KIM

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                       A VARIOS DÍAS DEL SECUESTRO

He estado en la terraza de la casa durante ya hace un rato después de días de tenerla aquí en casa, le he dado vueltas al asunto, pero lo único que yo quiero es que muera, aunque se que está mal. Vengo todos los días después del trabajo a supervisar que esté bien y alejo no la cague. Exactamente han pasado cinco días. Días en los que he ido a la oficina para fingir que estoy bien mientras me siento cada vez más jodida.

Suspiro fatigada y entre algunos papeles que tengo en la mesa me hablan por teléfono.

- ¿Hola? - digo sin mirar la pantalla y con los ojos cerrados.

- Kim, ¿como estas? Oye...

- hola, estoy bien Rafael. Que sucede.

- pues nada, que Maria Jose está buscado un expediente que te dieron a ti por accidente ¿no sé si lo has notado entre tus cosas?

- no, no he revisado nada.

- bueno, es un caso penal y dice que le urge.

- yo lo llevo mañana a la oficina si le parece, oye Rafael... ¿Cómo está Maria Jose? ¿Ya apareció Paulina? Vi que los comandantes aparecieron en la oficina. Espero con buenas noticias.

- aún nada, no le han dicho nada de su paradero. Le comentaron que ya la han boletinado como persona desaparecida. Pero el papeleo correspondiente es muy largo, inclusive hicieron un peritaje en el cabaret y no encontraron nada, como si se hubiera ido o tragado la tierra.

- ah, ya veo.

- si, es muy raro que se haya ido así nada más, ella está destrozada y está todo muy mal con ella.

- es una verdadera lástima, pero dile que cualquier cosa que necesite, la apoyo.

- muy linda tu, le diré Aunque tu sabes cómo se pone... - suspiro fuerte volteando los ojos. - pero lleva la carpeta, le diré que tú la tienes

- si Rafael, gracias. Adios.

- chao. - le cuelgo la llamada y me centro a ver en un punto fijo. No la han encontrado. Río en voz alta. Obvio no la han encontrado por qué la tengo yo y para lo que es México y su sistema de búsqueda es inútil que quiera meterle prisa.

-kim, ¿estás ocupada? - me doy la vuelta por qué alejo ha entrado y me ha sacado de mis pensamientos.

- si... ¿Que pasa?

- ¿estás bien? He notado que estás ausente en lo que va del día.

- estoy bien, estoy... Tratando de resolver un caso es complicado.

- bueno, te puedes quedar con Paulina, iré a la cuidad por tafil y por un poco de cosas que pueda comer.

- pero si aquí tiene todo lo que necesita.

- Kim, no ha comido en todo el día. Lleva varios días así. Tengo que ver la manera de que no se vaya a enfermar y de que esté bien.

- por Dios, no nos pongamos sentimentales porfavor.

- no se trata de eso, no quiero que le pase nada.

- bien, la veo un rato. Ya - le miro rindiendome a su petición y el sonríe.

Me voy a la habitación de Paulina una vez me despido de Alejo.

Me sirvo una copa en la cocina y me encamino a ella. Alejo se tiene bien instalado, hay ropa tirada por todos lados. Este tipo está enamorado de ella, aunque no sé si está loco o algo, primero con su mamá y luego con ella, que ninguna relación con Virginia tiene. Más que el que sea su madre, por qué definitivamente es diferente a ella, las apariencias le pesaron pero una vez salió del medio nadie volvió a saber de ella.

LA CASA DE LAS FLORES: UNA HISTORIA PARTICULAR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora