C a p í t u l o 1 2

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||Al final sí agregué un par de cositas al capítulo anterior. Nada relevante en realidad. Creo. (? ||

Abrió la puerta, permitiendo de esta manera la entrada del pelirrojo a su hogar.
Encerró a su hijo/mascota en el cuarto empapelado en imágenes de Chicken little y se colocó su bata de trabajo. 

El hombre con la piel de miel le indicó a su Alcalde que subiera a la sala destinada a las citas de psicología. Ambos se dirigeron sin demasiada prisa a esta habitación.

Simplemente se encontraban cansados. No saben porqué.
Raúl ya charlará con su refrejo para comprender un poco su propia situación.

Aplicar auto-terapia es algo que le sirve bastante, desde que se lo recomendaron en la Universidad para Calvos.

El psicólogo tomó su lugar correspondiente y Lolito, luego de dejar de forma monótona todas sus cosas en el cofre junto a la secretaria del otro, hizo lo mismo.

Cual niño pequeño, el pelirrojo alzó levemente su mano izquierda para hablar.

ㅡAntes de empezar...ㅡ dijo, aclarando su vozㅡQuería comentarte que el tema con Luzu me está jodiendo un poco. ¿Qué debería hacer, mano derecha?

Auron sonrió inocentemente, fingió pensar por un momento y habló en ese tono confidencial que suele poner cuando desea captar la atención total de su receptor.

ㅡYo que tú, lo apabullo quitándole algo.

ㅡ¿"Algo"? ¿Así como... de valor?

ㅡClaro.ㅡ asintió, volviendo a su voz neutral, casi indiferente.

Se puso de pie y caminó con parsimonia hasta posarse frente al enorme ventanal de aquella sala. Señaló hacia afuera.

ㅡ¿Qué no es ese el caballo de Borja, "Muerte"?

Como psicólogo, el señor Abduzcan siempre ha tenido la certeza de algo: toda conducta está condicionada y aparece como consecuencia de un estímulo.

Estaba utilizando, precisamente, este principio con el Alcalde.

Su comentario había quedado ahí, navegando invisible en la mente de su paciente.
Por supuesto que Auron sabía esto.

El pequeño animal del slime con patas picotea entretenido las manos de su dueño. Raúl no siente nada, a pesar de estar consciente de que, si en algún momento regresa a su cuerpo normal, probablemente tenga muchas y pequeñas cicatrices esparcidas por todos lados de su piel.

No le podría importar menos, la verdad.

Observa con cierta veneración y, eso sí, muchísimo cariño a su pollo. Frederick, como siempre, actúa sin tener conocimiento alguno de los pensamientos de su padre.

ㅡQue vida la que tienes, ¿eh, gorrino?

Frederick ladea la cabecita, cloqueando como si comprendiera alguna de las palabras del hombre.

Limpia sus plumas y camina con sus cortas patitas hacia cualquier lugar del inexpugnable búnker.

Auron suspira, masajea el puente de su nariz.

"¡Oh! Como llegue a enterarme de que has sido tú... te juro que no volverás a ver vivo a Frederick."

Bueno...
Inducir no es lo mismo que hacer, ¿cierto?

○●○

La noche cae con pesadez en la turbulenta Karmaland.
Bajo tierra, tres chicos se dirigen al mismo lugar.

Ataraxia | Karmaland | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora