Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 3 1

||Wattpad me eliminó el capítulo y tuve que reescribir. Perdón. ||

ㅡMaratón 6/6ㅡ

El día nuevo en el convulsionado pueblo parece ser recibido con mucho deseo ante todos. El ayer mismo resultó en extremo pesado para muchos.
Pero ayer ya pasó y nadie sabe si el mañana llegará, así que aceptan el presente con mucha fuerza.

Lolito se siente especialmente contento el día de hoy. Ha quedado con Mangel de nuevo.

Unas extrañas ganas de volverlo a ver le habían inundado desde que despertó y el hecho de que Rogel le haya aceptado la idea de ir a verlo, ha elevado sus niveles de dopamina.

A

demás, ¡tiene muy en cuenta todo lo que le ha dicho su psicólogo y todo ha ido viento en popa!

Toca la puerta con código frente a él y espera pacientemente a ser atendido.

Mangel, dentro de casa, se da su tiempo para abrir, el suficiente para no lucir borde pero tampoco quedar como desesperado. Después de todo, aún le interesa mantener su dignidad.
Pipi Estrada y Chupeta le siguen, fieles a su dueño siempre.
Evitan gruñir frente al pelirrojo, puesto que lo conocen desde hace mucho tiempo. Es más, lo reciben con cierta emoción.

Aquello hace un poquito más felíz a Mangel.

○●○

Camina cansado pero con prisa. ¿Por qué diablos la casa de su amigo está tan lejos?
O bueno, puede que sea al revés.
Él vive en el trasero del mundo. Es que tiene 2 de IQ. Nunca pensó que detestaría tanto vivir lejos.
Estruja su rostro evitando soltar palabrotas. Pasar tiempo con Vegetta realmente le ha afectado.

Es que Doblas odia la vida últimamente.
Hace cuatro meses atrás todo resultaba mucho más sencillo, ameno. Todos llevaban una relación medianamente agradable y nadie, absolutamente nadie clamaba por la sangre de alguno de sus compañeros. 

Aplasta su gorrito contra su cabello, el cual ya permite ver sus raíces castañas.

Añora mucho el pasado cercano. Y quizá ese es su mayor problema.
Como ocurre con muchos de los que habitan en Karmaland, él también desea que las cosas vuelvan a ser como antes.

En fin. No quiere pensar en eso ahora.

Se dirige a casa de Mahe con la intención de comentarle los últimos acontecimientos del pueblo. ¡Está ansioso por decirle que él y Vegetta agarraron a madrazos a Mordisquitos!
Sonríe levemente al imaginar la reacción de su amigo.
Ah, le alegra tanto que este se alejase de Lolito...

Al llegar, hace un ademán con su puño, para llamar a la puerta.
Mas, sin embargo, antes de que el primer "toc" pueda retumbar, oye voces.

Risas.
Muchas risas.

Cierra los ojos y cuenta hasta tres, buscando calmarse.
Sí, Mangel es un adulto.
Sí, puede hacer lo que quiera con su vida.
Pero esto de ver cómo su amigo vuelve a meterse al mismo ciclo tóxico de siempre... mmh. No le agrada en absoluto.
Dibuja una falsa sonrisa en su rostro.

Toca la puerta con inventada tranquilidad.
Mangel tarda más de lo normal en atender.

ㅡ¡Eh! Rubiuh. Que sorpresa.

ㅡHola, Mahe.

El teñido aprieta tanto los dientes que siente que se van a romper. Nunca ha sido bueno actuando y ver a Rogel nervioso con la situación no ayuda en absoluto.