||Penúltima actualización, ¿pueden creerlo? :')||
Hace varios años atrás
Nadie le había dicho que vivir en aquél pueblo sería fácil.
De hecho estaba analizando la idea de largarse de una jodida vez y ya. Meterse en un pueblo maldito por los dioses oscuros ni siquiera había sido su idea en primer lugar.Aunque debía admitir que aquella emoción por parte de aquél pelinegro- ¿Cómo era su apodo? Vegetta. Sí, Vegetta, se le había contagiado un poco.
No demasiado. La falta de fe en las investigaciones y las pocas interacciones con el resto del "equipo" le estaban sacando factura.Se le había ocurrido salir un rato a explorar por las afueras del pueblo. Ahí donde sí había luz solar y los monstruos no parecían querer arrancarle las piernas.
Se encontraba... bien. Acompañado por la irónica e intensa soledad que él mismo tendía a mantener cerca de sí. Por eso no se quejaba.
Cualquier desgracia social era acarreada por él mismo, y siendo consciente de ello, sabía que no tenía porqué decir nada.Pero no podía ignorar que abandonar toda una vida y dirigirse a cumplir su "destino" o lo que sea que los dioses quisiesen hacer, le sabía un poco amargo. No es que antes su existencia estuviese rodeada de flores y mariposas brillantes, en realidad. No obstante, era un hombre de costumbres. Los cambios siempre le habían provocado pereza.
En fin, ya estaba ahí. En ese pueblo al que por alguna razón Vegetta ya le estaba buscando nombre. No podía entender de dónde había sacado tal sentido de pertenencia. Él sólo veía oscuridad (literalmente hablando, joder) y un montón de gente llorando por pérdidas o gritando cosas sobre continuar con sacrificios para aplacar la ira de los dioses.
La gente de ese lugar era muy extraña. Sí.
Sus pies lo habían arrastrado hasta un claro en un bosque algo alejado de aquél pueblo.
No sabía cómo un par de troncos viejos podrían darle respuestas a las dudas con las que podría llegar a cruzarse pensando en ese lugar maldito. Estaba siendo negativo, asumió. Como siempre, se dijo.No haría nada para cambiarlo. Ya saben, hombre de costumbres.
Dejó el casco de Stromtrooper a un lado, sentándose en el suelo y permitiéndose disfrutar por unos segundos, de la brisa fresca y el aroma limpio de sus alrededores.
Su cabello negro ya le había empezado a obstruir la vista. De dijo que debía cortarlo y sin embargo, el sólo hecho de pensar que debía utilizar parte de su tiempo en eso le provocó pereza. Para variar.
Perdió sus pensamientos en esa tranquilidad que rodeaba la zona tanto como su realidad se lo permitió.
Porque media hora después, "su realidad" llegó a joderle la existencia.
Y "su realidad" era que tenía compañeros que hacían el mismo recorrido que él para explorar fuera del pueblo.Se colocó el casco en cuanto escuchó pasos volviéndose cercanos a él.
Nadie había sido capaz de ver su rostro. Nadie en diez años. Sus inseguridades siempre habían estado presentes, ¿por qué desaparecer ahora?
Guardó silencio, aún contemplando la claridad que provocaba que sus ojos dolieran, al estar ya acostumbrados a la penumbra del -literalmente- maldito lugar en el que vivía.
ㅡ¡Vaya! ¡Hola, enano!
ㅡ¡Que no me llames enano!
Las primeras interacciones con aquél chico... Staxx, siempre empezaban así. Y a veces también finalizaban en eso.
Pero esa tarde, el silencio en el que se sumieron ambos no significaba que alguno de los dos se hubiera ido.Sólo deseaban descansar, un poco.
Nunca hablaban demasiado. Alexby no se permitía tantas interacciones. Algo masoquista sí que resultaba.
En el fondo debía admitir que tenía miedo. No sabía lo que le deparaba en su futuro y encariñarse con personas en el contexto de tener que liberar un sitio de una maldición, era peligroso.
Entonces ahí, tan lejos del núcleo de sus problemas, pensó que quizá podría engañarse un poco, durante un rato.
Frank se había sentado a varios pasos de distancia del otro muchacho. Siendo sincero, a veces temía que el chico bajito le odiara. O lo que sería peor; que odiara a todos.
Él no había tenido problemas en integrarse. Podía decir incluso que Willy se estaba conviertiendo en un muy buen amigo.Pero nadie sabía demasiado del muchacho de casco de Stromtrooper y apariencia menuda.
Por eso le fue impactante que ese mismo chico, que se había encargado de repeler a todos, se levantara de su lugar, para sentarse a su lado.
Había abrazado sus piernas y murmurado un "no pongas esa cara, gilipollas".
Frank rió, tan escandalosamente como le era costumbre.
ㅡ¡Pero no puedes saber cómo es mi cara, que yo también tengo casco, tonto!
ㅡ¡B-bueno! Pero es fácil imaginarlo.
Alex se avergonzaba rápido.
Staxx se encontró frente a alguien demasiado inseguro como para comportarse de una manera menos ácida.Y supo entonces que su próxima meta sería oír la risa sincera del chico frente a él.
Porque entonces, sabría que ambos tendrían la confianza suficiente como para quitarse los cascos y mirarse a los ojos por primera vez.Lo lograría. Claro que sí.
-*-*-*-*-*-
Jaja quiero llorar.
Bueno muchachos, hasta aquí el segundo especial. Fkdigmlfmdmf
Queda una hora para año nuevo acá en Argentina. Wii i i
Disfruten el DLC del 2020. (?
Felíz año nuevo. Los amo.

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Ataraxia | Karmaland | Terminada
FanfictionAtaraxia: Imperturbabilidad. Porque en Karmaland hay de todo menos serenidad. Ni un ápice, siquiera. ¿Qué ocurre cuando los errores olvidados y los fantasmas pisoteados por las olas del tiempo se alzan a gran voz? ¿Qué pasa si los oscuros secretos...