El amor está oculto como el fuego en la piedra. [Reescribiendo]

Recuerdos Amargos Parte 8

Al ver que Zhao Lixue iba empeorando y cada vez se ponía más delgada y pálida, el doctor y los otros 4 hacían todo lo posible por ayudarla. Lan Wingshu utilizaba sus talismanes para aliviarla de cualquier dolencia, también utilizaba aquel guqin que ella misma le había obsequiado, para comandar a los pequeños hombrecitos sombra, lo único que podían hacer era arrancar pequeñas porciones de energía oscura de su cuerpo, aunque no funcionaba para quitarla completamente ya que volvía a regenerarse, lo único que hacía era tranquilizarla y relajarla un poco, la mujer ya casi no hablaba, y era difícil hacer que pudiera comer, por lo que no reprendía a Wingshu por usar aquellos talismanes que no deseaba en la vida de su hijo. Lan Wingshu seguía siendo discreto con esto, sólo lo hacía cuando estaban completamente solos, pero aún así, perdía gran cantidad de energía cada vez que lo hacía.

Por otra parte, los hermanos de Wingshu iban a ayudarle al doctor a hacer los medicamentos de su madre, buscaban las plantas que les eran encargadas y las preparaban, Lan Cong seguía rondando por todos los clanes buscando el apoyo de más médicos que ayudaran a su esposa. Esta época era muy gris y agotadora, por más esfuerzos que pusieran, la mujer no se mejoraba, en cambio, empeoraba muchísimo más. Aunque aún así no se dieron por vencidos, todos siguieron esforzándose en sus trabajos, incluso llegó un punto en que los dedos de Wingshu se rasgaron y empezaron a sangrar, por tocar las cuerdas de su guqin por tantas horas seguidas, el chico que en aquel entonces tenía 11 años, estaba apunto de colapsar, no había comido por días, y no paraba de usar sus energías para ayudar a su madre a aliviarse. Zhao Lixue vio el miserable aspecto de su hijo menor, y observó con asombro las manos sangrantes de este, no pudo soportar aquel escenario, y con toda la fuerza que reunió pudo decir unas palabras.

-A....... Shu......

-¡Madre! ¿Pasó algo? No gastes tu energía, descansa un poco, pronto encontraremos al culpable y te recuperarás.

-No....... Des... Cansa...

-¿Mnn? Sí, descansa un poco más.

-A-Shu..... ¡Por primera vez escucha a tu madre!......ouch...

-Tranquilízate un poco madre, por favor, ya te.. - la mujer tomó rápidamente las manos sangrientas de su hijo y llamó a A-Ming.

-¡Mi señora! Por favor relájese y vuelva a recostarse, ¡Dios mío! Joven amo, ¿Qué fue lo que le pasó?.

-A..... Ming, venda.... Sus manos y.... Llévalo a comer..... Y que duerma.... Y.....

-Si Madam, joven amo, venga conmigo por favor, trataré sus heridas.

-A-Ming, retírate, no te preocupes por mi, estoy completamente bien.

-Joven amo, es una orden...

-¿Quién da las ordenes? ¿Tú o yo? Dije que no hay ningún problema, retírate. - Wingshu nunca le había hablado así a alguien, ni siquiera había dicho algo así de arrogante en su vida, pero en este momento estaba muy estresado, sumando que no había dormido ni comido nada en días.

-¡Pero! ¡Madam Zhao me dio una instrucción!

-¡Ugh! ¡¿Y eso que importa?! ¿Quien se supone que va a cuidar de ella? En realidad soy el único aparte de mi padre y mis hermanos que se preocupa por ella, nadie lo hará bien y de buena gana, solo me lavaré las manos, no es nada.

-No sea obstinado, ni siquiera se ve bien, venga conmigo y coma algo, después puede volver con mi señora.

-Dije que estoy bien, ¿porque todas las personas que conozco me subestiman? Soy más capaz de lo que crees, no necesito nada, vete, esa es MI orden - Dijo haciendo una clara entonación en la palabra "mi".

-Madam Zhao.......

-A-Shu....... Obedece...

- Madre - bajó el tono y siguió hablando amablemente - Si me voy, ¿Quién te cuidará? Y si te pasa algo y necesitas ayuda, ¿Quién te ayudará? Yo me encuentro bien, no pasa nada, siempre estoy cortando mis dedos, así que ni siquiera me duele, no siento hambre y mucho menos sueño. Aparte, soy yo el que quiere estar contigo.

-..... Mfff..... Tengo a A-Ming...... Si tu te enfermas...... Me sentiré culpable.... Vete con ella..... O cuando me recupere..... Serás castigado.... Y escribirás 500 veces...... "Debo obedecer"

"¿El joven amo siempre está cortando sus dedos? ¿Porque hace eso?"

-No es un mal castigo, puedo hacerlo.

-¡Suficiente! ¿Cuándo el joven amo se hizo tan desobediente? Escuche a su madre - A-Ming no pudo soportar más aquella escena y le dio un golpe suave en el cuello a Wingshu, noqueándolo al instante.

-Lo siento mi señora, esta era la única opción, espero que no se enoje conmigo.

-No..... Bien hecho..... Cuídalo, por favor.....

-Claro que si, cuando le dé de comer lo dejaré descansando y me encargaré de cuidarla a usted.

-Mnn....

Así fue, A-Ming llevó a Wingshu a su propia casa, y amenazó que si no comía, jamás lo dejaría salir y no lo dejaría ver a su madre, ante estas palabras, Wingshu comió todo lo que le fue servido y durmió por bastantes horas.

"A-Ming es muy lista, pero aún así, ¿cómo se atrevió a hacerme esto? Padre definitivamente se enojará"

-Joven amo, baje a desayunar, cuando coma todo lo que le serví lo llevaré de regreso a su casa.

- Hahaha, A-Ming, aunque no coma nada puedo escaparme fácilmente de tu casa, no hay necesidad de hacer amenazas vacías. - Habló Wingshu con su tono habitual, bastante amable.

-No es verdad, eso no ha sucedido, y si llegara a pasar, yo misma me encargaría de que eso no sucediera.

- ¿Me estas retando? Soy muy bueno escapando a través de las ventanas.

- Usted ciertamente sabe como acabar con mi paciencia, baje ahora mismo, ¿o acaso quiere desperdiciar toda la comida que preparé para usted? - Esto fue una gran jugada, ya que Wingshu realmente odiaba que la comida se desperdiciara.

-Bien, haz ganado, ahora mismo bajaré, déjame vestirme.

El rostro de la joven muchacha se coloreó de un rojo muy fuerte, ya que Wingshu había estado sin la parte superior de sus prendas todo este momento.

-¿Qué sucede? - Dijo Wingshu bastante confundido.

-¡N-nada! ¡Nada!, me voy ahora mismo.

-.........

Cuando Wingshu terminó de vestirse correctamente, bajó y comió todo lo que fue preparado para él.

-Joven amo, muéstreme sus manos, pondré ungüento en sus heridas.

-Bien - Extendió ambas manos en su dirección, A-Ming observó las delgadas y hermosas manos de Lan Wingshu, y las tomó con cuidado, aplicando suavemente aquel ungüento medicinal. Aquellas pálidas manos eran muy suaves y tenía ciertos tonos rosa que las embellecían  aún más.

-Recuerde que no tocará el guqin hasta que haya sanado completamente.

-Bien, ahora llévame con mi madre.

- ¿Está poniendo atención a lo que estoy diciendo?

-Sí, lo hago, y he hecho todo lo que me haz pedido, ahora tienes que cumplir con tu palabra.

-No se preocupe, yo cumpliré con mi palabra, solo después de que el joven amo prometa no tocar el guqin hasta que sus manos sanen completamente.

-Lo prometo.

-Perfecto, vamos entonces.

Ambos salieron de la casa de A-Ming y se dirigieron a la "gran mansión" en la que vivía Wingshu, la diferencia entre ambos lugares era muy notable.

La madre de Wingshu se había dormido, y Lan Cong estaba a su lado tomando una de sus manos con cuidado, mientras la observaba con una expresión bastante preocupada y triste. Cuando Wingshu vio esto decidió acercarse y saludar a su padre.