Liam nos había llevado hasta una pequeña habitación que estaba repleta de estanterías y en las cuales había una cantidad incontable de cajas repletas de lo que al parecer eran registros.
Pudimos verlo acercarse a una de ellas, ojear con rapidez y finalmente terminar por tomar una pequeña carpeta blanca entre sus manos.
El hombre la abrió y le echó un rápido vistazo hasta que luego de unos minutos finalmente procedió a hablar.
─Que raro. ─musitó Liam.
─¿Qué cosa? ─resoplé.
─El ojo no ha sido comprado por nadie todavía. ─respondió Curry.
─¿De qué hablas? ─lo cuestioné.
─Bueno, los registros dicen que ese ojo... ─se detuvo para volver a leer los papeles entre sus manos─. Dicen que ese ojo ni siquiera ha sido fabricado. ─adjuntó estupefacto─. ¿De dónde lo sacaste realmente? ─interrogó al ojiverde.
¿Pero qué rayos?
Cinco no respondió ni una sola palabra, simplemente frunció el ceño y desvió la mirada.
─¿Y ahora qué? ─pregunté.
─Ahora estamos nuevamente en el principio. ─contestó el castaño─. ¡No tenemos absolutamente nada! ─exclamó.
Suspiré con fuerza.
─¿No hay algún otro lugar donde podamos investigar? ─hice una pausa─. Quizás en el hospital de... ─Cinco me interrumpió.
─¡No hay otro maldito lugar, Número Cero! ─gritó observándome fijamente.
─Pero a lo mejor... ─volvió a cortarme las palabras.
─¡Sé que piensas que estoy loco pero hay algo que me dice que todo esto será tu culpa! ─adjuntó.
Me quedé en silencio unos segundos.
─¿De qué hablas? ─lo cuestioné─. ¿Aún sigues con el tema del apocalipsis? ─me burlé.
Pude verlo tensionar la mandíbula y fruncir el ceño.
─¡Ninguno de nosotros tiene tanta energía como para causar el maldito fin del mundo! ─se detuvo─. ¡Ninguno de nosotros a excepción de ti! ─aclaró retándome con la mirada.
─A ver, ¿De qué fin del mundo están hablando? ─interrumpió Klaus.
─¡Desde que Cinco regresó no ha hecho nada más que hablar sobre su estúpida teoría de que el mundo terminará en una semana! ─exclamé─. ¡Está jodidamente loco! ─añadí.
Klaus me observó confundido.
─¡No es una puta teoría, yo estuve ahí! ─se detuve─. ¡Y estuve atrapado en el maldito apocalipsis por más años de los que tan siquiera puedo recordar! ─adjuntó─. ¡Esto es real! ─finalizó.
─¡¿Y qué quieres que haga al respecto?! ─lo cuestioné.
─¡Que te largues lo más lejos posible, quizás así exista una remota posibilidad de que no mandes todo al carajo! ─respondió.
Sus palabras se sintieron como una maldita bofetada en el rostro.
Estuve rogándole al cielo que me permitiera ver esos hermosos ojos verdes una vez más y ahora que por fin los tengo cerca él me pide que me aleje.
─¿Eso es lo que quieres? ─demandé saber observándolo fijamente.
─Que estés lejos sería lo mejor que le podría pasar a la humanidad. ─contestó sin más.
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EL MISTERIO DE QUEBEC © » 1M8.
Fanfic─Cuando del cielo llueva todo lo que pueda hacerte daño. ─dijo Cinco observándome fijamente directo a los ojos─. Cuando eso pase, cariño, entonces yo seré tu paraguas. ────────────────── ❝Quizás en otra vida, en otro mundo o en otra dimensión final...