||Lo dije en el tablero de mensajes. Creo que a la historia le quedan tres/cuatro capítulos y el epílogo. Voy a llorar mucho xd.||
Auron no puede dormir.
Escucha a su pollo cloquear en sueños y siente envidia por ello.
Se ha encerrado en su búnker inexpugnable.
Afuera se ha desatado el infierno. Eso nunca estuvo contemplado en su planificación.
Los gritos, los reclamos, las llamadas a la puerta. No puede lidiar con tanto.Ahora, su sueño huye, lanzándole a la cara una enorme pila de "¿y sí?"
¿Y si hubiese hecho lo que tenía que hacer, lo cual se limitaba a... no engañar a todos, no actuar como un maldito psicópata y no manipular a nadie? ¿Y si se hubiera mostrado arrepentido de verdad en algún momento de esta miseria? ¿Y si intentaba arreglar algo de lo hecho?
¿Y si finamente se rendía?¿Y sí...?
Desesperante.
Además, y lo que es, quizá, lo peor de todo, no está seguro de querer redimirse del todo. Se pregunta si la sensación de estar arrepentido se debe al repentino miedo de perder su vida. Porque sus acciones sólo pueden derivar en ello: muerte.
Es psicólogo y no puede tratar consigo mismo. Qué irónico. Juh.No sólo le asfixia su consciencia, sino también el conocimiento de tener algo cerca de él. Algo que lo acosa, lo observa, lo pone muy nervioso y de muy mala ostia.
No puede dormir y un come niños se lo quiere llevar. Espantoso.
Un grito ensordecedor golpea en sus paredes.Lleva escuchando varios desde hace bastantes horas. Gemidos entrecortados de sufrimiento extremo.
Está cerca. Su caída está cerca.
...Ojalá no estuviese tan cerca. Le deja un sabor amargo en la garganta. Procura relajarse, a base de mentiras.Ya no sirve.
Nada sirve.No cuando sus pensamientos se desvían justo a donde no quiere llegar. No cuando recapitula una y otra vez cada una de sus acciones. Buenas y malas.
No cuando descubre que ha guardado perfectamente el rostro de decepción de cada uno de los que alguna vez llamó "amigos".Hace un recuento.
Y tras analizar un atisbo de todo lo que ha hecho, se da cuenta de que no ha ganado prestigio. Ni valor. Ni obtuvo respeto o admiración.
Sólo un cúmulo de odio que crece más y más con cada grito que se oye afuera.Y eso...
Oh, eso ya no tiene forma de repararse.○●○
El día amanece con el crujir de dientes de muchos habitantes. Las inconformidades aparecen desde la primera hora.
Hoy no cae nieve.
Se ha despejado lo suficiente como para que cualquiera pudiese salir y detallar el paisaje:Pilas de animales muertos a lo largo de las calles escarchadas, rebozadas de blanco porque la helazón permanece intacta.
Gusanos que se enredan en las cuencas de los ojos de las vacas. El frío no debería permitir la descomposición. Sin embargo, el escenario es extrañísimo. La podredumbre aumenta sin detenerse, moscas negras, en enjambre, se insertan en los cráneos y estómagos de las ovejas, devorándolas desde adentro.Los animales, con sus músculos rígidos y carnes a medio comer, llaman a los insectos de manera invasiva, ¡y es que son muchos! Joder, esta gente durante años ha subsistido de la ganadería y la agricultura, pero ambas cosas les han sido arrebatadas de un día para el otro, casi literalmente. ¡Maldición! No hay dibujo más deprimente que el de Karmaland: los enfermos no dejan de chillar con la poca voz que les queda. Los niños lloran de hambre, los gusanos se pegan a la comida y ha muerto desde el más misero ratón hasta el más grande caballo.
Y como si fuera poco, la única autoridad existente se esconde en su búnker.
La desesperación ha llegado a la gran mayoría de la población. Todo está escalando demasiado rápido y hay cosas que un par de fichas de casino no pueden salvar.
¡Ah! Y otra cosa. ¿Dónde está el resto de los héroes? Porque seguro esos están encerrados en sus enormes construcciones, comodísimos, alejados de cualquier problema porque son los favoritos de los dioses. Malditos privilegiados. Egoístas. Deberían avergonzarse de la propia existencia que se traen.El enojo de la gente se eleva más y más en la medida en la que la manija de los segundos cambia de lugar. Guerra, amante de su trabajo, sólo aviva mucho más esos impulsos peliagudos que en algunas personas ha empezado a actuar como fuego consumidor.
El caos en inherente a todo lo que está ocurriendo y es quizá la última antesala del acto en el que debería culminar todo.En esa hora, casi al tiempo en que un dúo de vecinos revientan sus cabezas contra alguna pared porque "¿ves imbécil? ¡Votar al cerdo era lo mejor!" Y "¡¿Qué tienes en la cabeza?, ni siquiera es una persona, retrasado!", llegan ellos.
Entre la penumbra de un día oscuro cuatro caballos esqueléticos pisan sin un atisbo de duda el terreno blanco.
La gente, desde sus casas, puede observar a los héroes entrar a la zona urbana de Karmaland. Aquella entrada dista de ser épica, porque nadie ha sucumbido ante la sorpresa de verlos aquí.
Después de todo, hay gente ahogándose en la propia bilis ahora mismo.Guerra baja del caballo; la gente sólo puede observar a un Vegetta demacrado a punto de hablar.
ㅡ¡Es hora!ㅡ grita, sobreponiéndose a cualquierㅡ¡Es hora de levantarnos y luchar contra aquello que siempre nos ha dado problemas! ¡Es momento de recapacitar sobre nuestras acciones y cumplir con el Karma! ¡Para finalmente...! Obtener lo que merecemos.
Un chillido destroza el ambiente.
"¡Ha muerto! ¡Ha muerto! ¡Mi muchacho ha muerto!"
Esa puede contarse como la primera muerte del día.
Guerra continúa hablando. Sin parar sus palabras de arremeter de manera no muy sutil contra el político al mando. El discurso tiene un tinte sanguinario que se mantiene acompasado por un coro de gritos irregulares.
Las desgracias tienden a verse lejanas, la gente siempre dice "esto acabará pronto". Para cuando se dan cuenta de que las cosas pueden durar más de lo que se espera, la angustia y el pesimismo llegan a tomar parte de las mentes de los implicados. Y aunque en este momento pensar que un encuentro violento entre civiles podría llegar a ser estúpido, no quiere decir que no vaya a suceder. La estupidez humana es persistente, y quizá nos daríamos cuenta de ello si no estuviésemos centrados tanto en nosotros mismos.
Los habitantes de Karmaland distan de ser distintos al común de las sociedades. Si un grupo reclama sangre y hay alguien dispuesto a liderarlo, entonces se lanzarán a cumplir con el cometido. Simple en concepto, peligroso en la práctica.
Finalmente, han encontrado al líder que necesitaban. Guerra insta a todos a prepararse para el día de mañana, recalcando en reiteradas ocasiones que el que no está con ellos está en contra de ellos. Grita a los cuatro vientos que la corrupción desaparecerá por completo de la hermosa Karmaland y que el sufrimiento finalmente culminará.
...Sí.
Tyr ha sonado tan creíble, ah. Siempre supo que aprender las muletillas de Vegetta le serían útiles al final de todo esto.
○●○
Rvfcsboubspo fm mjcsf bmcfesíp, ufofnpt efsfdip b joufswfojs
-*-*-*-*-
Una ayuda: Rot 1
Los amo.

ESTÁS LEYENDO
Ataraxia | Karmaland | Terminada
FanfictionAtaraxia: Imperturbabilidad. Porque en Karmaland hay de todo menos serenidad. Ni un ápice, siquiera. ¿Qué ocurre cuando los errores olvidados y los fantasmas pisoteados por las olas del tiempo se alzan a gran voz? ¿Qué pasa si los oscuros secretos...