||He vuelto, juju.||
Libertad es una palabra con amplias definiciones, ambiguas, ninguna demasiado correcta o demasiado incorrecta. Todas reales, latentes.
Libertad, para Lolito es mirar por fin la luz del día y saber que no volverá a estar en aquellos tétricos túneles porque ha estrangulado a Vegetta, por ejemplo. Pero aún esto resulta sólo una idea, incluso cuando la puerta de metal es abierta. El idilio en la mente del pecoso sólo puede hacer que su torrente sanguíneo empiece a funcionar con euforia, que su corazón palpite en regocijo y que su mente le recuerde, graciosa "oh, eres psicópata". Él lo sabe, y le encanta.
¿Saben qué? Encerrar a un tipo con antecedentes de psicopatía en un lugar apartado sin demasiados recursos no es algo demasiado bueno para su salud mental.
Por eso, cuando Samuel hace un ademán con su barbilla para que él salga, no puede evitar sonreír, saboreando la proximidad de una muerte asegurada. Oh, parece que extraña más de lo que pensaba la sensación de una voz corrompida por la falta de aire, rogando constantemente por piedad.
Sus manos hormiguean de ganas, pero él se dice a sí mismo que espere unos segundos, que no sea ansioso, después de todo las muertes más espectaculares se planifican con tiempo y ¡dioses! ¡él ha tenido mucho de eso!
El final del pasillo se deja ver, haciendo que Lolo baje la velocidad de sus pasos paulatinamente, no llegando a detenerse en ningún momento. Truena los dedos de su mano, estando tras el pelinegro.
Vegetta tararea una canción por lo bajo, procurando mantenerse indiferente ante la cantidad de calamidades que le han caído encima. Bosteza, Tyr habla demasiado. No pudo dormir casi nada por la noche. De hecho, apenas y había empezado a soñar, cuando el NPC se puso a joder con su verborrea. Necesita hablar con Merlon.
¡Ah, diablos! No ha ido con Merlon. Es que es tontito. Muy tontito.
"No me gustaría meterme en tu pelea mental, pero me urge decirte que parece que Lolito quiere matarte, cari."
En efecto, ni bien el ente deja de hablar, el pelirrojo rodea el cuello del dueño de la isla con su antebrazo derecho, tomando demasiado desprevenida a su víctima como para que esta pueda tener una respuesta rápida.
"¿Alguna vez pensaste que morirías estrangulado? Juju."
"Tienes entre tres y cinco minutos para salvarte, cari. Yo me daría prisa en hacer algo."
Las palabras del NPC suenan risueñas, agrandando el desconcierto de Vegetta ante la situación. Maldita sea, debió haber sacado a Lolo luego de maniatarlo y no dejarlo ir tan campante por la vida. Se niega a morir en un escenario tan lamentable.
"¿Es momento de decir 'harder, daddy'?"
Vegg piensa que el NPC debería irse a tomar por saco.
El pecoso es fuerte, pero menudo, por lo que el dueño de los ojos violetas contrarresta el peso del ex-alcalde colocando sus manos sobre el brazo de este, dejando caer todo su peso corporal hacia adelante. De esta manera, desestabiliza al menor durante unos segundos, el tiempo suficiente como para que el dueño de la isla pueda liberarse.
Lolito ladea la cabeza, sonriendo a medias.
ㅡBueno, será divertido.
El pelinegro camina en reversa, frotando su cuello, pero manteniéndose cauteloso.
ㅡLolito, tengo una espada.
ㅡPero no puedes matarme.
ㅡVoy a cortarte el cuello.
ㅡNo eres tan valiente.
Quizá el pelirrojo tenga razón. Como dije hace tiempo, otra muerte en su círculo de compañeros y sólo lo desmoralizaría completamente. Samuel no logra reaccionar cuando ve que el pecoso se abalanza a él como si fuera una bestia salvaje.
Como si fuera fácil. Las vidas humanas son polvo, inútiles y nocivas para todo. Lolito luce tan tentado a destrozar...
El mayor recibe un derechazo demasiado fuerte. No lo tira al suelo, pero lo hace impactar contra una de las idénticas paredes de aquéllos túneles. Ofuscado, se deja mancillar a puños durante unos segundos que el pelirrojo ha sabido utilizar, puesto que la nariz se su contrario ahora gotea en carmín.
"¿El Dios de la isla deja que un mortal lo muela a golpes? Cari~ las peleas son divertidas si hay acción por ambas partes."
Aquellas palabras, aunque fueran dichas en sentido de mofa, hacen reaccionar a De Luque, quien ladea el rostro ni bien notó como otro golpe se dirigía a él.
El puño izquierdo de Lolo impacta en la roca, la cual ahora tiene una leve marca en rojo, provocada por la sangre del mencionado.
Fernández sacude la mano, volviendo a sonreír.
No hay preámbulos cuando de golpes se trata. El pelinegro recibe zarpazos -literalmente- en su rostro y cuello, mientas que el pelirrojo pronto tendrá marcas de contusiones a lo largo de sus brazos, pecho y mofletes.
Entre golpe y golpe, Vegetta descubre dos cosas.
Lolito tiene las uñas largas.
Y debió haber sacado al chico inconsciente y no tan... vivo y coleando como está. O en compañía de Doblas.
Doblas... no han estado hablando. Una leve angustia se posa en su pecho, y no sabe si ha sido por culpa de Lolo que ha vuelto a arremeter contra él o por ese pequeño sentimiento llamado "extraño al tontito de Rubius".
Suspira, negando con la cabeza. No pretende dejar que el pelirrojo lo abata, así que, sin pensarlo demasiado, patea el estómago del pálido haciendo que este toque el suelo en seco.
Pronto, logra someterlo, agarrando sus brazos con fuerza.
ㅡNo tenías porqué fliparte, chico.ㅡ espeta, ácido.
Lolo quizá se ha cansado demasiado como para rebatir o forcejear, pero aquella falsa sonrisa qie ha plasmado, no piensa borrarla de su rostro.
Tétrico.
Sospecha que, si las cosas hubiesen sido al revés, él habría terminado con su cráneo destrozado. Un molesto escalofrío recorre su espalda, hoy podría haber sido su último día.
"Tu vida es un drama de televonvela barata. Juju."
Oh, cállate. Habla el humano, en su cabeza.
○●○
El pueblo parece haberse paralizado cuando Lolo puso un pie en este, siendo aún escoltado (llevado a rastras) por Vegg.
Como si se tratara de un imán, todas las miradas se han posado en este par. Poco a poco, los murmullos se hacen oir y un torrente de palabras acusatorias taladran los oidos del pelirrojo.
El ex-alcalde se tensa, luciendo listo para huir, o atacar. Tratándose de Lolo, nunca se sabe.
Vegg espeta un "te lo advertí" y deshace su agarre sobre el pecoso.
Guarda sus manos en los bolsillos de su pantalón y da media vuelta.Lo que sea que vaya a ocurrir, él no desea verlo.
-*-*-*-*-
Wenas.
La cabeza se me estaba partiendo en dos.
¿Cómo van con su semana?
Los amo.

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Ataraxia | Karmaland | Terminada
FanfictionAtaraxia: Imperturbabilidad. Porque en Karmaland hay de todo menos serenidad. Ni un ápice, siquiera. ¿Qué ocurre cuando los errores olvidados y los fantasmas pisoteados por las olas del tiempo se alzan a gran voz? ¿Qué pasa si los oscuros secretos...