que darte: debido a que tengo un examen muy importante en dos semanas (el 4 de julio, concretamente), ~*no puedo garantizarte que haya un nuevo capítulo este fin de semana/la semana que viene (el domingo o el lunes)*~. Tengo que estudiar.

Eso me voy a decir cuando me pase por el forro este pequeño anuncio y me ponga a escribir como loca el fin de semana. No, pero en serio. Tengo que estudiar. No te asustes si no sabes de mí hasta dentro de dos semanas; no se me habrá acabado la inspiración ni habré abandonado la novela (créeme, estamos mejor que nunca y tengo más de 500 notas -literalmente-, así que esto va para largo). Simplemente estaré fingiendo que soy una estudiante responsable.

Dicho lo cual, no te doy más la turra. ¡Disfruta del capítulo!☺ 


-¿Sabrae Gugulethu Malik?

Reí entre dientes, sintiendo cómo se me achinaban un poco más los ojos: tener a Alec delante siempre hacía que mi mirada se encogiera un poco por culpa de la sonrisa que su mera aparición me provocaba, pero incluso entonces, cuando parecía mirarlo por entre mis pestañas, ponía más concentración en él que un crítico de arte examinando una obra para determinar si se trataba del original por el que su museo había pagado millones, o una copia muy bien lograda. Tiré de los bordes de la chaqueta que llevaba puesta, envolviéndome con ella, mientras mi sonrisa se curvaba un poco más al escuchar su tono profesional.

-Estoy bastante segura de que he dejado vacío el campo del segundo nombre en el formulario de envío-respondí, arqueando las cejas, pillándolo con las manos en la masa. Alec, sin embargo, no titubeó, a pesar de que le había adelantado por la izquierda: continuó con su tono profesional como si estuviera hablando con una clienta cualquiera, con la que no se acostaba.

Claro que, para ser justos, Alec sí que se había acostado con algunas clientas.

-En Amazon estamos muy comprometidos con el servicio a los clientes-explicó, tendiéndome el paquete que llevaba bajo el brazo con cuidado, a pesar de que no tenía la indicación de que era mercancía frágil y bien me lo podría haber lanzado, como me había pasado otras veces otras cosas-. Intentamos darles una atención lo más personalizada posible.

-Qué suerte la mía-comenté, colocándome el paquete debajo del brazo también y esperando con una mano en la puerta, para impedir que se cerrara. Alec toqueteó la pantalla de su móvil un par de segundos, y luego me lo tendió: el portal de Amazon estaba completamente en blanco, así que levanté la vista y lo miré-. ¿No te digo el número del carnet de identidad?

-Me lo sé de memoria.

-Cinco estrellas a la personalización-me burlé, haciendo el garabato de mi firma con el dedo, apenas rozando la pantalla, como Alec me había explicado que debía hacerse: cuanto más se apretara el dedo, peor procesaba la firma y más tiempo llevaba.

-Si es que soy un partidazo-Alec se encogió de hombros y puso los ojos en blanco, esbozando una sonrisa bobalicona. Estaba a punto de guardarse el móvil en el bolsillo cuando éste vibró, y frunció el ceño-. Ah, mierda. Te ha salido una encuesta. ¿Quieres responderla?

B o m b ó n (Sabrae II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora