Ataraxia | Karmaland | Terminada

C a p í t u l o 2 7

ㅡMaratón 2/6ㅡ

Sacudió su oscuro cabello castaño por última vez antes de salir de su inexpugnable hogar.
Dio un vistazo rápido en dirección a la casa de su vecino.
Luzu parecía no estar fuera.
Quizá se encontraba preparando todo para cuando ellos llegaran.
Lástima que nadie asistiera.

Se apresuró a salir de ahí, para no darle ni oportunidad al tierno castaño de verlo.

Caminó hasta el extremo contrario del pueblo de Karmaland. Esperó unos minutos antes de que un emocionado pelirrojo llegara a su encuentro.

ㅡ¡Yepaa! ¿Empezamos?

ㅡPor supuesto, cerdo.

Entraron a la casa del pecoso. Se sentaron frente a frente y luego de guardar silencio por unos segundos, Lolito indaga.

ㅡ¿No estamos siendo muy cabrones con Luzu?

Auron respondió sin titubeos.

ㅡNah. Él lo entenderá.

Porque Luzu siempre entiendió todo. Nunca le importó cuando se llevaron sus ovejas, no denunció cuando secuestraron a Manolo. Ni siquiera rechistó a causa de las constantes acusaciones relacionadas a la Hermandad Oscura.

Una gamberrada más no haría la diferencia, ¿no?

Genes y Fernández hablaron de Marketing Electoral.
Sólo de éste porque la meta que mantenían era conseguir votos.
No el activismo de la población o la constante participación de los ciudadanos luego de las elecciones. Por eso se descartó completamente el Marketing Político.
El mercado electoral vigente en Karmaland no resultaba tan complejo.

La mercadotecnia detrás de las elecciones no fue tan complicada de entender, finalmente.
Sólo había que conocer el lugar que ocupaba cada uno y ya.

Si Luzu tuvo razón en algo, es en decir que la mayoría de los Karmaladienses eran muy ingenuos.

Sólo había que endulzarles los oídos.
Y que Alcalde de barrio.
Y que "yo comprendo sus situaciones porque las viví".
Y que "no se preocupen por los mobs".

Abandonarían los tecnicismos para convertirse en simples personas corrientes.
Eso volvería locas a las masas.

¿Y Luzu?
Pues claro que comprendería.

○●○

Era una noche clara. El viento silbaba apasible y sin ánimos de enfurecer.
A pesar de la calma, Borja no podía dormir.
Sus nervios le llevaron a buscar refugio en la única persona en la que podía confiar.

Y es que Lolito también le había traicionado.
¿Tan mal estaba haciendo las cosas?

Se encaminó a casa de Auron con cierto miedo a no ser recibido. Después de todo era bastante tarde ya y sabía bien que el menor solía dormir mucho.
Tomó aire y llamó a la puerta. 
Para su grata sorpresa, no tardó en ser atendido. El psicólogo llevaba el cabello desalineado, como era de esperarse, y varias lineas de la almohada marcadas en su mejilla derecha.

Intentó no mirar con recelo al mayor.
Actuó la mejor sonrisa posible.

ㅡLo lamento.ㅡ habló el castaño, bajito, avergonzadoㅡEs que- no podía dormir. ¡Lo siento! ¡Ha sido egoísta de mi parte y...!