Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 2 6

ㅡMaratón 1/6ㅡ

Mientras Vegetta camina libremente por el pueblo, con aires de "soy el jodido amo, perra", Auron y Lolito están teniendo una reunión.

Completamente exentos de los sucesos en el pueblo.

El Alcalde se recuesta en su asiento, extendiendo sus gráciles piernas en su escritorio. Lleva sus manos a su nuca. Realmente siente que todo marcha bien.
Bueno... somos más felices en la ignorancia, supongo.

ㅡ¿Entonces, mano derecha? ¿Cómo has conseguido que...?ㅡ el pelirrojo señala a Raúl, de arriba a abajoㅡYa sabes.

El mayor sonríe con cierta suficiencia. Lleva, gustoso, sus manos a su oscuro cabello. Relame sus labios.

ㅡBueno, son cosas que pasan por azar, ha sido pura suerte.

Mentira. Una completa y vil mentira, pero el alcalde parece satisfecho con la ambigua respuesta.
El pelirrojo asiente con una enorme sonrisa, ya se enterará después de lo que haya hecho su mano derecha para volver a la normalidad.

ㅡ¿Puedes darme un pantallazo de la situación actual?

Genes asiente, yergue su postura en la silla y toma una de las libretas que ha traído para poder llevar a cabo esa pequeña reunión con el gobernante al mando.

ㅡVamos a ver. Del pueblo... no hemos recibido ninguna queja. La economía se mantiene estática.
Sí que han habido al menos siete reportes de desaparición de personas.
Triple siete está pagando su condena y en breves días Borja inaugurará las celdas subterraneas, me han llegado informes de que ya están listas y-

ㅡAlto... ¿acaso tenemos algo de qué acusar a Luzu?

ㅡOh, por supuesto que sí.ㅡ Auron asiente, confiado.

ㅡ¿El qué?

ㅡAún han quedado vigentes mis cargos contra su persona. Y son graves, eh. Además creo que Alexby tiene cosas para decir.

El juez evita rotundamente hablar acerca de su reciente descubrimiento con respecto a Luzu, utilizando acusaciones que a estas alturas ya no importan, no cuando posee entre sus manos el mayor secreto de aquél castaño.

El Alcalde asiente, oculta una risilla. Si Auron supiera que hace meses viene quemando altos y altos de cartas, quejas y denuncias, no estaría tan orgulloso de sus palabras.
Vaya, tampoco se encontraría muy felíz si supiera que esas desapariciones han sido a causa de sus propias órdenes.

Hay cosas que resultan mejor permaneciendo guardadas.

ㅡ...El único problema es que ya llevamos cuatro meses sin pagarle a Fargan y a Alex.

Raúl levanta la vista del archivo que ha estado leyendo. Ladea la cabeza al notar la "inocente" mueca de su Alcalde.
Conoce a Lolo, muy bien, gracias a las consultas de psicología. Comprende totalmente que el pecoso ha tramado algo.
O en el peor de los casos, ya ha llevado a cabo lo que tenía pensado hacer.

ㅡ¿Qué pasa, eh, cerdo?

ㅡ¿Qué pasa de qué? Nada, nada.

Para el del piercing en la ceja, eso ha sido un claro "aquí pasa de todo". Por ahora, sin embargo, decide dejar eso de lado.

ㅡPor cierto. Doblas no ha pagado los impuestos de la iglesia.

Una malévola sonrisa adorna los labios del joven alcalde. Frota sus manos y abandona su cómoda posición para entonces incorporarse. Seguidamente, hace una llamada.

ㅡ¡Yepa! Sí. Trae los explosivos. Por supuesto.

Al colgar, ambos hombres cruzan una mirada de complicidad.