C a p í t u l o 9 0

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La frustración se hace palpable en el rostro de Vegetta. Nadie ha atendido en casa de Luzu. Sin embargo, al retomar sus pasos hacia el hogar de Merlon, se ha topado con el chico al cual buscaba antes, quien lo ha ignorado por completo, adrede. ¿Qué demonios le ocurre? No ha querido atender a ninguno de sus llamados e incluso cuando lo detuvo por los hombros, este se soltó y siguió su camino. ¡Ah! ¿Debió haber insistido más? Sí, lo más seguro es que sí, pero ya está más cerca de casa de Merlon que de cualquier otra persona y devolverse en este punto realmente sería muy improductivo.

Ya en su destino, Samuel llama a la puerta un par de veces. Sin recibir contestación, golpea con su puño algo más fuerte la entrada de madera. A continuación, siendo el resultado el mismo que en el primer intento, nombra a Merlon en voz alta; no ocurre nada. El hombre suspira. No puede definir si el escalofrío que ha recorrido su espalda se debe a la repentina nevada o a un mal presentimiento. Tras espetar un dudoso "voy a entrar", abre la puerta, encontrándose con el escenario que menos esperaba ver. 

¿Qué leches...?

"Antes de que preguntes como tontito, sí, el viejo está muerto."

"Y antes de que me acuses, no, yo no lo maté."

Vegg no entiende la capacidad del NPC para aparecer en los peores momentos posibles. Sus manos se vuelven puños. La impotencia carcome cada centímetro de su cuerpo. Lágrimas silenciosas resbalan por sus pómulos. El desahucio lo va a consumir. 

"Es una pena, ¿no crees, Cari?"

"Siempre llegas tarde."

"Primero Staxx, luego Mangel y ahora Merlon..."

"Que lástima el líder... ¡ah! ¿Estoy hablando de más?"

Odia. Detesta cada una de esas palabras, pero saben que son ciertas. Si no fuera por su incompetencia como líder, nada de esto habría ocurrido. Incluso Frank podría seguir con vida en el mejor de los casos. Pero no. En cambio, su inmadurez y falta de capacidad para liderar han salido a la luz, y otros compañeros han pagado por sus errores. No merece ser llamado cabecilla, de ninguna manera. 

Percibe su corazón latir de prisa, ¿cómo hacer, en este punto, para que todo mejore? Siente que un enorme yunque cae sobre él; sí, el dolor no es físico, pero luce como si todos sus huesos se hubiesen quebrado en pedazos. 

...Más, sin embargo, una repentina sensación de calidez lo invade.

"Cometiste errores, guapo."

"Pero yo puedo ayudarte a enmendarlos."

"Sólo necesito un pequeño favor..."

La taquicardia del pelinegro aumenta por cada segundo en el cual su silencio se plasma en el halado hogar del difunto. Sus labios se resecan. Por un momento, duda, titubea, pero luego se dice que, vaya, no puede echar por la borda una vez más la oportunidad de redimirse, después de todo, esta podría ser la última, ¿no?

¡Alto!

Pero es un NPC, él-

"Las cosas se van a poner feas. Los héroes necesitan un líder de verdad."

Tyr tiene razón. Claro que la tiene. ¿No? Su oferta ya es la única opción disponible. 

Esto es por todos, un pequeño sacrificio que tendrá que aceptar para que Karmaland vuelva a ser como antes, sí. Entonces podrá tener la valentía suficiente para disculparse con Frank por primera y última vez. Será capaz de despedir a Mangel como se lo merece. Relame sus labios, frunce el ceño. El viento sopla con fuerza allí afuera y es quizá esto o la torre que sus miedos han formado lo que provoca que su voz suene sofocada, asfixiada.

Ataraxia | Karmaland | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora