Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 6 2

Observa dubitativo la pantalla de su celular.

En situaciones normales, habría llamado a Alexby ni bien hubiese visto aquellos carteles.
Pero anoche...

Anoche simplemente empezó a sentirse muy somnoliento y, automáticamente después de haber llegado a la conclusión de que el otro culpable de la desaparición forzada de Lolito había sido Willy, se fue a dormir.

Chupeta y Pipi Estrada pasaron la noche afuera a causa de esto.

Pero en el fondo, Mango lo agradece, porque hacía noches que no lograba conciliar el sueño totalmente.
Resultó como...

Un regalo divino.

Así que ahí está. Tiene un cigarro a medio consumir en su mano izquierda y su celular en la derecha.
Sube y baja entre los contactos con cierto desinterés.

Es que no comprende el porqué de sus repentinas ganas de tomar la justicia en su mano.
¿No hacen eso todos?
Alexby, ¿no le había dicho él que podría hacer como quisiera ni bien se supiera quién era la persona que había estado con Lobo nocturno esa noche?

Chasquea la lengua, indeciso.

Los lobos juguetean entre si. Mangel no puede pensar.
Dioses, que está a un sólo "clic" de resolver todo.

Pero no.
A pesar de saber que esa es la mejor de las opciones, hay algo que insiste en que actúe por mano propia.

El cigarrillo se ha consumido.
Y un rayo ha caído frente a casa del pelinegro.

○●○

"Se siente bien, ¿no?"

Doblas abre los ojos exageradamente. Observa hacia todos los lados habidos y por haber.
¿Qué ha sido eso?
Su habitación luce igual de normal que siempre, nada fuera de lo común.

Retira la sábana de su cuerpo, se incorpora a medias de la comodidad de su cama.
Ha sido imaginación suya, seguro.

"Saber que tienes a los dioses de tu lado."

Ok.
Definitivamente eso no ha sido un mero delirio por acabarse de despertar.
Frota su rostro murmurando "¿Qué cojones?" No entiende nada.

ㅡJo'er macho. Yo sabía que esnifar polvo de hada me iba a traer problemas.

Una fuerte risotada choca en las paredes encefálicas del dueño del gorrito afelpado. 

"Los humanos son tan raros..."

"Hola, Rubén. Llámame Reshef."

ㅡ¿Eh? ¿Por qué?ㅡ espeta al aireㅡ¿Por qué tendría que hablar contigo, voz para nada extraña que por supuesto no me hace pensar que soy esquizofrénico?

"No tienes esquizofrenia. Imbécil."

ㅡEso definitivamente suena a algo que diría un esquizofrénico.

No se encuentra seguro, pero quizá esté necesitando una cita con algún psiquiatra.

"No puedes ser tan tonto."

ㅡOh, pregúntale a Vegetta. Me estás subestimando.

El ente se mantiene al margen, sorprendido ante la tranquilidad con la que actúa el teñido, a pesar de mantenerse incrédulo. Que contradictorio resulta.

Reshef suelta una mentirilla.

"Me han enviado los dioses."

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