6| Confesiones.

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Luther y Diego comenzaron a darse puñetazos mientras luchaban por sacar toda esa furia que tuvieron acumulada durante tanto tiempo.

─¡Muchachos, muchachos! ─exclamó Pogo─. ¡Un poco más de respeto, esto es un funeral! ─siguió.

Sin embargo fue completamente ignorado.

Todos apreciábamos la escena con detenimiento.

─¡Vamos, dale, golpéalo más fuerte! ─exclamó Klaus con una sonrisa echándole ánimos a Diego

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─¡Vamos, dale, golpéalo más fuerte! ─exclamó Klaus con una sonrisa echándole ánimos a Diego.

Coloqué los ojos en blanco.

De repente pude ver a los dos sujetos cegados por la rabia ir deslizándose poco a poco en mi dirección.

Diego quedó posado de espaldas a la estatua de Ben mientras intentaba golpear a Luther, de repente el rubio le soltó un puñetazo con todas sus fuerzas pero Diego logró esquivarlo con astucia causando que Luther empotrara su puño contra la escultura de Número Seis.

Se escuchó un sonido seco y fue allí cuando se me detuvo el corazón.

Transcurrieron un par de segundos y después de eso pudimos presenciar cómo la estatua de Ben caía al suelo, la cabeza se separó del cuerpo tras el impacto y el ruido del choque retumbó en mis oídos.

Transcurrieron un par de segundos y después de eso pudimos presenciar cómo la estatua de Ben caía al suelo, la cabeza se separó del cuerpo tras el impacto y el ruido del choque retumbó en mis oídos

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─Mierda. ─musité.

─Y la estatua de Ben murió. ─comentó Allison con decepción. 

─¿Ya estás contento, Luther? ─lo observé fijamente intentando intimidarlo con la mirada.

─Al parecer no le bastó que Número Seis también hubiese muerto por su culpa. ─resopló Diego.

─¡Te voy a matar! ─lo amenazó el rubio pero antes de que pudiese acercarse a Diego algo más atrapó la atención de todos los presentes.

─Maldita sea. ─resoplé al ver que era Nick atravesando el umbral de la puerta y que había vuelto por más.

El sujeto tenía el cabello desaliñado y la camisa desajustada.

EL MISTERIO DE QUEBEC © » 1M8.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora