Cuando Bao MingGao decidió volver a Chongqing, ya habían pasado dos años. Su corazón latía emocionado y las ganas de ver a Lan Wingshu no lo dejaban dormir por las noches.
Ya que Bao MingGao era un joven maestro de una familia de comerciantes adinerados, tenía una muy buena posición y no le faltaba dinero, por lo que para su visita preparó los más exquisitos regalos, desde lienzos, hasta pinturas, dulces y cuerdas de seda.
Tenía en cuenta los gustos de Wingshu y decidió elegir lo mejor de todo.
En este momento, MingGao ya había cumplido diecisiete años, su rostro había cambiado mucho y era realmente muy atractivo, su piel era blanca y lisa, su cabello negro como la tinta peinado en una media cola y una horquilla fina decoraba su cabeza, sus ropas eran de una muy buena calidad y de color rojo con detalles dorados, resaltando su palidez y atractivo. Era un muchacho alto y su cuerpo empezaba a formarse, un abdomen firme y marcado acompañado de brazos y piernas resistentes y fuertes. Y lo que más derretía los corazones de las jovencitas eran sus ojos oscuros y brillantes, parecían tener estrellas firmes y luminosas en ellos, absorbiendo el alma de quien los viera.
Aunque MingGao jamás se creyó alguien atractivo, incluso ahora, cuando era aún más evidente, no sentía que fuera lo suficientemente atractivo. Y aún teniendo una parvada de chicas interesadas en él, nunca olvidó a esa persona, la segunda persona que había sido amable con él, la primera persona de la que se enamoró.
No había olvidado a su primer amor, y probablemente jamás lo haría.
Cuando las chicas que estaban interesadas en él supieron que ya había alguien en su corazón, se sintieron celosas y heridas. Y no mucho después, descubrieron todas las pinturas que MingGao había hecho junto a la misteriosa persona que amaba.
Un velo cubría el rostro de ella, no había ninguna excepción, todos los cuadros eran parecidos, pero en distintos escenarios y situaciones.
MingGao se preparó y fue hasta Chongqing, más nunca se imaginó que la primera persona en recibirlo sería la pequeña Yu Mei. La testaruda y celosa chica que era algo parecido a un espíritu guardián de Lan Wingshu.
Ella lo observó de pies a cabeza, escaneándolo de forma sorprendida.
¡Era un chico muy guapo!
Bao MingGao caminó hacía ella y sonrió con gentileza.
-Yu Mei, tanto tiempo sin vernos, has crecido mucho.
Yu Mei lo observó estupefacta.
-¿....Perro MingGao?
La mirada de la chica volvió a ser fiera, como lo había sido siempre cuando lo observaba. Su tono era muy frío para una niña de su edad.
-¿Qué estás haciendo aquí?
-......
-Responde, te dije que no volvieras a venir, tu mismo prometiste no volver, ¿qué haces aquí?
MingGao se rascó una mejilla y sudó un poco antes de volver a hablar.
-Vine a visitar a didi, traje algunas cosas para él.
-¿Didi? ¿Vienes a ver a Lan Wingshu?
-Mn. - MingGao asintió de manera calmada.
De la nada, la furia brilló en los hermosos ojos de Yu Mei, sus mejillas se pusieron rojas y desenvainó su espada espiritual. Las chispas que saltaron, quemaron un poco el flequillo de MingGao, y este retrocedió de inmediato.
No pensó que Yu Mei lo fuera a recibir de esta manera, después de todo, en el pasado ella se había disculpado de las palabras que había dicho.
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El amor está oculto como el fuego en la piedra. [Reescribiendo]
Historical FictionEl clan Lan y el clan Cheng han estado en conflictos desde hace muchos años, el líder del clan Lan quiere hacer una alianza con el clan Cheng, lo único que puede hacer es una alianza matrimonial, el único problema es que el no tiene ninguna hija, as...