El cielo se volvió completamente carmesí y no se podía distinguir si era de día o de noche, la completa oscuridad los rodeó a todos.
Cheng Wuang jadeó e ignoró lo que había aparecido en el cielo, ya que parecía ser una distracción.
Una vez había aparecido el rostro en medio del cielo, la mayoría de las personas le prestaron atención, por lo que todas ellas murieron instantáneamente por el ataque de las criaturas.
El aire era demasiado pesado y el hedor a sangre flotó por los aires.
Lan Wingshu había desenvainado a Shen Ru, mientras que protegía detrás de sí mismo a MayLing, que se aferró fuertemente a él.
Su rostro estaba lleno de miedo y sus manos temblaban, Wingshu la observó y dijo: –Quédese cerca de mí todo el tiempo, no dejaré que nada le ocurra.
MayLing asintió y apretó sus puños.
No sabía que es lo que estaba pasando con exactitud, pero si sabía lo que esta criatura era.
Se trataba de un antiguo demonio, que simbolizaba mal presagio y destrucción, la última vez que había aparecido en el Reino humano fue hace más de diez mil años.
El reino de XueLi fue completamente destruido cuando apareció en el cielo, la destrucción y el caos llegó al reino y todas las personas que vivían ahí, murieron sin excepción alguna.
Las garras de las criaturas desgarraron la carne de todo y se volvió un escenario de pesadilla.
El único método de cerrar la barrera entre el Inframundo y el reino mortal era que un monje con un nivel alto en cultivación la cerrara, requería tiempo y esfuerzo, pero si el corazón taoísta era puro, podía servir.
De pronto, el gran rostro en medio de los cielos abrió los ojos y la boca, una voz temible salió de él, sus palabras tenían la potencia de un relámpago.
Aunque su voz era abrumadora, sus palabras fueron muy claras.
–Reino humano, jamás podrán vencerme... ¡Soy Inmortal e inevitable! La destrucción caerá sobre todos ustedes, ¡Dongcheng desaparecerá de la faz de la tierra!
Cuando sus palabras cayeron, un rugido demoníaco se escuchó desde el extremo de los cielos.
Una persona había llegado, junto a más cultivadores.
El líder del grupo estaba montando un dragón, aunque las escamas de este estaban desgastadas, su piel irradiaba una luz que no se podía ocultar ante los ojos de los demás.
La persona que montaba el Dragón era excepcionalmente hermosa e inalcanzable, su cabello era de un color blanco puro, sus ojos eran tan azules como el mar, mientras que sus ropas doradas estaban bordadas con gemas preciosas.
Alzó la voz y le dirigió la mirada a sus compañeros: –¡Vayan ahora!
Miles de hermosas personas con rasgos celestiales sacaron instrumentos espirituales y comenzaron a tocar una hermosa melodía.
Todos estaban asombrados: –¡Los Inmortales de la Cumbre WuDi! ¡Vinieron a nuestro rescate!
Aunque habían llegado estas personas, las criaturas siguieron apareciendo una tras otra, pronto, todos empezaron a agotarse.
Cheng Wuang empuñó firmemente su espada. Un mounstruo de más de diez pies de altura se plantó frente a él.
Este demonio lo atrapó del torso y lo arrojó con fuerza hacia el suelo. Cheng Wuang escupió una bocanada de sangre, pero decidió ponerse de pie y enfrentarlo.
Cuando de repente, Fei Gin se paró a su lado y le dirigió una mirada de alianza, ambos lucharían hasta el final para estar a salvo.
Ambos repartieron golpes en los puntos que creían vitales, pero esta criatura no cedía, incluso se volvía más fuerte y sus golpes más poderosos.
Cuando Fei Gin y Cheng Wuang estaban por darse por vencidos. Una persona vestida con llamativas túnicas rojas apareció frente a ellos, cayendo desde lo alto sobre la cabeza de la feroz criatura.
¡Era Bao MingGao!
Cheng Wuang jamás pensó que estaría tan feliz de volver a verlo.
Cuando vio el campo de lucha, su expresión palideció, todos estaban enfrentándose a las criaturas, pero se estaban cansando, una vez se cansaban, caían al suelo y las feroces criaturas demoníacas los despedazaban.
El suelo estaba repleto de cadáveres y el hedor a óxido era insoportable, cada vez era más difícil de respirar.
El hermano mayor mayor de Koi MayLing, Koi Meng, lanzó una flecha a uno de los ojos de la criatura, y gritó: –No golpeen en otras partes del cuerpo, ¡ataquen directamente a sus ojos, ese es su punto débil!
Tal y como dijo, Fei Gin dio un salto y clavó su espada en uno de los ojos de la criatura, en total habían cinco, dos en sus manos y tres en su rostro.
La criatura rugió y lanzó con fuerza a Fei Gin, cuando este cayó al suelo, un pequeño mounstro de dirigió corriendo hacia él, pero Koi Meng llegó a toda prisa a salvarlo.
Cuando Koi Meng llegó, extendió su mano hacia Fei Gin y le sonrió: –¿Siempre vas a depender de mí, cuñado?
Fei Gin tomó su mano y cuando se iba a poner de pie, sus pupilas se encogieron inmediatamente y gritó: –¡Koi Meng! ¡Detrás de ti!
Fue demasiado tarde, una vez volteó la mirada, una enorme lanza se había clavado en su estómago, sus labios se abrieron y sus ojos se agrandaron, y tocó su estómago: –... No...
Una sombra oscura había apuñalado el abdomen de Koi Meng con una enorme lanza, la punta de esta lanza contenía un veneno terriblemente mortal y no había cura alguna, si una persona por error se hería con un arma intoxicada con este veneno, moriría en cuestión de minutos.
Koi Meng cayó de rodillas al suelo, Fei Gin se puso de pie y cortó a la mitad la figura oscura y difusa que había dañado a Koi Meng, se arrodilló y lo arrastró hacia un lugar vacío.
–Koi Meng... Aguanta un poco más, voy a ayudarte, conseguiré ayuda.
Koi Meng extendió su mano y tomó el brazo de Fei Gin: –Espera... No hay cura para esto... Solo tengo unos cuantos minutos–. Su voz sonaba muy suave. –Fei Gin, por favor, tienes que prometerme que cuidarás de Ah-Ling, pase lo que pase jamás la dejarás sola...
Fei Gin frunció el ceño y amargamente respondió: –Koi Meng, lo siento tanto... Esto es mi culpa... Yo.... Te prometo por mi vida, que jamas abandonaré a Ah-Ling, prometo que cuando nuestro hijo nazca, llevará tu nombre.
Koi Meng sonrió dolorosamente: –No podré conocerlo... Ahhh... Eso no importa, sé que estarán bien porque estarán contigo.
Koi Meng suspiró y cerró ambos ojos antes de dar su último respiro.
Koi Meng lo vio y su expresión se volvió dura: –Te prometo que los cuidaré mejor que a nadie.
Cuando se levantó corrió hacia Cheng Wuang, Cheng Wuang estaba luchando contra los mounstros que se encontraban en el campo de batalla, cada vez eran menos, ya que un monje se estaba encargando de sellar la entrada.
Fei Gin se unió de nuevo a la batalla y cortó por la mitad a más de diez criaturas.
Cuando finalmente pensó que ya había terminado, una imagen imposible ocurrió frente a sus ojos.
Su corazón se contrajo y sus pupilas se encogieron.
Su respiración se detuvo...
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El amor está oculto como el fuego en la piedra. [Reescribiendo]
Historical FictionEl clan Lan y el clan Cheng han estado en conflictos desde hace muchos años, el líder del clan Lan quiere hacer una alianza con el clan Cheng, lo único que puede hacer es una alianza matrimonial, el único problema es que el no tiene ninguna hija, as...