C a p í t u l o 2 5 - p a r t e 1

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||Oficialmente somos +10K en lecturas. Estoy emocionadísima. Entonces, ¿Les parece una maratón de seis capítulos? Subiría dos al día. Y además, tres especiales separados de la trama, de lo que gusten. ¿Vale?||

||Efectivamente. Sigo debiendo especiales.||

Aquella noche Rubius le propuso mil formas de escapar a Vegetta. ¡Vamos! ¡Está tratando con Lobo nocturno! Ese tipo tiene un centenar de formas de escapar.
Simplemente no quiere hacerlo. Siente que, si no carga con la condena, si mente se encargará de torturarlo con cualquier nivel de cargos de consciencia.

Después de todo, repito, Lobo nocturno y Samuel De Luque son la misma persona. Y si tiene que pagar por ladrón e hipócrita, lo hará.

Además, ni bien se canse de la cárcel, escapará como toda una bestia parda.

Ja-
¿Acaso tendría oportunidad de hacerlo?

Rubén se niega a pasar la noche en otro lugar que no sea justo frente a los barrotes que contienen a Vege. El obsesionado con la simetría lo aprecia demasiado, sin embargo cree que esto resulta exagerado.
En fin, discutir con Doblas sin que ambos queden exaltados es imposible, es que es como un niño malcriado.

○●○

Sonríe frente al espejo. Toma su mallete entre sus manos.
Manos de carne y hueso.

La mañana es clara, parece que hoy también hará calor. Jodido verano de los cojones. La naturaleza, despierta, ambienta cada lugar con sus apacibles y melodiosos sonidos.

La metamorfosis había dolido, como el infierno. En un momento se creyó morir, pero bien que valió la pena. Camina alegre, buscando el resto de su traje de juez.
Nunca creyó poder extrañar tanto algo tan común como lo es el tomar cosas y que no se peguen por horas a su piel.
No siente que se derrite y tampoco deja miel por todas partes de la casa. ¡Es maravilloso!

ㅡ¡Frederick, guapo!ㅡ grita cuando divisa a su mascota, quien se le acerca corriendo con sus patitas. Como si le hubiera extrañado.

El humano con (por fin) forma de hombre, se inclina a mimar a su pollo, sonríe.
Luego, sabiendo que se le hace tarde, toma su ropa de juez y se encamina al juzgado.

Sus ojos, casi sin querer voltean a ver la fortaleza de su vecino.
Las torretas han sido cambiadas de lugar, por lo que asume que Luzu se ha quedado hasta tarde para poder terminar con eso.

Ignora aquella voz acusadora que le dice con cierta vehemencia que su felicidad es egoísta. Que ha vuelto a la normalidad a costa de un precio más que alto.
Auron está un pelín molesto consigo mismo, ¿cómo puede seguir victimizando a Luzu a estas alturas?
Sacude la cabeza. Los hechos de ayer sólo le facilitan las cosas.

Agradece que el juzgado esté tan cerca. Se coloca la toga mientras entra y también acomoda aquella ridícula peluca en su cabeza. Menos mal, nadie ha llegado aún.

Sin embargo, sí que es verdad que un grupo de aldeanos curiosos se encuentran ahí, en la entrada recién arreglada del juzgado.
Han oído por ahí que juzgarán a Vegetta. Y dioses, eso sí que nunca nadie se lo esperaría.

○●○

Rubius babea sobre los barrotes de hierro. Vege al menos tiene una cama en la que recostarse.
¡Pero es que Doblas es un cabezón que no quiso irse!

El grito de ¡Alto, policía! Reiteradas veces es lo que logra despertar tanto al apresado como a su terco acompañante.

Ataraxia | Karmaland | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora