Capítulo 64: La Boda Del Emperador (II)

154 32 0
                                    

Lan Wingshu decidió salir de su habitación para dar un paseo por los alrededores y descubrir quien había sido la chica que lo ayudó a vestirse mientras estaba dormido.

Gracias a que cada secta estaba dividida en su propio hospedaje, era más sencillo encontrar a los integrantes de cada secta de manera más ordenada.

Lan Wingshu decidió recorrer el Jardín de Loto ya que ahí se encontraban los integrantes de la secta Yao. Todas las personas especializadas en medicina se encontraban dentro de esta secta, el líder de la secta Yao no tenía esposa ni hijos, por lo que llevó a sus discípulos para la ceremonia.

Cuando Wingshu llegó al lugar, se encontró con una escena peculiar, el líder de la secta Yao estaba sentado en el piso, en el centro de sus discípulos, mientras que ellos estaban sentados en un círculo rodeándolo, parecía que estaba contándoles alguna anécdota o algo parecido, así que Wingshu no quiso interferir y se dio la vuelta para marcharse.

Pero antes de que pudiera hacerlo, Yao HuiZan le habló.

-¿Señorita Lan? ¿Qué la trae por aquí?

Wingshu se detuvo en seco y algo avergonzado volteó y hizo una reverencia.

-Mis respetos al líder de la secta, vine a agradecer por sus cuidados prestados. También agradezco al líder por haber roro el sello espiritual.

-¡Ah! Eso no fue nada, es mi trabajo después de todo, aparte, dígale a su novio que no vuelva a sellarla, puede llegar a ser muy peligroso.

-Ah... No fue él...

-¡Bien! Venga aquí, ¿quiere comer algo? Tenemos pastel de osmanthus, sabemos que le gustan los postres.

Wingshu asintió con la cabeza y caminó hacia ellos. Después de tomar una pieza de aquel postre, se sentó junto a ellos.

Wingshu realmente quería saber quién había sido la persona que lo había ayudado a vestirse, por lo que disimuladamente preguntó.

-Por cierto, Cheng Wuang me dijo que una chica me ayudó a vestirme y cuidó de mi, ¿puedo saber quién es? Quiero agradecerle correctamente.

El hombre de barba blanca cerró los ojos y sonrió gentilmente.

-No necesita ser tan seria, no es necesario que le dé las gracias, después de todo es mi discípula y no tiene porque alzar las plumas por hacer su trabajo, no es necesario que usted le agradezca. - Yao HuiZan se negó con tacto.

Wingshu se rascó la mejilla y no sabía que decir.

-Ahhhh... De verdad me hubiese gustado darle las gracias, me hubiera avergonzado mucho que Cheng Wuang me haya ayudado, y...

-¡Hahaha! Muy bien, la entiendo, pero incluso si quisiera darle las gracias, ella no se encuentra aquí en este momento, salió al pueblo para comprar algunas cosas, si usted gusta, puede esperar aquí por ella.

Wingshu asintió con la cabeza y decidió unirse a ellos para esperar a la chica y darle las gracias por no haber dicho ninguna palabra.

Las túnicas de los médicos de la secta Yao, eran completamente blancas y en las esquinas tenían bordados azules, los discípulos eran serios en su trabajo y no aceptaban que se les pagara por sus servicios, sólo en ocasiones realmente importantes cobraban, pero aún así, no era demasiado dinero.

Entre las nueve sectas, las personas pensaban que la secta Yao era la más justa de todas, los médicos hacían trabajos de calidad y eran realmente humildes y amables. El Inmortal Yao hacia un buen trabajo entrenando a sus discípulos para que fueran personas de bien y provecho.

El amor está oculto como el fuego en la piedra. [Reescribiendo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora